comunidades

Casa Comunitaria Nora Cortiñas ayuda a mujeres vulneradas a integrarse a la comunidad

En Merlo, provincia de Buenos Aires en marzo de 2022 nació la Casa Comunitaria Nora Cortiñas, atendiendo a la necesidad de acompañar integralmente a mujeres, niñas y niños en situaciones de vulnerabilidad por la falta de un lugar permanente para vivir. Allí, dos máquinas de coser han sido herramientas con las que cinco mujeres transforman sus vidas y se integran a la comunidad en la que habitan.  El objetivo de la casa es además de ofrecer un techo a mujeres que han sufrido violencia de género o que presentan consumos problemáticos, un espacio de contención, escucha y restitución de derechos para las mujeres, niños y niñas que transitan por este espacio de alojamiento temporal y voluntario. De lunes a viernes de 2 a 5 de la tarde se desarrolla el Taller de Costura. Un espacio creado a partir del proyecto apoyado por el  Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS. Entre las telas, las tijeras, los hilos y las máquinas de coser se crea un espacio de escucha y  aprendizajes que van más allá de la costura.  Silvia, la tallerista, les comparte sus conocimientos y técnicas de trabajo y elaboración de productos con telas pero sobre todo les insiste en la autodeterminación, concentración y disciplina que deben tener para llegar a un producto final.  El taller funciona también como un espacio de integración grupal para las mujeres nuevas que llegan a habitar la casa. Con la compra de dos máquinas de coser y el acompañamiento de CREAS en la planificación y gestión de proyectos, la Casa Comunitaria Nora Cortiñas ha diligenciado nuevos recursos para acercarse y trabajar mejor con las mujeres que pasan por la casa. Planificar, les permite pensar grupalmente y por adelantado cómo sostener el Taller de Costura y la continuidad de las mujeres en él,  a pesar las dificultades del contexto y que se puedan presentar.  La falta de oportunidades económicas, de un espacio donde habitar, una rutina y una vida que las haga sentir bien consigo mismas, sumado a la mirada de estigma que suelen tener sobre ellas, son parte de los retos que sortean para integrarse en comunidad. No obstante es esto, y la autonomía que van generando al acceder a medios productivos y oportunidades de creación, lo que les da nuevas razones para vivir felices.    ¿Qué ha pasado con la casa y las mujeres desde que se creó el Taller de Costura en agosto de 2022? Las mujeres están entusiasmadas con aprender un nuevo oficio. Muchas han adquirido la rutina de ir todas las tardes a coser. Al darles una tarea, una responsabilidad, el taller sirve como espacio terapéutico y su autoestima mejora al ver que son capaces de crear. Han hecho trabajos que han generado ingresos que invirtieron en el mismo taller. Aprenden que más adelante pueden tener un ingreso a partir de su trabajo y dejar de depender de terceros. Algunas mujeres que ya no viven en la casa siguen vinculadas al taller. La Casa sigue siendo un espacio seguro para ellas. La Casa Nora Cortiñas quiere ser un espacio abierto a la comunidad, por eso están invitando a las mujeres del barrio a participar del taller. Además, las nuevas costureras empezarán a ofrecer sus servicios. El taller les ha dado herramientas de autogestión así que ellas mismas se han organizado para dar difusión y empezar su nuevo emprendimiento. De esta manera, se busca la integración de la Casa al barrio al que pertenece y que las mujeres y los habitantes conformen una misma comunidad solidaria, donde no haya estigma hacia quienes buscan nuevas oportunidades.    Más historias de territorio e información sobre proyectos que han sido apoyados por el FPP, aquí:  Ninashpa Cerámica – Santiago del Estero.  Escuela Deportiva Nueva Generación – Córdoba. Fundación Suyai – para mujeres en Córdoba.  Casa Chaco Stylo – Hip Hop en Resistencia. Nodo TAU – planta de residuos eléctricos y electrónicos en Rosario. Seguimos conversando en redes sociales: Facebook: @CreasLAC Instagram: @Creas_LAC LinkedIn: CREAS – Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio Twitter: @CreasTwitt

