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Noviolencia y el Evangelio de Jesús como llamado de paz

Por Jenny Neme Neiva, bogotana, miembro de la Iglesia Menonita de Colombia. Asesora en temas de paz y reconciliación. Trabajadora Social con Maestría en Estudios Políticos. La Organización de Naciones Unidas ONU, estableció en su asamblea del 15 de junio de 2007 que el 2 de octubre se conmemore el día Internacional de la noviolencia, en homenaje a Mahatma Gandhi líder del movimiento de la Independencia de la India y pionero de la noviolencia. Exhorta a «difundir el mensaje de la no violencia, incluso a través de la educación y la conciencia pública». Muchos cristianos en el mundo, se unen en esta y otras fechas a promover la noviolencia y temas asociados, como la paz, el cese de fuegos, la convivencia pacífica, la no discriminación y la no estigmatización.   En Colombia, cristianos menonitas, fundamentados en su comprensión del Evangelio de Jesús como un evangelio de paz y noviolencia, entienden que sus comunidades de fe tienen el llamado a promover la noviolencia y la paz a través de acciones prácticas. La noviolencia tiene diferentes comprensiones. Por un lado, es entendida como una expresión de la espiritualidad. La vida y ejemplo de Jesús son un referente para practicar la noviolencia. La oración, la reflexión, el discernimiento comunitario, el compartir en ambientes de respeto, fomentar el diálogo y la construcción de acuerdos para buscar salidas a los conflictos son claves para desarrollar esa espiritualidad. Por otro lado, en una jornada de trabajo, líderes de iglesias concluyeron que «la noviolencia es un credo, una pasión, una actitud, una convicción, un método, una forma de actuar» . Encontraron que el desafío además de buscar alternativas a la violencia, está en hacer de la noviolencia una práctica permanente. Dentro de las acciones que se emprenden, están los procesos formativos con distintos grupos etarios, el servicio voluntario o vocacional en asistencia humanitaria, trabajo educativo, promoción de derechos humanos, entre otros. Existen agencias globales como el Comité Central Menonita, con más de 100 años de existencia y servicio en todos los continentes. Así mismo están los Equipos Cristianos de Acción por la Paz ECAP, que surgieron por iniciativa de los menonitas y otras iglesias históricas de paz para intervenir de manera noviolenta ante situaciones de conflicto armado y proteger personas amenazadas acompañándolas y exponiéndose junto a ellas. En su teología y praxis, los menonitas de algunas partes del mundo buscan transformar relaciones para que sean justas. Esto incluye la denuncia profética de la violencia mediante una crítica activa de las políticas de gobierno como, por ejemplo, en contextos de guerra, de dictaduras, etc. En varias partes del mundo se fomenta la objeción de conciencia al servicio militar, buscando que los jóvenes no se incorporen a los ejércitos y opten por acciones noviolentas. En la actualidad, se ha incorporado otra dimensión bíblica y es el cuidado de la integridad de la creación. Un estilo de vida simple y el uso responsable de los recursos limitados del mundo ha sido una de las posturas típicas de los menonitas por mucho tiempo.   Esta visión ha sido compartida con muchas otras tradiciones de fe que promueven la paz y la reconciliación. El testimonio cristiano de paz y noviolencia corresponde integralmente al caminar como seguidores de Cristo en la vida de la iglesia y en su carácter de «familia de Dios» y «morada de Dios en el Espíritu» (Ef 2:19,22). Es por ello que iglesias sienten el llamado y la responsabilidad de discernir las señales de los tiempos y responder proactivamente al contexto través de iniciativas de noviolencia y paz basadas en la vida y enseñanza de Jesús (Lc 19:41-44). Menonitas y católicos, tienen en común la convicción de que la reconciliación, la noviolencia y el compromiso activo por construir la paz, son centrales en el Evangelio (Mt 5:9; Rom 12:14-21; Ef 6:15). El esfuerzo cristiano por la paz emplea la noviolencia activa para la resolución de conflictos tanto en disputas domésticas como internacionales, y para resolver situaciones conflictivas. Creen que, reconociendo esa posibilidad, se puede influir en gobiernos o instancias decisoras para desistir del uso de armas, aún como último recurso. En los últimos años, la iglesia católica con el apoyo de Pax Christi Internacional impulsó un discernimiento global y participativo sobre la noviolencia y la paz para profundizar la comprensión y el compromiso católicos con la noviolencia desde el Evangelio y puso a disposición recursos bíblicos, teológicos, éticos, pastorales y estratégicos para que más creyentes amplíen este pensamiento y práctica. Así como menonitas y católicos desarrollan acciones para activar su voz profética ante la realidad de las guerras y confrontaciones globales, animamos al movimiento ecuménico a aumentar su voz en rechazo a la violencia y posicionar la noviolencia como un estilo de vida y una ética política y vivencial a través de prácticas concretas que promuevan la defensa de la vida, la digna humana y de la creación. Una diaconía ecuménica para la paz se hace urgente para movilizar a las personas, comunidades y sumar esfuerzos continentales que exhorten los poderes e incidamos en la transformación global para disfrutar de la paz, como un regalo de Dios.   Recursos: 1. Noviolencia. Horizonte político desde sus fundamentos Bíblicos y Teológicos. Módulo 1. Lizarralde Mauricio, Compilador. JUSTAPAZ, SweFOR, SERPAJ. Nov 2009. P35. 2. Comité Central Menonita CCM. https://www.mcclaca.org/es/ 3. Equipos y Comunidades de Acción por la Paz. https://cpt.org/es/colombia 4. Impulsando la Noviolencia y la Paz Justa. https://payhip.com/b/4eBuq. https://nonviolencejustpeace.net/wp-content/uploads/2021/10/NonviolenceStudy-Guide_Spanish_V2.pdf

