Desarrollo

Arranca con Taller de Gestión nueva tanda del Fondo de Pequeños Proyectos

El  Fondo de Pequeños Proyectos – FPP- nace como una iniciativa de cooperación ecuménica entre CREAS y Pan Para el Mundo, cuyo principal objetivo es fortalecer las capacidades y estrategias de organizaciones comunitarias que contribuyan a la ampliación de derechos de jóvenes, mujeres y diversidades y a la justicia social, económica, de género y climática. Desde su creación en 2003 hasta hoy, CREAS ha apoyado más de 850 proyectos en  Buenos Aires, Rosario y Córdoba, Argentina; y el Gran Chaco Sudamericano (Regiones del Gran Chaco argentino, boliviano y paraguayo). En los últimos años, CREAS ha apoyado alrededor de 40 proyectos por año, enfocándose en acompañar el fortalecimiento de organizaciones del territorio argentino.    >>> Conoce aquí las estadísticas del Fondo en 2022. El FPP es una de las herramientas de intervención territorial de CREAS. Además del apoyo económico que reciben las organizaciones que acceden al Fondo, reciben acompañamiento técnico, teórico y metodológico que empieza en el momento de presentar los proyectos para que puedan aplicar a éste.  ¿Qué hacen las organizaciones comunitarias, organizaciones de base y organizaciones basadas en la fe al formar parte del Fondo de Pequeños Proyectos? Identifican una problemática comunitaria y cómo quieren abordarla para darle solución Reciben apoyo para la escritura de sus proyectos, haciendo énfasis en la redacción de sus objetivos para la planificación, monitoreo y evaluación. CREAS hizo una guía que ha sido usada por las organizaciones a lo largo de los veinte años del FPP.   Los proyectos presentados son analizados por un comité integrado por personas conocedoras de los temas y territorios, y que forman parte de las alianzas de CREAS: universidades, iglesias y otras organizaciones de apoyo al desarrollo y son quienes deciden qué proyectos se apoyarán con base en criterios de territorialidad, contribución de la propuesta al ejercicio de derechos, participación y articulación de actores, entre otros. Taller: gestión y rendición de los proyectos.  Una vez aprobados por el comité, los proyectos son convocados a un encuentro formativo en el que conocen herramientas y recomendaciones para la gestión e implementación de sus proyectos, así como la rendición de cuentas y resultados que, no solo les permitan aplicar a otros apoyos en los términos de las convocatorias, sino a llevar registros precisos y valiosos sobre lo que hacen y lo que pueden hacer. El pasado 14 de abril, diecisiete organizaciones beneficiarias del FPP 2023 participaron del taller en el que Rosaura Andiñach, Coordinadora del Fondo de Pequeños Proyectos, brindó herramientas que ayudan a la organización a monitorear los recursos y las actividades para asegurarse de que el proyecto pueda cumplir en tiempo y forma los objetivos planteados.  El taller es, además, un espacio en el que las organizaciones con proyectos apoyados se conocen e intercambian experiencias. Organizaciones con proyectos similares, o que trabajan en el mismo territorio, suelen establecer contactos de colaboración gracias a estos encuentros: hemos visto cómo suman fuerzas y crean procesos de apoyo mutuo para para contribuir a procesos de transformación en sus comunidades, en el fortalecimiento de nuevas economías y el acceso a derechos de jóvenes y mujeres.  Para muchas de las organizaciones el FPP es su primera experiencia recibiendo fondos a través de la formulación de un proyecto propio, es por eso que para CREAS es esencial el acompañamiento y capacitación en todo el recorrido. Una vez se termina de implementar  el proyecto, las organizaciones están más capacitadas para buscar otro tipo de fondos o apoyos con los que puedan seguir trabajando en sus territorios.  Durante el resto del año el Fondo de Pequeño Proyectos se concentrará en el acompañamiento y capacitación a las organizaciones apoyadas con talleres y encuentros presenciales para fortalecer las capacidades de gestión y los procesos de cada organización.  ¡Seguiremos contando su avance! Más historias de territorio e información sobre proyectos que han sido apoyados por el FPP, aquí:  Ninashpa Cerámica – Santiago del Estero.  Escuela Deportiva Nueva Generación – Córdoba. Fundación Suyai – para mujeres en Córdoba.  Casa Chaco Stylo – Hip Hop en Resistencia. Nodo TAU – planta de residuos eléctricos y electrónicos en Rosario. Seguimos conversando en redes sociales: Facebook: @CreasLAC Instagram: @Creas_LAC LinkedIn: CREAS – Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio Twitter: @CreasTwitt

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Territorializar el Desarrollo Sostenible. Un desafío permanente.