Leer mas »
Cuatro personas miran conversan y señalan algo a lo lejos. Estan en Chaco, todo es plano. hay un auto al fondo

De camino por el Chaco para la mitigación de los efectos de la pandemia

La provincia de Chaco, al noreste argentino, ha sido una de las más golpeadas por la sequía presente en el país hace más de tres años y en donde las comunidades aún sufren los efectos de la pandemia del Covid-19. Esto afecta de modo particular a los sectores más vulnerables de las comunidades rurales, con mayores complicaciones para la población indígena y los pequeños y medianos productores rurales. En marzo de 2023, durante una semana, Jorge Fernández, Coordinador del Proyecto De respuesta Rápida y Mitigación de los Efectos de la Pandemia y Carmina Sánchez Corrales, Asistente de Comunicación, visitaron a las comunidades en las que, junto con INCUPO – Instituto de Cultura Popular- y la Junta Unida de Misiones -JUM-, se llevan adelante iniciativas de transformación social que contribuyen a la mejoría de la calidad de vida y dignidad de las personas que allí habitan. En la localidad de Juan Jose Castelli, el proyecto de Mitigación De Los Efectos De La Pandemia (liderado por JUM) se enfoca en la salud mental y la economía de las comunidades indígenas Wichí. Uno de los principales desafíos del proyecto es el abordaje de la salud mental de la población después de la pandemia, respetando su cosmovisión y espiritualidad. Varias de las personas de la comunidad expresaron haberse sentido angustiadas durante la cuarentena debido a la pérdida de lazos familiares y de amistad por la imposibilidad de transitar entre los territorios. Lazos afectivos que se han ido recuperando poco a poco con la apertura y vuelta a la normalidad.   Con las restricciones de movilización durante la pandemia, varias familias perdieron además su principal fuente de ingresos: salir a la ciudad o los pueblos a vender sus artesanías o los pocos alimentos que pueden cultivar en sus tierras aún con las dificultades climáticas del territorio. Por esto, expresaron interés en la construcción de huertas, para que las verduras cultivadas en su propia tierra contribuyan a la mejora nutricional y de ingresos, a la vez que propician un ambiente de arraigo de las personas en su lugar de origen, donde se pueden sentir felices; creativas y productivas, con lo que minimizan migraciones a las zonas urbanas por situaciones de vulnerabilidad. Las huertas son además un punto de encuentro y oportunidad para fortalecer esos vínculos que han extrañado y generar otros que derivan en mayor cuidado de sus tierras y comunidades.  Otra situación que se vive en el Chaco -y que ha requerido Respuesta Rápida-, es la que han vivido productores rurales de la zona al ver en riesgo su ganado debido a un brote de rabia, que se suma a los efectos críticos de la sequía. Allí el proyecto “Recuperación de la producción de ganado menor de las familias de las organizaciones del departamento Sargento Cabral – Chaco” liderado por INCUPO ayudó a las familias productoras a hacer frente a los primeros impactos de la sequía de inicios de 2022, y así salvar a los animales y asegurarse un mínimo de consumo familiar. Un número importante de aspectos se agravaron por la situación crítica de la falta de agua de inicios del 2023 que en caso de no mejorar los próximos meses podría poner en riesgo a la población, pues ya el acceso y consumo de agua ha comenzado a escasear no sólo para los animales sino también para la población humana de las comunidades del departamento Sargento Cabral. En las cercanías de San Bernardo, comunidades wichi de Lote 3 y Las Tolderías, INCUPO, desarrolla también el proyecto Derecho Al Agua Y Alimentación Saludable, un proyecto para la mejora nutricional y el acceso al recurso hídrico. Con apoyo de la Mesa Local del Proyecto se han desarrollado las actividades de capacitación y para el desarrollo de la construcción de huertas y de aljibes que facilitan la recolección de agua. Un aspecto importante que logramos corroborar es el compromiso de las comunidades -así como de de las instituciones de la mesa local- para trabajar en la construcción de las huertas y aljibes. La labor de INCUPO, su conocimiento y capacidad de diálogo con las y los líderes de las comunidades, sus instituciones y la articulación que se genera, facilitan la conexión con estas comunidades y el avance concreto en los objetivos de cada proyecto. Para CREAS es de central interés ayudar a mitigar los efectos de estas crisis a tiempo, pero sobre todo acompañar a las comunidades a capacitarse para apropiarse de esas soluciones, proponer desde sus visiones particulares las vías de transformación y conocer también las oportunidades que pueden construirse con apoyos de organizaciones sociales y/o basadas en la fe que buscan, como el Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio, sumar aportes concretos a la dignidad de todas las personas y el cuidado de la Casa Común.  Más información sobre el Fondo de Respuesta Rápida y Mitigación de los Efectos de la Pandemia en esta nota.  Sigamos la conversación por redes sociales:  Facebook: @CreasLAC Instagram: @Creas_LAC LinkedIn: CREAS – Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio Twitter: @CreasTwitt  