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Encuentro regional: Resiliencia, Justicia Climática y Desarrollo Sostenible en Chaco

Los días 19 y 20 de septiembre el Foro ACT Argentina organizó en Resistencia, Provincia del Chaco, un encuentro de intercambio con organizaciones de desarrollo, comunitarias y basadas en la fe (OBF), para conocer los resultados del relevamiento de datos socioambientales en la región del Gran Chaco Argentino, realizado en el contexto de la sequía de 2022, junto a OBF y la Cruz Roja Argentina, también con el apoyo de la oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas – UNOCHA y la Oficina del Coordinador de Naciones Unidas en Argentina – OCRNUArg. El relevamiento de información se centró en la situación de sequía, considerando las perspectivas de las comunidades en cuanto a necesidades humanitarias, de acceso a derechos básicos y a condiciones socio sanitarias. En esta ocasión el encuentro permitió analizar la situación del territorio y reflexionar en conjunto de cómo enfrentar la adaptación al cambio climático y a diferentes eventos que podrían desarrollarse, como parte de la gestión de riesgos desde el territorio. Además, posibilitó fortalecer capacidades y ver cuáles son los desafíos para las organizaciones en el territorio.   El año pasado se presentaron las conclusiones preliminares a la Red Humanitaria Internacional Argentina (RHIA) de la cual el Foro ACT forma parte desde el 2021 y este año la presentación de los resultados se hizo a las organizaciones y a referentes de algunas comunidades que participaron. El Informe es parte de la labor de rendición de cuentas del Foro ACT Argentina a las organizaciones que participaron y a las comunidades locales. Entre sus principales hallazgos se encuentran las brechas en materia de acceso a derechos básicos como la alimentación, la salud y la educación, los impactos de las sequías sucesivas y la dispar presencia de los Estados Provinciales, junto con los desafíos que presentan en el territorio las cuestiones ambientales, relacionadas con el cuidado de la creación y el desarrollo sostenible. . Como parte del evento, conversamos de temas relacionados y relevantes, como el enfoque de Triple Nexo: que relaciona temas humanitarios, desarrollo y la paz y que fue presentado virtualmente por Gianni Morelli, Regional Disaster Response Advisor en UNOCHA. Morelli abordó la perspectiva conceptual y los desafíos que representan para la comunidad internacional este abordaje que es complejo y se busca integral, y que pone en relieve factores como la acción sin daño y la centralidad en las personas, sus vulnerabilidades y derechos. Este tipo de enfoques permiten considerar las mejores estrategias posibles en función de los recursos disponibles -y por conseguir- desde el plano internacional, nacional y local, con la participación de diferentes actores y con el compromiso claro de transformar la situación de desastre, crisis prolongada o evento, promoviendo erradicar las causas que lo generaron. “El enfoque de Triple Nexo permite, a una organización como CREAS, poder apoyar mejor los procesos comunitarios y los actores presentes en los territorios, gestando un entramado de relaciones positivas que promuevan lógicas de desarrollo sostenibles, fortaleciendo procesos de diálogo social que orienten y promuevan la paz y de igual modo fortalecer las capacidades comunitarias para hacer frente a situaciones de crisis y desastres que requieran desarrollar acciones humanitarias. De este modo un abordaje integral permite dialogar con distintos actores de la comunidad local, nacional e internacional orientando de mejor manera la aplicación de recursos tendientes a la transformación del territorio”. Jorge Fernández, CREAS. Desde el Foro ACT, en el evento se abordaron los desafíos relacionados a la situación actual en el país (y su conexión con otros procesos globales y regionales), lo cual señala que es imperativo tomar acciones desde todos los ámbitos de la vida en sociedad, desde la promoción de nuevas pautas de desarrollo y producción por parte del sector privado, hasta la necesidad de mayores regulaciones por parte de los Estados y el cumplimiento de la legislación vigente, además de la implicación de la sociedad civil. En el encuentro se destacó la importancia de herramientas como el Acuerdo de Escazú y hubo también espacio para el intercambio de experiencias y buenas prácticas que desarrollan las organizaciones asistentes en materia de acceso al agua, promoción y acceso a la seguridad alimentaria y la promoción del desarrollo de comunidades criollas e indígenas. Así también pudimos conocer detalles de la presencia del Sistema de Naciones Unidas en Argentina, Bolivia y Paraguay. Participaron referentes de comunidades de Formosa y Chaco, JUM (Junta Unida de Misión), INCUPO (Instituto de Cultura Popular) , APCD (Asociación para la Promoción de la Cultura y el Desarrollo), Asociana (Acompañamiento Social de la Iglesia Anglicana en el Norte Argentino), ENdePA (Equipo Nacional de Pastoral Aborigen), y organizaciones invitadas como Cáritas Argentina y SATEM Argentina (Soporte Alerta Temprana Eventos Meteorológicos).  