En el año 2015 las Naciones Unidas acordaron un llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y perspectivas de las personas en todo el mundo, para lo cual acordaron la Agenda 2030, la cual enuncia 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), superando así los anteriores Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM hasta el 2015). Este contexto nos da una claridad: en busca de nuevos paradigmas de desarrollo, más acordes con lo que se sostiene en equilibrio, respeta, y nutre la vida, como nuestra naturaleza misma, ha habido y habrá diversas metas y medidas de transformación, y lo que siempre será necesario priorizar es la acción en territorio. Ha sido un desafío para los Estados poder concretar y poner en el territorio esta agenda orientada al desarrollo económico, social y ambiental sostenible. El gobierno argentino, en el marco del Acuerdo Marco Estratégico de Cooperación del Sistema de Naciones Unidas para el Desarrollo con la República Argentina (MECNUD -2021-2025) considera el apoyo que brindará la ONU al Estado Argentino en base a sus prioridades de desarrollo, definiendo metas priorizadas, Indicadores para dar seguimiento a la Agenda 2030. La Plataforma Argentina para el Monitoreo de la Agenda 2030, PAMPA 2030 da seguimiento al cumplimiento de las Metas e Indicadores establecidos por el Estado; también aporta a la presentación del Informe Nacional Voluntario y a la conformación del Foro de Participación Social para la Implementación y Seguimiento de la Agenda 2030, espacio para la articulación con el Estado Nacional a través del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. CREAS forma parte de PAMPA 2030 desde sus orígenes como organización basada en la fe – OBF, y ha participado en procesos formativos, aportando expertise metodológico y de capacitación, incluyendo actividades de formación de formadores, para fortalecer los procesos de territorialización de la Agenda 2030. Asimismo, trabajó en la elaboración del breviario temático de las OBF.. Territorializar la Agenda 2030 implica “fortalecer las capacidades locales para para formular e implementar políticas públicas que respondan adecuadamente a las necesidades de la sociedad y el territorio, reconociendo sus dificultades y maximizando sus potencialidades”, como lo indica este documento del Observatorio Regional de Planificación para el desarrollo de América Latina y el Caribe, con el que se pueden conocer acciones y mediciones de lo implementado en la región. Lograr una conexión de lo local con lo global requiere encuentros y acciones pertinentes, atención al contexto y escucha bilateral que permita que una visión complemente a la otra. Entre el 20 y el 24 de marzo pasado se realizó el III Foro Mundial de Derechos Humanos organizado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y el Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos de la UNESCO, en Buenos Aires, superando en participación y en actividades a sus ediciones anteriores (el primero en Brasil en el 2013 y en el 2014 en Marruecos). A lo largo del encuentro participaron más de 21 mil personas de 98 países, 950 organizaciones involucradas y se presentaron 1100 actividades autogestionadas. Además, hubo 206 actividades culturales, 200 referentes y especialistas en materia de derechos humanos fueron parte de las propuestas, 2300 panelistas y 390 periodistas acreditados. En dicho evento, como parte de PAMPA 2030, CREAS se sumó a la organización y facilitación de un taller sobre herramientas de territorialización de la Agenda 2030, en el que participaron diferentes referentes de organizaciones nacionales e internacionales y en el que se compartieron tres buenas prácticas y experiencias de cómo las organizaciones llevan adelante temas educativos y de género, y localizan la Agenda 2030 desde sus acciones cotidianas. CREAS también contribuye al desarrollo sostenible y transformador a nivel local, y a la localización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: desde su involucramiento en temáticas relacionadas con alguno de estos objetivos a nivel global y nacional, desde el apoyo que se brinda desde el Fondo de Pequeños Proyectos (FPP), desde su labor en el Fondo de Respuesta Rápida y Mitigación de los Efectos de la Pandemia. Otro ejemplo es el acompañamiento a procesos locales en donde hay temas sociales, económicos y ambientales que conjugan de modo práctico varios ODS: tal es el caso del proceso de acompañamiento a la Red Urbano Ambiental de la Comuna 7 (RUA C7) en la ciudad de Buenos Aires, entre otros. Localizar la Agenda 2030 es una responsabilidad de los Estados, pero también es un compromiso por parte de las organizaciones nacionales y locales para lograr un desarrollo inclusivo, con justicia económica y social, amigable con el medio ambiente de modo tangible y concreto. CREAS desde su identidad y compromiso de fe, suma sus aportes para el cuidado de la casa común, en el acompañamiento de quienes comprometidos con la realidad y la dignidad de las personas promueven prácticas solidarias que dan cuenta del servicio, de la diaconía ecuménica y profética, como expresa el Evangelio, para que tengamos una vida en plenitud, y siguiendo el llamamiento ético de la Agenda 2030, para no dejar a nadie atrás.    

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¡Comunidades en Acción! El Fondo de Pequeños Proyectos en 2022