Leer mas »

Conoce el Fondo de Respuesta Rápida y Mitigación de los Efectos de la Pandemia

1. ¿Qué es y cómo nació el fondo de Respuesta Rápida y Mitigación de los Efectos de la Pandemia? Cuando empezaron los momentos más críticos de la pandemia de COVID-19, en el año 2020, fue el Fondo de Pequeños Proyectos la herramienta inmediata que tuvo CREAS para brindar apoyos concretos a comunidades en Argentina. Los apoyos económicos del FPP ayudaron a brindar una primera respuesta a las situaciones tan inesperadas y particulares que trajo consigo esta crisis mundial cuyos alcances, para entonces, no teníamos manera de dimensionar. CREAS buscó sinergias con el trabajo de diaconía de las iglesias y organizaciones comunitarias para una respuesta solidaria que hiciera frente a las necesidades inmediatas de las comunidades. El contexto social, económico, ambiental y político de la post pandemia amplió los desafíos para las comunidades. Desde CREAS, nos sentimos interpelados por esta realidad, y como organización de servicio basada en la fe, trabajamos junto a las organizaciones en territorio para la dignificación de todas las personas. La respuesta implementada desde CREAS se denominó Fondo de Respuesta Rápida y Mitigación de los Efectos de la Pandemia. 2. ¿Cuántos proyectos o beneficiarios tiene/ha tenido? El Fondo de Respuesta Rápida y Mitigación de los Efectos de la Pandemia CREAS empezó a funcionar en abril de 2022 y estará disponible hasta abril de 2025 para brindar apoyo y acompañamiento a proyectos de comunidades en situación de vulnerabilidad. En septiembre de 2022 se comenzó la ejecución de 3 proyectos, uno de respuesta rápida y otros dos de mitigación de los efectos de la pandemia, los 3 en la provincia del Chaco. En 2023 iniciaron dos proyectos en Formosa: en enero uno de Respuesta Rápida para atender la sequía y en abril otro de Mitigación de los Efectos de la Pandemia. 3. ¿Qué tipo de proyectos apoya? El Fondo tiene dos tipos de proyectos, y sus nombres indican su naturaleza: Los de Respuesta Rápida se aprueban para atender en un tiempo corto, esencial, un evento que ocurre en el territorio generando algún tipo de emergencia para una comunidad, esta respuesta rápida debe atender las necesidades más críticas de la población y debe de articularse de alguna manera a la reacción que el Estado Local o Provincial está brindando. Los proyectos de Respuesta Rápida tienen una duración máxima de 6 meses. Junto con lo anterior existen otros proyectos orientados a Mitigar los Efectos de la Pandemia, en diferentes aspectos de la vida de las comunidades, en tal sentido tiene una serie de líneas de trabajo en las que las organizaciones pueden presentar sus proyectos: Salud, en sentido amplio (violencia de género, violencia intrafamiliar, salud mental, atención primaria de la salud – prevención de enfermedades, etc.) Seguridad alimentaria, apoyo a colectivos en riesgo de inseguridad alimentaria, educación nutricional, mejora nutricional, etc. Economía Social, Solidaria y Popular, orientada al desarrollo de iniciativas y sustentos de medios de vida. Agua, aquí se trabaja lo referido al acceso al recurso, a la construcción de infraestructura que facilite el acceso y cuidado del agua por parte de las comunidades.  Las que presentan proyectos al FRR-MEP involucran a otras organizaciones y actores del territorio. Los proyectos de Mitigación de los Efectos de la Pandemia tienen una duración de entre 9 y 12 meses, tiempo en el cual se pretende revertir algunos de los tantos efectos que la pandemia de COVID-19 dejó en las poblaciones. En ambos casos, brindamos un acompañamiento técnico para el desarrollo de cada proyecto y la definición de sus estrategias. 4. ¿En qué territorios tiene incidencia? Este Fondo prioritariamente trabaja en la Región del Gran Chaco Argentino, sin embargo, es posible considerar otras zonas geográficas del país. 5. ¿Qué viene o qué se está preparando? En 2023 se pretende avanzar en el desarrollo de más proyectos en diferentes territorios y junto a socios locales de CREAS y a otras nuevas organizaciones que se puedan incorporar al desarrollo de esta propuesta. También se está preparando, para el segundo semestre del año, un Encuentro de las Organizaciones que ejecutan proyectos y una serie de propuestas de capacitación para fortalecer las capacidades locales y hacer frente al conjunto de situaciones críticas a nivel local junto con el acompañamiento, visitas a terreno y orientación para el monitoreo de cada proyecto. Pronto compartiremos más información de estos proyectos. Sigamos la conversación por redes sociales: Facebook: @CreasLAC Instagram: @Creas_LAC LinkedIn: CREAS – Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio Twitter: @CreasTwitt

