En Merlo, provincia de Buenos Aires en marzo de 2022 nació la Casa Comunitaria Nora Cortiñas, atendiendo a la necesidad de acompañar integralmente a mujeres, niñas y niños en situaciones de vulnerabilidad por la falta de un lugar permanente para vivir. Allí, dos máquinas de coser han sido herramientas con las que cinco mujeres transforman sus vidas y se integran a la comunidad en la que habitan.
El objetivo de la casa es además de ofrecer un techo a mujeres que han sufrido violencia de género o que presentan consumos problemáticos, un espacio de contención, escucha y restitución de derechos para las mujeres, niños y niñas que transitan por este espacio de alojamiento temporal y voluntario.
De lunes a viernes de 2 a 5 de la tarde se desarrolla el Taller de Costura. Un espacio creado a partir del proyecto apoyado por el Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS. Entre las telas, las tijeras, los hilos y las máquinas de coser se crea un espacio de escucha y aprendizajes que van más allá de la costura.
Silvia, la tallerista, les comparte sus conocimientos y técnicas de trabajo y elaboración de productos con telas pero sobre todo les insiste en la autodeterminación, concentración y disciplina que deben tener para llegar a un producto final. El taller funciona también como un espacio de integración grupal para las mujeres nuevas que llegan a habitar la casa.
Con la compra de dos máquinas de coser y el acompañamiento de CREAS en la planificación y gestión de proyectos, la Casa Comunitaria Nora Cortiñas ha diligenciado nuevos recursos para acercarse y trabajar mejor con las mujeres que pasan por la casa. Planificar, les permite pensar grupalmente y por adelantado cómo sostener el Taller de Costura y la continuidad de las mujeres en él, a pesar las dificultades del contexto y que se puedan presentar.
La falta de oportunidades económicas, de un espacio donde habitar, una rutina y una vida que las haga sentir bien consigo mismas, sumado a la mirada de estigma que suelen tener sobre ellas, son parte de los retos que sortean para integrarse en comunidad. No obstante es esto, y la autonomía que van generando al acceder a medios productivos y oportunidades de creación, lo que les da nuevas razones para vivir felices.
¿Qué ha pasado con la casa y las mujeres desde que se creó el Taller de Costura en agosto de 2022?
- Las mujeres están entusiasmadas con aprender un nuevo oficio. Muchas han adquirido la rutina de ir todas las tardes a coser.
- Al darles una tarea, una responsabilidad, el taller sirve como espacio terapéutico y su autoestima mejora al ver que son capaces de crear.
- Han hecho trabajos que han generado ingresos que invirtieron en el mismo taller. Aprenden que más adelante pueden tener un ingreso a partir de su trabajo y dejar de depender de terceros.
- Algunas mujeres que ya no viven en la casa siguen vinculadas al taller. La Casa sigue siendo un espacio seguro para ellas.
La Casa Nora Cortiñas quiere ser un espacio abierto a la comunidad, por eso están invitando a las mujeres del barrio a participar del taller. Además, las nuevas costureras empezarán a ofrecer sus servicios. El taller les ha dado herramientas de autogestión así que ellas mismas se han organizado para dar difusión y empezar su nuevo emprendimiento. De esta manera, se busca la integración de la Casa al barrio al que pertenece y que las mujeres y los habitantes conformen una misma comunidad solidaria, donde no haya estigma hacia quienes buscan nuevas oportunidades.
Más historias de territorio e información sobre proyectos que han sido apoyados por el FPP, aquí:
- Ninashpa Cerámica – Santiago del Estero.
- Escuela Deportiva Nueva Generación – Córdoba.
- Fundación Suyai – para mujeres en Córdoba.
- Casa Chaco Stylo – Hip Hop en Resistencia.
- Nodo TAU – planta de residuos eléctricos y electrónicos en Rosario.