El Fondo de Pequeños Proyectos tiene como objetivo contribuir al cambio social por medio del apoyo a las comunidades organizadas. Entendemos que fortaleciendo a estas organizaciones comunitarias, iglesias, organizaciones de base e iniciativas de la economía social y popular podemos contribuir al desarrollo territorial y la construcción de un mundo más justo. El 2022 fue un año marcado por la salida de la pandemia y la vuelta a la actividad comunitaria. Las organizaciones estuvieron enfocadas en la revinculación con la población con la que trabajan, la recuperación de los espacios de participación y con un especial enfoque en las niñas, niños y jóvenes que volvían al encuentro y quienes, como lo mencionamos en un artículo anterior, enfrentaron realidades y retos particulares respecto a su acceso a derechos económicos, espacios de entretenimiento y creación. También observamos que las mujeres, en quienes ha recaído tradicionalmente las tareas de cuidado y que durante el aislamiento de la pandemia vieron esto intensificado, se han reunido de nuevo para compartir saberes, intercambiar ideas, aprender nuevas formas de producción y producir en conjunto, reconstruyendo los espacios de participación comunitaria, productiva y política; lo cual replantea, desde el corazón de las comunidades, sus formas de desarrollo. «En 2023 vamos a continuar con los apoyos y será para CREAS un año esencial para reflexionar y recoger aprendizajes. Haremos una evaluación del impacto y los efectos del Fondo de Pequeños Proyectos en los últimos años, en conjunto con las organizaciones partícipes, lo cual nos permitirá planificar nuestras acciones e intenciones para los próximos años» – Rosaura Andiñach Coordinadora Fondo de Pequeños Proyectos CREAS Seguimos conversando en redes sociales: Facebook: @CreasLAC Instagram: @Creas_LAC LinkedIn: CREAS – Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio Twitter: @CreasTwitt  

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ecoalaene y la teoría económica de los bienes comunes para el desarrollo sostenible

Por: Lina Salas Ramírez – lina@creas.org Coordinadora de Comunicaciones Estratégicas de CREAS ecoalaene, potenciando economías conscientes también conocido como la Escuela Latinoamericana de Economías para la Vida es un proyecto que desarrolla PIDESONE – Programa Internacional de Democracias y Nuevas Economías de la Universidad de Buenos Aires (UBA) junto con CREAS, para trabajar en la región -en conexión con movimientos globales- con el objetivo de: “promover el intercambio interdisciplinario de jóvenes profesionales, investigadores, emprendedores, empresarios, con responsabilidad en políticas públicas y con desarrollos empíricos, para la producción teórico-práctica sobre nuevas economías, la promoción del desarrollo humano integral y sostenible, la protección de los bienes comunes desde un enfoque en políticas públicas y/o prácticas territoriales”. Se puede hallar más en esta nota que compartimos con Qonakuy, la red de universidades protestantes y evangélicas de Iberoamérica.   En relación con ese objetivo integrador, no solo entre personas y disciplinas, sino entre la teoría y la práctica, fue precisamente Qonakuy (y la UniReformada como anfitriona de la II Asamblea de esta misma red) quienes invitaron a ponentes de ecoalaene a liderar un conversatorio+taller que José Oscar Henao, Economista Senior de Cáritas ALyC, investigador Principal del PIDESONE y docente de @ecoalaene tituló ‘Bienes comunes y desarrollo sostenible: una mirada desde la teoría económica y el trabajo territorial’. Tomaré este encuentro como ejemplo inicial (aunque mencionaré otros dos) de esas exposiciones teóricas y metodológicas, pedagógicas, que he tomado de desarrollos hermenéuticos de Henao en múltiples espacios formativos y que, a mi parecer, hacen de ecoalaene un proyecto que puede sumar con su presencia en cada vez más espacios vocacionales, de difusión y de co-creación del desarrollo que nos soñamos quienes sabemos que para cuidar la casa común se requieren procesos que puedan sostenerse en el tiempo, respetando las dinámicas del mismo planeta y las comunidades en él; un interés transversal, sin duda, para las organizaciones basadas en la fe, como CREAS y Qonakuy. Una teoría que resulta muy interesante por su posición optimista (y comprobada con buenos ejemplos) respecto a las conductas humanas para el desarrollo social y económico que permite ese cuidado de la casa, es la del gobierno de los bienes comunes. El modelo de gobierno de los bienes comunes plantea que las comunidades están en capacidad de tomar sus decisiones de manera autónoma, desarrollar procesos de planeación, incidencia en los gobiernos y gestionar de manera cooperativa procesos de producción y comercialización.   