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Jóvenes en Chaco Pan para el mundo y organizaciones comunitarias

Juventud, empoderamiento y desafíos: Encuentro desde la educación popular

13 y 14 de septiembre realizamos este encuentro de contrapartes de Pan para el Mundo de Argentina y Paraguay, ‘Juventud, empoderamiento y desafíos: Encuentro desde la educación popular’ en el que participaron jóvenes referentes de organizaciones comunitarias y representantes de: CREAS CAREF Hora de Obrar SERPAJ Paraguay Callescuela (Paraguay) Centro Comunitario Yakacuaha Red de Organizaciones Comunitarias «Monseñor Angelelli» Durante estas dos jornadas, visitamos instancias de organización comunitaria en el Gran Buenos Aires y en Capital Federal, con el objetivo de conocer experiencias de organización comunitaria para la atención de necesidades educativas, recreativas, de la salud, culturales y demás, centrándose en las necesidades de los jóvenes de comunidades vulneradas. Desde CREAS invitamos a Paola, Brayan y Nahuel, referentes jóvenes del Centro Comunitario Yakacuaha en Moreno, a través del cual hemos brindado apoyos del Fondo de Pequeños Proyectos algunas veces; los dos últimos en 2021 y 2022. «Como organizaciones que elegimos construir desde la perspectiva de la educación popular, nos parece muy importante crear lazos de intercambios constantes con movimientos y que tengan propuestas pedagógicas similares y que cada intercambio nos aporte desde la experiencia vivida». Un mundo donde quepan muchos mundos, 2022: con el que organizaron un encuentro de intercambio de jóvenes con la Universidad Campesina (MOCASE). Conectando mundos, 2021: que plantearon con el objetivo de instalar recursos tecnológicos y de capacitación en medios de comunicación comunitarios y alternativos para jóvenes del barrio y para su acompañamiento pedagógico-escolar. «Desde el Centro Cultural Yakacuaha queremos agradecer el habernos tenido en cuenta para participar del 2do encuentro ‘Juventud, empoderamiento y desafíos’. Desde lo compartido nos llevamos distintas experiencias enriquecedoras con las organizaciones, en prácticas, encuentros colectivos, el relacionarnos con diferentes culturas, escucharnos y también el ponernos en el lugar del otrx». Visitamos: Asociación Civil Cruz del Sur, González Catán Proyecto educativo y recreativo San José y Hogares de Cristo, La Matanza Haciendo rap juntxs, Glew Obra de la Parroquia Cristo Obrero, Barrio Mugica En las jornadas del 13 y 14 de septiembre visitamos las experiencias y el 2 de octubre haremos un nuevo encuentro digital para reflexionar sobre lo que hallamos y sacar conclusiones en favor de nuestras propias prácticas y las de las organizaciones que apoyamos en el fortalecimiento de sus capacidades.