Leer mas »

Arranca con Taller de Gestión nueva tanda del Fondo de Pequeños Proyectos

El  Fondo de Pequeños Proyectos – FPP- nace como una iniciativa de cooperación ecuménica entre CREAS y Pan Para el Mundo, cuyo principal objetivo es fortalecer las capacidades y estrategias de organizaciones comunitarias que contribuyan a la ampliación de derechos de jóvenes, mujeres y diversidades y a la justicia social, económica, de género y climática. Desde su creación en 2003 hasta hoy, CREAS ha apoyado más de 850 proyectos en  Buenos Aires, Rosario y Córdoba, Argentina; y el Gran Chaco Sudamericano (Regiones del Gran Chaco argentino, boliviano y paraguayo). En los últimos años, CREAS ha apoyado alrededor de 40 proyectos por año, enfocándose en acompañar el fortalecimiento de organizaciones del territorio argentino.    >>> Conoce aquí las estadísticas del Fondo en 2022. El FPP es una de las herramientas de intervención territorial de CREAS. Además del apoyo económico que reciben las organizaciones que acceden al Fondo, reciben acompañamiento técnico, teórico y metodológico que empieza en el momento de presentar los proyectos para que puedan aplicar a éste.  ¿Qué hacen las organizaciones comunitarias, organizaciones de base y organizaciones basadas en la fe al formar parte del Fondo de Pequeños Proyectos? Identifican una problemática comunitaria y cómo quieren abordarla para darle solución Reciben apoyo para la escritura de sus proyectos, haciendo énfasis en la redacción de sus objetivos para la planificación, monitoreo y evaluación. CREAS hizo una guía que ha sido usada por las organizaciones a lo largo de los veinte años del FPP.   Los proyectos presentados son analizados por un comité integrado por personas conocedoras de los temas y territorios, y que forman parte de las alianzas de CREAS: universidades, iglesias y otras organizaciones de apoyo al desarrollo y son quienes deciden qué proyectos se apoyarán con base en criterios de territorialidad, contribución de la propuesta al ejercicio de derechos, participación y articulación de actores, entre otros. Taller: gestión y rendición de los proyectos.  Una vez aprobados por el comité, los proyectos son convocados a un encuentro formativo en el que conocen herramientas y recomendaciones para la gestión e implementación de sus proyectos, así como la rendición de cuentas y resultados que, no solo les permitan aplicar a otros apoyos en los términos de las convocatorias, sino a llevar registros precisos y valiosos sobre lo que hacen y lo que pueden hacer. El pasado 14 de abril, diecisiete organizaciones beneficiarias del FPP 2023 participaron del taller en el que Rosaura Andiñach, Coordinadora del Fondo de Pequeños Proyectos, brindó herramientas que ayudan a la organización a monitorear los recursos y las actividades para asegurarse de que el proyecto pueda cumplir en tiempo y forma los objetivos planteados.  El taller es, además, un espacio en el que las organizaciones con proyectos apoyados se conocen e intercambian experiencias. Organizaciones con proyectos similares, o que trabajan en el mismo territorio, suelen establecer contactos de colaboración gracias a estos encuentros: hemos visto cómo suman fuerzas y crean procesos de apoyo mutuo para para contribuir a procesos de transformación en sus comunidades, en el fortalecimiento de nuevas economías y el acceso a derechos de jóvenes y mujeres.  Para muchas de las organizaciones el FPP es su primera experiencia recibiendo fondos a través de la formulación de un proyecto propio, es por eso que para CREAS es esencial el acompañamiento y capacitación en todo el recorrido. Una vez se termina de implementar  el proyecto, las organizaciones están más capacitadas para buscar otro tipo de fondos o apoyos con los que puedan seguir trabajando en sus territorios.  Durante el resto del año el Fondo de Pequeño Proyectos se concentrará en el acompañamiento y capacitación a las organizaciones apoyadas con talleres y encuentros presenciales para fortalecer las capacidades de gestión y los procesos de cada organización.  ¡Seguiremos contando su avance! Más historias de territorio e información sobre proyectos que han sido apoyados por el FPP, aquí:  Ninashpa Cerámica – Santiago del Estero.  Escuela Deportiva Nueva Generación – Córdoba. Fundación Suyai – para mujeres en Córdoba.  Casa Chaco Stylo – Hip Hop en Resistencia. Nodo TAU – planta de residuos eléctricos y electrónicos en Rosario. Seguimos conversando en redes sociales: Facebook: @CreasLAC Instagram: @Creas_LAC LinkedIn: CREAS – Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio Twitter: @CreasTwitt

Leer mas »

ecoalaene y la teoría económica de los bienes comunes para el desarrollo sostenible