El nobel de economía Richard Thaler señala elementos conductuales que se requieren para lograr transformaciones que nos beneficien como sociedades: Reconocer que no somos más un homoeconomicus impulsado solo por una conducta individual. Reconocer que nuestras conductas no necesariamente están impulsadas por los «espíritus animales» que John Maynard Keynes acuñó en 1936 para referirse a las acciones irracionales, imprecisas y emocionales del individuo que provocan variaciones en la economía imposibles de calcular. Pasar a un interés colectivo que facilite estrategias de cooperación para llevar adelante un proyecto común. Y Elinor Ostrom, primera mujer Nobel de Economía (2009), nos habla del Gobierno de los Bienes Comunes, planteando cómo las comunidades pueden desarrollar y dirigir sus propias estrategias de bienestar, identificando sus procesos, reconociendo sus limitaciones y sin que agentes gubernamentales o privados les indiquen cómo hacerlo. Así que, ¡atentas aquí, organizaciones de base! ? Para que las transformaciones sociales puedan darse, Ostrom enumera 3 modelos que la teoría económica también suministra: Tragedia de los comunes: es una paradoja planteada por Garrett Hardin en 1968 que plantea que los bienes comunes (que por ende son de todos) se ven siempre perjudicados por el uso indiscriminado. Sin embargo, Ostrom rebate con amplias evidencias que demuestran la viabilidad de la participación comunitaria en la gobernanza de bienes naturales y sociales de importancia social crítica. Para Elinor es esencial que se reconozca necesario ayudar, cooperar con le otro/a. Dilema del prisionero: es un problema fundamental de la teoría de juegos que demuestra que dos personas pueden no cooperar pese a que si lo hicieran el resultado obtenido sería mejor para las dos partes; por lo cual Ostrom plantea que para llegar al gobierno de los bienes comunes las comunidades deben poder encontrar que la mejor decisión posible para todos es poder cooperar siempre y cuando la información esté completa. Que todos conozcan los riesgos, oportunidades y beneficios. Lógica de acción colectiva: que deriva de un interés común y requiere de la definición de acciones claras para poder transformar. Ahora, hay muchas formas de desarrollo para lograr el bienestar de las comunidades, pero cuanto más a lo macro vamos más evidente se hace la necesidad de un Desarrollo Sostenible (o sus equivalentes en otras corrientes de pensamiento) que, como lo he mencionado anteriormente y por su propio nombre redunda, se refiere al sostenimiento de los recursos, la vida, los ecosistemas y los seres en ellos; el planeta en sus sistemas. Las Naciones Unidas diseñaron la Agenda 2030 (con sus objetivos, metas e indicadores) conceptualizando la sostenibilidad como la relación y construcción de estrategias de desarrollo que contemplen tres dimensiones (reconociendo qué efectos tiene): «económica, donde nos solo prime el tema de crecimiento sino también una dimensión social que implica elementos redistributivos, de reducción de la pobreza y otros elementos; y por supuesto esto no puede estar sin un elemento ambiental, lo que implica uso eficiente de los recursos, transición energética, entre otros. como lo explica José Oscar Henao de Cáritas América Latina y el PIDESONE desde el momento 1:04:50 en la transmisión de su ponencia sobre Energía y Pobreza Multidimensional del 2° Congreso Internacional de Economía de Francisco en América Latina y el Caribe. De manera que lograr lo que se proponen los objetivos de esta agenda para el año 2030 implica unas visiones individuales que integren lo colectivo y viceversa: que lo colectivo considere lo individual como un activo esencial (y muy valioso) para esa construcción de grupo. En eso estuvo centrado el workshop/taller que realizaron en la UniReformada durante la II Asamblea Qonakuy y que compartiremos más adelante en una nota sobre innovación social.