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Formación en diaconía ecuménica para la paz: CREAS en encuentro por la reconciliación en Colombia

Artículo escrito tomando las notas de la ponencia de Horacio Mesones, Director Ejecutivo CREAS. Del 8 al 11 de agosto se realizó el Encuentro Internacional por la Reconciliación en Colombia: Experiencias y Aprendizajes Ecuménicos en la Construcción de la Paz, organizado por el Diálogo Intereclesial por la Paz: DiPaz, en el marco del cual Horacio Mesones, Director Ejecutivo de CREAS presentó una ponencia en la Conferencia Pública Internacional: Enfoques en la construcción de paz. Este evento ocurre en un contexto en el que Colombia, una nación con una historia de más de 50 años de conflicto armado -y con diversos procesos de conciliación por la paz– se encuentra ahora en desarrollo de una política de implicación de múltiples actores en la iniciativa de paz total. En este proceso ha sido esencial la participación de las organizaciones basadas en la fe – OBF como veedoras y así también por su capacidad de llegar a los pueblos y territorios; las iglesias y organizaciones ecuménicas en Colombia han mantenido a lo largo de los años su compromiso incansable por una paz justa, para lo cual han mantenido un diálogo constante con iglesias y organizaciones hermanas tanto dentro como fuera de la región latinoamericana. Desde CREAS, hemos sido testigos y hemos acompañado diversas experiencias y plataformas de las iglesias y organizaciones colombianas. Uno de estos, el encuentro internacional a principios de 2015, en el cual se estableció la estrategia de trabajo de DIPAZ. Desde entonces, cambios significativos han ocurrido en el contexto global y nacional de Colombia, donde se abordan los procesos de paz en el marco de una política pública que busca fortalecerlos: “Esta política brinda mayores oportunidades de participación a la sociedad civil y a las iglesias, con un enfoque territorial. Este contexto plantea un desafío a las iglesias y organizaciones: el de revalorizar los procesos en los territorios, especialmente aquellos que se desarrollan en el ámbito de una diaconía ecuménica profética orientada hacia la paz con justicia. Esta diaconía implica el diálogo con diversos actores locales y la colaboración con las instancias institucionales de las iglesias y sus líderes. Esto es fundamental para lograr una participación e influencia en diálogos políticos de alto nivel. El marco teológico de la diaconía ecuménica dirigida a la justicia, la paz y el cuidado de la Casa Común ha servido como base para la acción transformadora en busca de dignificar la vida de las comunidades; atendiendo las causas del sufrimiento en las comunidades más vulneradas y proclamando a través de gestos concretos que un mundo reconciliado, fraterno, justo, pacificado y en convivencia armoniosa con la Creación es una posibilidad alcanzable”. – Horacio Mesones. La definición de la Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias en Busan en 2013 lo expresa con claridad: “La diaconía es una respuesta inmediata a los sufrimientos presentes en el mundo. La diaconía es un compañero natural de la misión en el siglo XXI. La justicia está intrínsecamente ligada a la diaconía, ya que la justicia cobra mayor relevancia cuando se pone en acción. La justicia aborda los problemas subyacentes que hacen que la diaconía sea necesaria.” La diaconía ecuménica como dimensión de la teología práctica tiene relevancia en un contexto en el cual se requiere una acción articulada a nivel territorial, institucional y estatal, y su dimensión profética adquiere significado cuando las prácticas locales se conectan con acciones que involucran a las iglesias (y otras organizaciones de la sociedad civil) y a sus líderes, en la participación e influencia en diálogos y negociaciones de alto nivel. En el año 2018 desde CREAS asesoramos un proceso de análisis junto a la agencia Christian Aid en torno a las violencias múltiples que se viven en América Latina. Este trabajo partió del análisis del trabajo en los territorios, e identificó cuatro ejes en los que se visibiliza el impacto de la violencia a nivel territorial: La violencia basada en género La de base étnico racial, que en muchos contextos se entrecruza con los conflictos por el control de los recursos naturales en los territorios La violencia social derivada de la resolución violencia de conflictos en las comunidades La violencia institucional y contra defensores de Derechos Humanos, y la derivada de conflictos armados de larga data. No podemos dejar de enfatizar los efectos que se refuerzan en el entrecruce de estas dimensiones de la violencia. En el contexto latinoamericano, además, es necesario considerar la incidencia de la enorme desigualdad, que se ha visto agravada por la pandemia, y también tener en cuenta el enfoque de interseccionalidades, así como el impacto de los modelos de desarrollo extractivista. A esto se suman las limitaciones a la participación social y política, junto con la reducción de espacios de acción para la sociedad civil en muchos países. Inspirados en el estudio previamente mencionado, entre 2018 y 2019 organizamos dos encuentros con jóvenes para explorar respuestas desde la acción local. Estos encuentros se llevaron a cabo en dos de las ciudades con mayores índices de violencia en la región en ese momento: Tegucigalpa (El Salvador) y Cali (Colombia). En dichos encuentros se profundizaron como líneas de trabajo prioritarias las de prevención, enfocada en reducir las desigualdades sociales y económicas para disminuir las posibilidades para que los niños, niñas y jóvenes se vinculen con la violencia, y la de formación en cuanto movilización de conocimiento generado desde prácticas transformadoras, para incorporar miradas de espiritualidad, éticas y prácticas que asienten una cultura de paz en relación con la dignidad de las personas. A estas prioridades se agregaron, además, las líneas de protección e incidencia. A partir de esta indicación realizada por los jóvenes, debemos cuestionarnos acerca de las bases de una pedagogía para la construcción de la paz. Desde la diaconía, esta pedagogía podría estimular dinámicas ecuménicas locales que fortalezcan el desarrollo local y la construcción de la paz en íntima relación con la justicia y el cuidado de la Casa Común, además, asumir la importancia del recambio generacional del movimiento ecuménico, que plantea un sano cuestionamiento a nuestras comprensiones históricamente