Por: Lina Salas Ramírez – lina@creas.org Coordinadora de Comunicaciones Estratégicas de CREAS ecoalaene, potenciando economías conscientes también conocido como la Escuela Latinoamericana de Economías para la Vida es un proyecto que desarrolla PIDESONE – Programa Internacional de Democracias y Nuevas Economías de la Universidad de Buenos Aires (UBA) junto con CREAS, para trabajar en la región -en conexión con movimientos globales- con el objetivo de: “promover el intercambio interdisciplinario de jóvenes profesionales, investigadores, emprendedores, empresarios, con responsabilidad en políticas públicas y con desarrollos empíricos, para la producción teórico-práctica sobre nuevas economías, la promoción del desarrollo humano integral y sostenible, la protección de los bienes comunes desde un enfoque en políticas públicas y/o prácticas territoriales”. Se puede hallar más en esta nota que compartimos con Qonakuy, la red de universidades protestantes y evangélicas de Iberoamérica.   En relación con ese objetivo integrador, no solo entre personas y disciplinas, sino entre la teoría y la práctica, fue precisamente Qonakuy (y la UniReformada como anfitriona de la II Asamblea de esta misma red) quienes invitaron a ponentes de ecoalaene a liderar un conversatorio+taller que José Oscar Henao, Economista Senior de Cáritas ALyC, investigador Principal del PIDESONE y docente de @ecoalaene tituló ‘Bienes comunes y desarrollo sostenible: una mirada desde la teoría económica y el trabajo territorial’. Tomaré este encuentro como ejemplo inicial (aunque mencionaré otros dos) de esas exposiciones teóricas y metodológicas, pedagógicas, que he tomado de desarrollos hermenéuticos de Henao en múltiples espacios formativos y que, a mi parecer, hacen de ecoalaene un proyecto que puede sumar con su presencia en cada vez más espacios vocacionales, de difusión y de co-creación del desarrollo que nos soñamos quienes sabemos que para cuidar la casa común se requieren procesos que puedan sostenerse en el tiempo, respetando las dinámicas del mismo planeta y las comunidades en él; un interés transversal, sin duda, para las organizaciones basadas en la fe, como CREAS y Qonakuy. Una teoría que resulta muy interesante por su posición optimista (y comprobada con buenos ejemplos) respecto a las conductas humanas para el desarrollo social y económico que permite ese cuidado de la casa, es la del gobierno de los bienes comunes. El modelo de gobierno de los bienes comunes plantea que las comunidades están en capacidad de tomar sus decisiones de manera autónoma, desarrollar procesos de planeación, incidencia en los gobiernos y gestionar de manera cooperativa procesos de producción y comercialización.   El nobel de economía Richard Thaler señala elementos conductuales que se requieren para lograr transformaciones que nos beneficien como sociedades: Reconocer que no somos más un homoeconomicus impulsado solo por una conducta individual. Reconocer que nuestras conductas no necesariamente están impulsadas por los «espíritus animales» que John Maynard Keynes acuñó en 1936 para referirse a las acciones irracionales, imprecisas y emocionales del individuo que provocan variaciones en la economía imposibles de calcular. Pasar a un interés colectivo que facilite estrategias de cooperación para llevar