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Todo listo para el 2° Congreso Internacional de Economía de Francisco en América Latina y el Caribe

El jueves 10 y viernes 11 de octubre se llevará a cabo en la Universidad de Buenos Aires, de Argentina (como país anfitrión) y en universidades de diversos países de América Latina y el Caribe este evento que convoca a agentes de cambio (jóvenes economistas, emprendedores, activistas sociales, académicos, estudiantes, investigadores/as, entre otros) para lograr una «economía diferente: la que da vida y no la muerte, la que es inclusiva y no excluyente, la humana y no deshumanizadora, la que cuida el medio ambiente y no lo despoja» como lo describe el Papa Francisco en la carta convocante al primer evento de este que es ya un permanente y transformador movimiento.  Este evento es, entonces, una muestra de lo que se ha hecho desde Asís y en otras partes del mundo, pero marcándola con la impronta latinoamericana: las necesidades, visiones y desafíos propios de esta región con sus características económicas, sociales y culturales particulares. Lo organiza la Red Latinoamericana de la Economía de Francisco. >>>>>Inscripciones aquí<<<<<   Estos son los países que ya han confirmado su participación con asistencia y/o programación: Colombia Argentina Perú Brasil Cuba Nicaragua México Paraguay Ecuador Costa Rica Chile Uruguay Venezuela Las agendas locales responden a los espacios preparados por las instituciones Co-Organizadoras en Argentina, Brasil, Colombia y México, donde se desarrollarán espacios de co-creación e innovación social en los intermedios de los bloques de la Agenda Regional. Agenda regional: La programación de Argentina será híbrida, con transmisiones en vivo y espacios presenciales de experiencia. Quienes se inscriban y deseen asistir podrán reunirse con colegas en la Facultad de Derecho de la UBA. La sede convocante es el PIDESONE – Programa Internacional sobre Democracia, Sociedad y Nuevas Economías de la Universidad de Buenos Aires, el cual tiene por objetivo principal contribuir a la investigación y al debate académico sobre nuevos paradigmas en la concepción de democracia, sociedad y economía; así como sobre el vínculo entre ellas, desde una perspectiva centrada en la inclusión, la justicia y el desarrollo sostenible. Ponentes Día 1: Cristina Calvo (Directora Programa Internacional sobre Democracia Sociedad y Nuevas Economías – PIDESONE/UBA) Directora del Programa Internacional sobre Democracia, Sociedad y Nuevas Economías de la Universidad de Buenos Aires. Miembro del Comité organizador de “Asís-2000 jóvenes para transformar la economía” y referente de la Red Latinoamericana de Economía de Francisco. Miembro de la interdisciplinaria Task Force COVID19 del Dicasterio de Desarrollo Humano Integral del Vaticano convocada por el Papa Francisco. Doctora en Economía del Comportamiento y Sociología Económica. Máster en Política, Gobernabilidad y Desarrollo. Fue Coordinadora Nacional de Cáritas y de Incidencia Política en Cáritas Regional de América Latina y el Caribe. Integró la Coordinación de la Mesa del Diálogo Argentino entre el gobierno nacional, la Iglesia Católica y el PNUD. Electa por los delegados comunales candidata a Defensora del Pueblo de Buenos Aires en 2013 y candidata a diputada nacional 2011 por el Frente Amplio Progresista. Fue asesora principal en el Banco de la Nación Argentina, desarrollando innovadores programas de inclusión social, finanzas sostenibles, derechos humanos, relaciones con la comunidad, desarrollo local y transparencia. Fue Directora Nacional de Inclusión y Desarrollo Humano en el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas de la Nación, representante en la Mesa Interministerial para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (UN) y en la Mesa Interministerial de la OIT contra el trabajo infantil. En el año del G20 en Argentina coordinó el “Diálogo de Alto Nivel sobre Ética y Economía” de la Comisión Episcopal de Pastoral Social Argentina, el Departamento Justicia y Solidaridad del CELAM, el Secretariado Latinoamericano de Cáritas, la Comunidad Reformada Mundial con el apoyo del INTAL BID, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Banco de Desarrollo para América Latina (CAF). Integra el Consejo de Honor y el Consejo Académico de diversas organizaciones y programas y es docente invitada en Centros de Estudios nacionales e internacionales. Flavia Piovesan (Docente del Instituto Brasileño de Educación, Desarrollo e Investigación) Doctora en Derecho por la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (1996) de la que es también docente en los Programas de Grado y Posgrado en Derecho; miembro visitante del Programa de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de Harvard (1995 y 2000); investigadora visitante del Centro de Estudios Brasileños de la Universidad de Oxford (2005); investigadora invitada en el Instituto Max-Planck de Derecho Público Comparado y Derecho Internacional (Heidelberg, 2007-2008; 2015-2018) y miembro investigador de la Fundación Humboldt Georg Forster en el Instituto Max-Planck de Derecho Público Comparado y Derecho Internacional (2009 -2014) ). Fue miembro del Consejo para la Defensa de los Derechos Humanos; el Grupo de Trabajo de Alto Nivel de la ONU sobre la implementación del derecho al desarrollo; y el Grupo de Trabajo de la OEA para el seguimiento del Protocolo de San Salvador sobre derechos económicos, sociales y culturales. Elegida miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (2018-2021). Tiene experiencia en el campo del Derecho, con énfasis en Derechos Humanos, Derecho Constitucional y Derecho Internacional, trabajando principalmente en los siguientes temas: derechos humanos, Derecho Constitucional, Derecho Internacional, protección internacional y amparo constitucional. Lemman Visiting Scholar en el David Rockefeller Center for Latin American Studies de la Universidad de Harvard. Francesca Giglio (EoF Internacional) Community Services Manager en la Economía de Francisco Global. Agente de  cambio enfocada en sostenibilidad y modelos de emprendimiento social con habilidades y experiencia en Comunicación. Mariana Reis (Brasil) – Universidad Estatal de Campinas (UNICAMP) Estudiante de doctorado en Economía en UNICAMP con un doctorado en la Scuola Superiore Sant’Anna di Studi Universitari e Perfezionamento, Pisa. Magíster en Economía de la Universidad Estadual de Campinas (UNICAMP). Tiene experiencia en el campo de la Economía Industrial y la Innovación y la Economía Ambiental. Trabaja con financiamiento de energías renovables para una transición energética baja en carbono a través de la Economía de la Complejidad. Investigadora en el movimiento La Economía de Francesco y Coordinador de Vila Energia & Povereza en la misma institución. También actúa

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13 de octubre Día Internacional para la Reducción de Riesgos a Desastres – Nuestro aporte como OBF