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PAMPA 2030 en Resistencia, Chaco: territorialización para la promoción de derechos de los pueblos originarios

Los pasados 3 y 4 de agosto de 2023 la Plataforma Argentina de Monitoreo para la Agenda 2030- PAMPA 2030 (de la que CREAS es parte como organización basada en la fe – OBF) convocó en Resistencia, Chaco, el taller ‘Fortalecimiento de las capacidades locales para la promoción de derechos de pueblos originarios y alianzas interactorales en la Provincia de Chaco’, que convocó alrededor de 50 personas para recibir capacitación en relación a la Agenda 2030, la centralidad del trabajo decente, la soberanía alimentaria, la sinergia entre trabajo decente y lucha contra el cambio climático y los derechos de los pueblos indígenas, en particular a partir del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo – OIT, ratificado por 22 países (y en Argentina por la Ley 24.071 en 1992 y vigente desde el año 2001, con carácter de obligatoriedad y prevalencia sobre las leyes nacionales), y que básicamente plantea la acción coordinada y sistemática para la protección de los derechos de los pueblos indígenas y tribales, con lo cual las naciones se comprometen a “adecuar la legislación nacional y a desarrollar las acciones pertinentes de acuerdo a las disposiciones contenidas en el Convenio”, así como a informar sobre la aplicación práctica y responder a las preguntas o sugerencias de los organismos de control. Por su parte: “El objetivo de la Agenda 2030 es promover y alcanzar una Nueva Agenda de Desarrollo sostenible que alcance a todas las naciones, todos los pueblos y a las personas. Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con sus 169 metas e indicadores, impulsan a centrarnos en un nuevo paradigma civilizatorio basado en las Personas, el Planeta, la Prosperidad, la Paz y la Participación de la sociedad”. La razón de ser de PAMPA 2030 como plataforma es la de monitorear la implementación de los acuerdos establecidos por el Estado Argentina en cuanto a sus Metas e Indicadores de los ODS en el marco de la Agenda 2030 y fomentar su territorialización, facilitando el diálogo práctico entre lo local y lo global para obtener verdaderos resultados en término de un desarrollo económico, social y ambientalmente sostenible. El objetivo de este encuentro (promovido por Redes Chaco, junto a PAMPA 2030, con apoyo de la OIT y el organismo provincial del Chaco encargado de la Agenda 2030) fue, además de la capacitación sobre la Agenda 2030, la construcción de una instancia local de PAMPA 2030 Chaco con participación de las organizaciones sindicales, pueblos indígenas, organizaciones basadas en la fe, organizaciones ambientalistas y defensores de derechos humanos. Asimismo, la Construcción de un diálogo interinstitucional con el gobierno y Agencias del Sistema de Naciones Unidas. Entre las actividades del encuentro, realizamos de la mano de INCUPO – Instituto de Cultura Popular (que también forma parte de PAMPA 2030) una visita a la comunidad QOM de Laguna Patos «Lapel Huotaxañilai» en Leonesa, Chaco, para hablar sobre el Convenio 169 de la OIT y su aplicación práctica. Jorge Fernández, del equipo de Desarrollo Territorial de CREAS expresó: Los desafíos de la territorialización requieren el involucramiento activo de los diferentes actores, por lo cual fue clave la presencia de las organizaciones locales del Chaco, en este marco, PAMPA 2030 facilitó la profundización del conocimiento de la Agenda 2030, junto con relacionar a las organizaciones locales con las autoridades del gobierno del Chaco responsables de los ODS en la provincia. El aporte metodológico de CREAS contribuyó al desarrollo de este taller, junto a su constante compromiso con el desarrollo sostenible, desde el trabajo multiactoral de la Agenda 2030, en el marco de PAMPA 2030.