adelante un proyecto común. Y Elinor Ostrom, primera mujer Nobel de Economía (2009), nos habla del Gobierno de los Bienes Comunes, planteando cómo las comunidades pueden desarrollar y dirigir sus propias estrategias de bienestar, identificando sus procesos, reconociendo sus limitaciones y sin que agentes gubernamentales o privados les indiquen cómo hacerlo. Así que, ¡atentas aquí, organizaciones de base! ? Para que las transformaciones sociales puedan darse, Ostrom enumera 3 modelos que la teoría económica también suministra: Tragedia de los comunes: es una paradoja planteada por Garrett Hardin en 1968 que plantea que los bienes comunes (que por ende son de todos) se ven siempre perjudicados por el uso indiscriminado. Sin embargo, Ostrom rebate con amplias evidencias que demuestran la viabilidad de la participación comunitaria en la gobernanza de bienes naturales y sociales de importancia social crítica. Para Elinor es esencial que se reconozca necesario ayudar, cooperar con le otro/a. Dilema del prisionero: es un problema fundamental de la teoría de juegos que demuestra que dos personas pueden no cooperar pese a que si lo hicieran el resultado obtenido sería mejor para las dos partes; por lo cual Ostrom plantea que para llegar al gobierno de los bienes comunes las comunidades deben poder encontrar que la mejor decisión posible para todos es poder cooperar siempre y cuando la información esté completa. Que todos conozcan los riesgos, oportunidades y beneficios. Lógica de acción colectiva: que deriva de un interés común y requiere de la definición de acciones claras para poder transformar. Ahora, hay muchas formas de desarrollo para lograr el bienestar de las comunidades, pero cuanto más a lo macro vamos más evidente se hace la necesidad de un Desarrollo Sostenible (o sus equivalentes en otras corrientes de pensamiento) que, como lo he mencionado anteriormente y por su propio nombre redunda, se refiere al sostenimiento de los recursos, la vida, los ecosistemas y los seres en ellos; el planeta en sus sistemas. Las Naciones Unidas diseñaron la Agenda 2030 (con sus objetivos, metas e indicadores) conceptualizando la sostenibilidad como la relación y construcción de estrategias de desarrollo que contemplen tres dimensiones (reconociendo qué efectos tiene): «económica, donde nos solo prime el tema de crecimiento sino también una dimensión social que implica elementos redistributivos, de reducción de la pobreza y otros elementos; y por supuesto esto no puede estar sin un elemento ambiental, lo que implica uso eficiente de los recursos, transición energética, entre otros. como lo explica José Oscar Henao de Cáritas América Latina y el PIDESONE desde el momento 1:04:50 en la transmisión de su ponencia sobre Energía y Pobreza Multidimensional del 2° Congreso Internacional de Economía de Francisco en América Latina y el Caribe. De manera que lograr lo que se proponen los objetivos de esta agenda para el año 2030 implica unas visiones individuales que integren lo colectivo y viceversa: que lo colectivo considere lo individual como un activo esencial (y muy valioso) para esa construcción de grupo. En eso estuvo centrado el workshop/taller que realizaron en la UniReformada durante la II Asamblea Qonakuy y que compartiremos más adelante en una nota sobre innovación social.