Por Jorge Javier Fernández Coordinador de Proyecto Respuesta Rápida y Mitigación de los Efectos de la Pandemia Los Desastres, NO SON NATURALES, es una máxima que desde diferentes ámbitos públicos y privados una y otra vez tratamos de repetir cual mantra místico para que el concepto pueda debelar lo que encierra. La acción humana en la naturaleza, en obras que “aportarán al desarrollo” no siempre cumplen su propósito, en ocasiones estas obras son las que intervienen en el territorio y generan desastres que se cobran vidas humanas, pérdidas cuantiosas de ecosistemas e infraestructuras locales y que ponen en jaque cómo se gobiernan los efectos de los desastres, cómo se gobierna una situación crítica que impacta en la vida de miles de personas. La Reducción de Riesgos a Desastres implica que un conjunto de actores públicos se oriente en base a planes de desarrollo sostenible, involucrando a la sociedad civil y principalmente a las comunidades locales, pero estos factores no siempre se conjugan. Más allá del voluntarismo estos factores no siempre se conjugan positivamente, en ocasiones la legislación existe como base normativa, pero carece de recursos, en otras ocasiones los recursos existen, pero no se administran adecuadamente en tiempo y forma generando un impacto en aquello que debiera ocurrir y no ocurre. Las amenazas siempre estarán latentes, la exposición a la que las comunidades se someten no siempre es visibilizada y la carencia de organización comunitaria impacta en la posibilidad de pasar revista a las capacidades locales, las vulnerabilidades preexistentes son el conjunto de elementos perfectos para incrementar el riesgo a la que las comunidades se ven expuestas cotidianamente. Cuando un desastre ocurre quienes primero responden son las propias personas afectadas, en ocasiones sin preparación, sin recursos, tratando de sobreponerse al dolor de las pérdidas de vidas y de bienes. A partir de aquí se comienza a poner en marcha un engranaje de solidaridad desde las instituciones más cercanas, en muchos casos las Iglesias, las pequeñas congregaciones, que tratan de ayudar, de dar una mano con los brazos abiertos para sostener la vida y acoger compasivamente a quien sufre. En las últimas décadas se han incrementado los desastres, se han incrementado las crisis derivadas del cambio climático, producto de la desigualdad y de las malas políticas publicas que no invierten lo suficiente en las acciones de prevención y preparación de las comunidades para hacer frente a un desastre y activar comportamientos más resilientes; se gastan millones de dólares en la respuesta humanitaria (la cual es siempre necesaria en función de los impactos) y pocos miles de dólares en la prevención y preparación. En el ciclo de la gestión de riesgos la prevención y preparación son centrales para tener un menor impacto cuando un desastre ocurra, allí luego viene la etapa de respuesta humanitaria y reconstrucción (en sentido amplio) a veces de infraestructura, a veces de vida. Esta reconstrucción, cual recuperación implica planificar el desarrollo tratando de que se logren otras dinámicas de desarrollo más sostenibles, más viables, amigables con el medio ambiente, con inclusión social y sostenibilidad económica, también implica contar con sistemas de alertas tempranas y la máxima coordinación posible de los actores de la comunidad. La reciente epidemia de COVID-19 nos ha dejado un conjunto de efectos que aún estamos aprendiendo a reconocer, en el actual contexto los incendios forestales dan un paisaje terrible, las escasas y repentinas inundaciones sorprenden cada vez más por su capacidad de daño, las sequías prolongadas y silenciosas se consumen la vida poco a poco, desnudando lo terrible de carecer de elementos básicos para la vida. Frente a este panorama desde CREAS acompañamos a las organizaciones comunitarias y a las organizaciones basadas en la fe para poder incorporar estrategias de reducción de riesgo y de mejorar su capacidad de respuesta frente a los eventos que localmente se presentan, más allá de los aspectos técnicos promover la resiliencia personal y comunitaria junto con brindar un activa esperanza son nuestros rasgos distintivos para brindar una diaconía ecuménica, transformadora y profética para poder actuar sobre la realidad y decir más que nunca, LOS DESASTRES NO SON NATURALES.

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Mejorando la planta de Gestión de Residuos Eléctricos y Electrónicos de Nodo TAU en Rosario