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Economía Social, Solidaria y Popular: Un camino hacia la esperanza

Por: Lina Salas Ramírez, Coordinadora de Comunicaciones CREAS El jueves 3 de agosto se llevó a cabo, por invitación de la Universidad Cristiana de Panamá en colaboración con la UniReformada de Colombia y la Universidad Centro Educativo Latinoamericano UCEL, de Argentina, el webinar Economía Social, Solidaria y Popular: “Un camino hacia la esperanza’, que ocurrió como preludio al Curso en línea con este mismo tema que será del 8 de agosto al 31 de octubre. El encuentro juntó a la Mg. Maribel Gordón (Panamá), el Mg. Henry Chiroque (Argentina), y el Lc. Luis Vásquez (Argentina), quienes tienen amplia experiencia en el análisis, propuestas, implementaciones y evaluaciones de proyectos de la Economía Social, Solidaria y Popular, así como de otras formas de organización económica con enfoque social y para el bien común. Parte de las disquisiciones que se dieron en esta rica conversación apuntaron a: La Autonomía como principio y derecho. “Desde la lógica del mercado le llamamos Emprendimiento pero son mucho más que eso estas economías alternativas que se han forjado comunidades indígenas, afrodescendientes, jóvenes, mayores, y quienes no consiguen empleo. Una economía que no intenta competir con las grandes empresas sino que tiene una visión de sostenibilidad y factibilidad para sus propios recursos e ingresos, lo cual acaba con la inequidad estructural”. La verdad que supone que, como su nombre lo indica, frente a la individualidad que propone el sistema actual, que es discriminador y que profundiza desigualdades, la economía social y solidaria propone la Solidaridad; la Equidad y la Justicia en el corazón de su naturaleza. Lo alarmante que resulta que haya comunidades que no tienen ni para alimentarse o tener agua potable, que no tienen cubiertos ni sus derechos básicos en un mundo en el que otros grupos amasan incalculables fortunas. La importancia de la humanización de la economía; para que el eje esté puesto en el trabajo y la orientación de las actividades económicas considere el empoderamiento de las personas. El lugar válido que debe tener la cultura y el ocio, que nos ha sido arrebatados en el sistema de capital para el cual “lo que no va al mercado no tiene valor”, bajo una presión permanente por la productividad, restando a las personas calidad de vida. «La economía no es hablar difícil: hablar de la bolsa, etc. La economía social implica vínculos y eso requiere que se cierren los números con la gente adentro. Con la naturaleza y con una educación que no sea solo la educación bancaria sino que hable de invertir en la gente. No darle la ganancia al dinero, sino invertir en el territorio, en el desarrollo local, barrial; la economía circular, y las diferentes maneras de resolver problemas contemporáneos como, por ejemplo, lo que hacen en el ejercicio de su labor productiva recicladores de la chatarra y dispositivos tecnológicos que generan valor monetario mientras atienden una demanda ambiental. Hay llamados como el Laudato Sí que hacen este énfasis en reconocer la vida”. Mg. Henry Chiroque La Mg. Gordon también hizo hincapié en la importancia de replantear las variables y categorías desde las cuales teorizamos y atendemos en la práctica