Leer mas »
Ninashpa, cerámicas en Santiago del Estero

Ninashpa: la oportunidad de la tierra en las familias de Santiago del Estero

Por: Lina Salas Ramírez Coordinadora de Comunicaciones Estratégicas CREAS lina@creas.org Ninashpa es en lengua quichua la unión de tierra y fuego. Ninashpa eligió llamarse en 2021 un grupo productivo de mujeres que elaboran cerámicas en Santiago del Estero, entre las Comisiones Municipales de Bandera Bajada, La Invernada y Vaca Huañuna. Es una de las iniciativas que hemos apoyado con nuestro Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS. La historia de Ninashpa es, para mí, un poema de resistencia; una bella muestra de nuestra naturaleza humana y la organización femenina; creativa y colectiva. “En el año 2019, veinte personas de parajes rurales de Santiago del Estero y otras veinte de otras provincias del país (Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Buenos Aires) realizamos un Campamento de trabajo productivo que giraba en torno al armado de huertas agroecológicas familiares. Lamentablemente el tiempo fue muy lluvioso esos días y poco se pudo hacer en las huertas. Pero esa dificultad abrió paso a una gran posibilidad que pudimos visualizar esos días: Nos acompañaba en el campamento Celina Veloteri, compañera ceramista de la Fundación EPyCA. Al tomar esos días contacto con el barro que estaba por todos lados, Celina se dio cuenta que con ese barro podíamos trabajar piezas de cerámica. Cerramos ese campamento con el horizonte de empezar a aprovechar esta oportunidad. En el año 2019 tuvimos nuevamente la visita de Celina Veloteri, esta vez para un campamento para comenzar el proyecto productivo de cerámica. Construimos el primer horno en Vaca Huañuna, comenzamos a aprender la técnica y dimos los primeros pasos en la producción. En octubre del año 2020, junto con la pandemia, tomó nueva fuerza el impulso del 2019. En varias zonas nos congregamos mujeres para aprender la técnica, construimos varios hornos de cerámica en Invernada Sur (2), Río Muerto (1) y El Cruce (1) y con el acompañamiento virtual de Celina fuimos aprendiendo más de este oficio”. Actualmente Ninashpa tiene 8 hornos que han elaborado las mismas mujeres, con sus manos, desde 2018, en parajes como Invernada Sur, Vaca Huañuna, Río Muerto, El Cruce, Santos Lugares y Anca Overa. Así están repartidos los grupos: El Cruce: Alicia, de 57 años; Micaela (su hija de 26) e Irma de 61. Vaca: Salma de 54, Patricia de 25, y Marisa. Río Muerto: Demetria en los 50, Cecilia 25. Invernada Sur: Eusebia, Florencia, María y Estela, todas entre 55 y 60 años. Santos Lugares: Cristian y Abel, y su hijo Edmundo con su esposa Estela. Una familia completa. Anca Overa: Sulema, Mario, Mercedes, y su familia extendida también apoya. Lucindo es otro compañero. Los hornos congregan a las familias y congregan a las comunidades, el viaje más largo que se hacen cuando se reúnen es entre El Cruce y Santos Lugares, movilizándose alrededor de 100 km (y entre una hora y media y dos de camino) que en algunos casos deben hacer en