Por: Lina Salas Ramírez – lina@creas.org Coordinadora de Comunicaciones Estratégicas de CREAS La planta de gestión de residuos informáticos de Nodo TAU en Rosario, Argentina, es uno de los proyectos que CREAS ha apoyado con el Fondo de Pequeños Proyectos y, en lo personal, uno que tenía muchas ganas de investigar por la pertinencia de su labor; la conexión con poblaciones jóvenes; el servicio social y el positivo impacto ambiental que brinda. Vamos por partes. ¿Qué es Nodo TAU? “Una asociación civil dedicada a la promoción del uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs) en grupos y organizaciones sociales, particularmente aquellas que trabajan en la vigencia de los derechos sociales, civiles, económicos y ambientales de los sectores más vulnerados de la sociedad para colaborar en su inclusión social. Nodo TAU, desde una visión crítica de los fenómenos tecnológicos, promueve la democratización y el uso con buen sentido de estas herramientas, a la vez que representa, acompaña y comparte las voces de la sociedad civil en las políticas que las regulan. Está integrada por profesionales de la informática y las comunicaciones, educadores y militantes sociales dedicados a facilitar el acceso a las nuevas tecnologías a organizaciones comunitarias, barriales, eclesiales, de género, ambientales, cooperativas, grupos de base, escuelas, centros comunitarios, para fortalecer su acción institucional y que a la vez dinamicen la comunicación y organización entre todos los sectores comprometidos con la lucha contra la pobreza y la exclusión, el cuidado del ambiente, los derechos de las mujeres, de la infancia y la defensa de los derechos humanos y sociales”. Por esto, Nodo TAU tiene diversas iniciativas como las enfocadas en producir comunicaciones que formen respecto a los temas que les interesan y conecten a sus poblaciones; también participa en redes que velan por los derechos humanos y del planeta en relación con las tecnologías de la información. Uno de estos proyectos es la Planta de Gestión de Residuos Informáticos RAEE, generados por el final de la vida útil de los Aparatos Eléctricos y Electrónicos (AEE) y que son uno de los tipos de residuos sólidos urbanos (RSU) de mayor crecimiento debido a las dinámicas de uso de diversos de estos aparatos en la vida cotidiana. Entre los residuos AEE se encuentran: Grandes electrodomésticos: frigoríficos, cocinas, radiadores. Pequeños electrodomésticos: planchas, aspiradoras, cafeteras, secadores. Equipos informáticos y de telecomunicaciones: ordenadores, monitores, teléfonos. Aparatos electrónicos de bajo consumo: Radios, televisores, instrumentos musicales. Aparatos de alumbrado: bombillos, fluorescentes, LEDs. Herramientas eléctricas o electrónicas: Taladros, máquinas de coser, cortacéspedes. Juguetes y equipos deportivos o de tiempo libre: Consolas, juguetes teledirigidos, cronómetros deportivos. Aparatos médicos (excepto infectados o implantados): Termómetros, tensiómetros, estetoscopios. Instrumentos de vigilancia y control: Detectores de humo, termostatos, alarmas Máquinas expendedoras, entre otros. Los RAEE NO deben llegar a la basura. Hay dos caras de esta moneda: por un lado los RAEE tienen componentes muy valiosos (como el cobre y otros metales preciosos en las plaquetas electrónicas y procesadores) y por el otro contienen también elementos como mercurio, cadmio, plomo, bromo, selenio, bifenilos policlorados, policloruros de vinilo e ignífugos como el arsénico y el amianto, que aportan el 70 % de metales pesados a los rellenos sanitarios, donde se queman o mojan, produciendo el “lixiviado” hacia las napas subterráneas, contaminando tierra, aire y agua. “Se estima que el 50% de estos residuos están arrumbados en oficinas, hogares, entes públicos o depósitos, más del 40% se entierra o se descarta en basurales y rellenos y cerca del 10% ingresa en esquemas informales o formales de gestión de residuos”. – Nodo TAU El uso consciente de Aparatos Eléctricos y Electrónicos AEE incluye: Optimizar el uso de los aparatos y prolongar al máximo su vida útil; repararlos, evitar su deterioro. Disponer adecuadamente de los residuos en Puntos Verdes y de reciclado. Jamás a la basura, contenedores, o la vía pública. Promover sistemas locales de gestión que involucren a empresas, particulares, emprendimientos de Reciclado y logística. Desarrollo de iniciativas ciudadanas y educativas para la promoción de la reducción del RAEE y la reutilización de los aparatos. Medición de la cantidad y calidad del RAEE,y el establecimiento de metas de recuperación. Desarrollar capacidad técnica y operativa para manejar esas cantidades de residuo, y el desarrollo de mercados de valorización de lo producido. La implementación de una legislación local que incluya incentivos y cargas para la financiación transparente y sustentable del sistema. Entonces, son transversales los efectos, las causas y los/as involucrados. El asunto de los residuos eléctricos y electrónicos toca lo social, lo ambiental, lo público y lo privado. Está relacionado con intereses de los jóvenes, constituye un área de oportunidad para la generación de conocimiento, la formación de técnicos y profesionales, la generación de empleos y la contribución comunitaria al bienestar social. La planta de gestión de residuos informáticos Nodo TAU En 2019 recibimos entre los postulados para el Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS este proyecto ubicado en el barrio de Fisherton Industrial. Nodo TAU operaba desde 1995 promoviendo el uso de las Nuevas Tecnologías de la Comunicación y la Información (NTICs) en el sector social y mientras se encargaban de donar a las organizaciones sociales aparatos recuperados se dieron cuenta de que la gestión de residuos era esencial y lo incluyeron en sus líneas de trabajo. En 2017 abrieron su planta en Rosario y en 2019 la mejoraron gracias al apoyo económico del FPP de CREAS construyendo un aula para capacitaciones y reuniones grupales, donde aún se dictan talleres de reparación de PC, reparación de celulares y reparación de impresoras donde asisten tanto jóvenes que forman parte de la Planta como otres del barrio que se interesan en las capacitaciones. “Sin embargo, para la optimización del funcionamiento de la planta, se precisaba perfeccionar los procesos de trabajo y mejorar el movimiento de materiales en el galpón central. Esta situación permitiría aumentar la productividad y mejorar los ingresos del grupo, dado que se maximiza el aprovechamiento del espacio y se pueden trasladar, apilar y acopiar mayores volúmenes que luego se pueden

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CREAS y PAMPA 2030 capacitaciones Objetivos de Desarrollo Sostenible en La Matanza, 2022