estos escenarios económicos. “Solo el crecimiento del PIB no indica crecimiento útil si la pobreza también está creciendo. No puede seguir siendo la única base para analizar el crecimiento de la actividad económica si no incluye el crecimiento con bienestar humano. Otro desafío es romper el esquema de sujeto del que ahora prevalece el sujeto mercantil (que tiene que tener dinero: capacidad, no de consumo, sino de consumismo)”. Mg. Maribel Gordón Por supuesto el cuidado del medio ambiente y el Desarrollo Sostenible son temas centrales para esta reconstrucción de nuestras estructuras de intercambio. Se mencionó el peligro que corre Panamá en este momento ad portas de contratos mineros que afectan la salud, desplazan la población y afectan la naturaleza, en pleno corredor mesoamericano. La importancia de las instituciones y el desarrollo de políticas públicas En medio de todo este panorama que además de ser cambiante requiere una atención sostenida, coherente, y con la presencia de Plataforma de Universidades Protestantes y Evangélicas de Iberoamérica Qonakuy (de la que forman parte UCRI; UCEL y UniReformada) surge en la conversación el papel esencial que juegan las instituciones educativas, especialmente las de educación superior, para incentivar la construcción de una nueva base teórica y de disputa ideológica que permita las economías para la vida. En Panamá, por ejemplo, reportó el moderador del webinar, Rev. Manning Suárez (Panamá), que se están perdiendo en promedio unos 10.000 empleos mensuales y que está aumentando vertiginosamente la población que vive en la calle. La inminencia de una crisis del sistema como lo conocemos nos recuerda que: “Toda economía es política, no se pueden escindir una de otra. Están fuertemente imbricados y se condicionan mutuamente aunque no sean lo mismo” Lic. Luis Vásquez Parte de toda esta preocupante transformación tiene que ver con la Crisis de los Estados de Bienestar, ahora que las ultraderechas radicales están surgiendo entre sectores obreros precarizados y procesos de exclusión en países que alguna vez gozaron de condiciones favorables como Polonia y Hungría. Es esencial la participación del Estado con democracia participativa, asumiendo que las políticas públicas intervienen en las dinámicas económicas y entonces proponerlas para impulsar la capacidad estratégica de la sociedad civil y las implementaciones de ciclos virtuosos en nuestras economías nacionales, separados de otros métodos que acrecientan esta crisis y sus duros efectos, como el extractivismo, tomando el ejemplo de modelos que han funcionado más allá de los límites geográficos, en la lógica de su virtud, como las economías campesinas que garantizan alimentos adecuados para la vida humana o la salud preventiva en reemplazo de la salud curativa y su potencial como negocio, sacrificando la garantía de derechos. “Debemos construir modelos actuales y acordes a la realidad de cada país o región, en los cuales se pueda garantizar la seguridad social de cada ciudadano”. Profesora Karynthya Ferreira, asistente al webinar En todo este entramado tienen un rol fundamental las organizaciones basadas en

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Yuraq Rumi centro comunitario

Organización Yuraq Rumi: un ejemplo de autogestión por los derechos de la comunidad