moto, dependiendo del presupuesto. Por este mismo motivo, se han decidido a producir en sus propios hornos (evitando exponer la cerámica a golpes) y se reúnen, eso sí, para continuar reforzando sus vínculos y construyendo su colectivo de manera horizontal: “Líderes somos todas, cuando nos surge algo nos juntamos a definirlo. Con Ninashpa buscamos volver a las tradiciones que heredamos. En nuestra zona era muy común que se hicieran vasijas para el agua y aunque la costumbre se había perdido, ahora todas lo hemos vuelto a hacer y quienes no las tienen, las quieren y están por tenerlas. Mientras yo hago mi vasija, hablo con mis compañeras, les explico y ellas me explican también. Intercambiamos ideas y entonces a alguna le sale un molde o una forma. Ninashpa es la lucha por mejorar como mujeres nuestra calidad de vida. En la zona hay pocas opciones laborales más que el trabajo en la propia huerta o con los animales en casa. También surgen trabajos de construcción en algunos casos y de carpintería, pero quisiéramos que se redujera la tala de árboles, aunque necesitamos trabajar. Algunas de las mujeres de nuestro grupo tienen jubilación, algunas tienen algún pequeño negocio, y para ellas también tiene un significado muy importante como lo tuvo para mí que me dedicaba a la casa y ahora estoy enfocada en mi proyecto productivo. Nos recreamos, aprendemos, creamos y vendemos lo que obtenemos de esa misma tierra que cuidamos”. Alicia Yñíguez, El Cruce. El proyecto empezó siendo labor de las madres, las tías, las abuelas. Los hombres ayudaban en tareas específicas como construir los hornos o conducir los vehículos cuando debían trasladarse, y los/as más jóvenes solían quedarse muy al margen, ayudando en tareas aisladas que se les pedían directamente. “Al vernos trabajar a nosotros en un principio nos miraban como que no les gustaba mucho”, me dijo Alicia. Esto lo quise saber de los mismos hijos y se lo pregunté a Micaela, quien había estado tímida en todo el encuentro y me dio la bonita sorpresa de una voz contundente y clara. “Nosotros no nos queríamos ensuciar tanto. Al principio yo lo veía como algo que no me gustaba. Empecé haciendo el trabajo más leve para ensuciarme lo menos posible; al menos lo digo desde mi experiencia. Después, al ver el trabajo, el cansancio, a mi mamá con las tareas más pesados, empecé a ayudarla un poco más y ahora ya me ensucio (risas). Sin ningún problema lo hago y voy aprendiendo más. Antes hacía más que nada decoración y arreglos porque es lo que más me gusta hacer. Soy profesora de pintura y dibujo así que veo un poco de mi arte en la cerámica”. – Micaela Son 25 las mujeres de Ninashpa pero alrededor de 1.500 las personas (varones y mujeres jóvenes y adultas) a las que alcanza indirectamente este proyecto: familias y amigos, compradores, personas de las comunidades. Es fascinante ver a la madre hablar de la oportunidad que surgió de la tierra misma y a la hija sentarse con ella en la misma banca, en un abrazo seguro, para hablarme juntas del impacto que esto ha tenido

Leer mas »