PAMPA 2030 en la construcción territorial del desarrollo sostenible en Argentina

Por: Lina Salas Ramírez Coordinadora de Comunicaciones Estratégicas CREAS lina@creas.org   La formación de organizaciones de base sobre desarrollo sostenible es esencial para lograrlo. Mientras la Agenda 2030 fue adoptada en 2015 como un nuevo plan de desarrollo sostenible que sucedió a los Objetivos del Milenio y se planteó alcanzar e interconectar a todas las naciones, pueblos y personas, su implementación en lo local es lo que asegura cambios de paradigmas estructurales que deriven en efectos a mayor escala. «la importancia de esta formación radica en conocer cómo se relacionan los aspectos globales con los locales y la interdependencia de unos u otros. Diariamente los fenómenos locales que afectan el desarrollo tienen presencia en las agendas globales, como la inseguridad alimentaria, el cambio climático, la ausencia de Paz, la pobreza, el desempleo, las desigualdades de género, entre otras». Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con sus 169 metas e indicadores, nos impulsan a centrarnos en nuevos criterios de civilización basados en los derechos humanos y del planeta como una relación de mutualismo en la que cuidar los recursos es la clave de la supervivencia y el equilibrio que permite la calidad de vida. Cuanto más nos vamos a lo específico más muestras de esta mutualidad podemos tomar: entre humanos y la naturaleza (las plantas, los animales, los reinos, los ecosistemas), así como entre humanos y humanas. Por esto la Agenda 2030 contempla un amplio espectro que incluye la importancia de establecer alianzas multisectoriales que incluyan a múltiples actores para reducir los niveles de desigualdad, la necesidad de considerar la diversidad como una realidad natural, la educación y la cultura como eje transversal, y su aplicación biyectiva entre lo general y lo específico. Es así como, una resolución firmada en la Asamblea General de las Naciones Unidas (AG-ONU), se hace realidad gracias a la conexión de organizaciones de cooperación internacional, estas con entidades de desarrollo nacional, organizaciones no gubernamentales, líderes y organizaciones de base, y las ciudadanías (participando por los derechos humanos más allá de la ciudad y todo límite territorial o conceptual). El desarrollo sostenible es un entramado, una red (de seres y de procesos), que nos sostiene. Argentina cuenta con un plan acordado con las Agencias de Naciones Unidas para promover el desarrollo sostenible y con su monitoreo colaboran organizaciones como PAMPA 2030, conformada por un conjunto de organizaciones sindicales, organismos de derechos humanos, ONG’s y fundaciones, organizaciones ambientalistas, organizaciones religiosas o basadas en la fe (de las que somos parte con CREAS, campañas argentinas por los derechos, cooperativas y el sector académico: Naciones Unidas en Argentina, conjuntamente con el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales y la Plataforma Argentina de Monitoreo para la Agenda 2030 (Pampa 2030) nos comprometemos a territorializar la Agenda 2030 a partir de una metodología participativa que permita a las comunidades construir la Agenda de Desarrollo local en consonancia con los ODS desde una perspectiva inclusiva, integral y desde las necesidades de cada municipio, región y provincia. En este marco, una de las muchas acciones de Pampa 2030 son talleres de formación enfocados en las organizaciones de base, y el último presencial, que apoyamos con CREAS, fue el 22 y 23 de septiembre en La Matanza, con los siguientes objetivos: Construir un marco conceptual sobre los ODS y la Agenda 2030, priorizado en las metas para La Matanza, que sirva de referencia y fundamento para su implementación. Brindar una experiencia de formación en temas relacionados con el Trabajo Decente y los vínculos con las metas de la Agenda 2030. Adquirir las capacidades necesarias para proponer caminos de solución a problemas concretos que se presenten en el ámbito local, integrando e implementando ODS, metas, indicadores y prioridades nacionales. Sentar las bases para el trabajo conjunto inter organizacional –gobierno local, actores productivos, organizaciones sociales- para la identificación y resolución de problemas de la localidad que fortalezcan la difusión y aplicación de la Agenda2030 y la eficacia al desarrollo. Presentar criterios metodológicos y recursos para la formación en ODS y la construcción de una Agenda común de las organizaciones sindicales y sociales en La Matanza. En una agenda de dos días en el Centro Cultural Valentín Barros / Teatro UOM San Justo (gracias al apoyo del sindicato de la Unión Obrera Metalúrgica que abrió sus puertas) se abordó la integralidad de estas necesidades, analizando el estado del desarrollo en La Matanza bajo los parámetros que permiten visualizar los ODS y enfocando en la necesidad del consenso y la elaboración de políticas públicas. En la programación del Día 1 Jorge Javier Fernández, miembro del equipo de desarrollo territorial de CREAS, planteó los análisis del ODS 17: La Agenda de Desarrollo y las Alianzas Locales, compartiendo Metodologías de Acción para desarrollar propuestas participativas que determinen el plan de La Matanza de la Agenda 2030, y en el Día 2 presentamos, junto con Juan Rojas (DyA), una segunda metodología para abordar problemas con soluciones posibles e iniciativas realizables de los ejes priorizados por la comunidad. Finalmente, el evento nos invitó al trabajo en grupos sobre los ejes centrales de la Agenda 2030, las 5 P de Personas, Planeta, Paz, Prosperidad y Participación, elaborando propuestas concretas para acción en este partido de la provincia argentina de Buenos Aires. CREAS, desde los inicios ha estado involucrado en el proceso de territorialización y en la formación de formadores, aportando su experiencia en aspectos metodológicos y de facilitación de este tipo jornadas de capacitación. Lograr los desafíos de la Agenda 2030 requiere el esfuerzo mancomunado de la sociedad civil, los Estados, el sector empresarial y los mecanismos del sistema de Naciones Unidas y la principal característica de este tipo de encuentros es la riqueza que genera la diversidad de experiencias compartidas y la integración de perspectivas gracias a los diálogos y acciones interinstitucionales» – Jorge Fernández. En el evento cincuenta (50) personas recibieron la formación y para el acto de clausura se reunieron más de 400 trabajadores y trabajadoras de La Matanza. En el acto de inicio estuvo Fulvia Farinelli, Representante de

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