Por: Lina Salas Ramírez, Coordinadora de Comunicaciones CREAS Yuraq Rumi es una organización en la que participan 18 familias, de 64 ubicadas en Piedra Blanca, Córdoba y de las cuales más o menos el 60% son campesinos y campesinas migrantes de la comunidad boliviana quechua-parlante, conviviendo con familias argentinas. “Desde el año 2012, junto a la Fundación Gracia, nos empezamos a encontrar, conocernos, conocer a Dios y compartir nuestras necesidades y problemas. De a poco, nos aferramos a nuestras fortalezas y nos fuimos uniendo como grupo. A través de mingas de trabajo empezamos a construir un centro comunitario que actualmente funciona como iglesia, ropero comunitario, biblioteca, escuela de música, lugar de eventos sociales y espacio recreativo”. En Julio de 2020, en medio del duro contexto de la pandemia, decidieron producir su propio alimento a través de huertas familiares. Escribieron el proyecto, buscaron apoyo económico, pidieron semillas y herramientas a la Subsecretaría de Agricultura Familiar y a la Secretaría de Ambiente de la provincia y buscaron profesores que les capacitaran y guiaran. Quince familias pusieron en marcha las huertas de autoconsumo y las primeras cosechas se dieron desde abril de 2020 proveyendo alimentos en algunos casos incluso hasta abril de 2021. ¿Cómo vivieron la pandemia estas familias en el campo? Con el Covid-19 y las medidas de aislamiento social sus derechos fundamentales se vieron vulnerados: Trabajo: Quienes se dedicaban al emprendimiento con productos locales, como ladrillo y huevos, no tuvieron dónde ni a quién vendérselos, quienes trabajaban en empresas vieron reducidos sus sueldos en al menos 50% y aunque algunos recibieron apoyos del estado por medio de apoyos específicos, muchas no lograban acceder a ayudas por los trámites burocráticos para los cuales no tenían condiciones como migrantes recientes. Transporte: El único transporte público interurbano que funcionaba dejó de pasar Agua: “la municipalidad nos dejó de proveer agua o si traía era muy irregular y desigual. En resumen nos encontrábamos sin trabajo, sin transporte para comprar alimentos, y sin agua”. Solución: ¡Autonomía Alimentaria! Por un lado, frente a la emergencia hídrica y conscientes de sus derechos, convocaron a los vecinos de la zona para presentar una propuesta a la Municipalidad de Córdoba (y con apoyo de la Cooperativa Gallo Rojo de Piedra Blanca) para la cual se prepararon así: Censaron a todo el barrio Organizaron la zona en 4 sectores con una representante por sector Crearon un grupo de Whatsapp para avisar cuando llegaran los camiones de la municipalidad y organizarse para priorizar a quienes menos tenían. “En 2021 nos volvimos a juntar y decidimos seguir adelante con la producción agroecológica de verduras. Pero vimos que el agua es uno de nuestros más grandes desafíos y que si nos juntamos comunitariamente para producir iba a ser mucho mejor. Realizamos dos encuentros en donde diseñamos este proyecto para continuar llevando a cabo estrategias comunitarias que den respuestas a los problemas que obstaculizan nuestro bienestar individual y colectivo, en el camino hacia la dignidad, justicia y vida plena en Cristo”. A CREAS se acercaron a través de las convocatorias del Fondo de Pequeños Proyectos, cuyos objetivos incluyen el fortalecer el trabajo social y productivo de las organizaciones basadas en la fe. Presentaron en 2021 el proyecto Khuska Tapursunchis (“Juntos sembraremos”) y en 2022 el proyecto Crecer, con los que se propusieron, respectivamente, construir el invernadero comunitario (para la producción de frutas, hortalizas, aromáticas y flores de manera ecológica) y ampliar el sistema de captación de agua junto con un sistema de riego por goteo que permitiera optimizar el consumo. “Logramos construir el invernadero, colocamos el sistema de recaptación de agua de lluvia y, aproximadamente, cosechamos 8 bolsones de verduras semanales que nos permitieron incluir en nuestros alimentos frutos sanos y seguros. También nos sentimos agradecidos/as porque mientras trabajábamos nos tomábamos el tiempo para compartir entre nosotros/as, nos escuchamos mutuamente, compartimos las cargas, reflexionamos y aprendimos no sólo acerca del trabajo en la huerta sino también acerca de otros temas importantes para nosotras, como la fe”. Actualmente, la comunidad de Yuraq Rumi trabaja en dos áreas: Las huertas en cada casa que son pequeños invernaderos que se trabajan de manera individual y el invernadero grande, que trabajan de forma comunitaria y es el espacio común donde se encuentran a hacer intercambios de plantines, cosechas y experiencias. ¿Por qué hicimos esto? La superficie que tenemos para producir en el invernadero original es en un terreno pequeño como para pensarlo desde un punto de vista más productivo que comunitario y de autoconsumo. Para ampliar nuestra superficie de producción acordamos extendemos en los terrenos de cada una de las huerteras. Esos invernaderos pequeños en sus huertas tienen como función la producción para el autoconsumo de las familias, y también nos encontramos una vez a la semana para seguir trabajando en el invernadero grande con la intención de que toda su producción sea para la comercialización y que poco a poco se convierta en una fuente de trabajo y formación para la comunidad. De momento no hemos logrado que genere ganancias por ventas, aunque sí tenemos cubierto el autoconsumo de la comunidad. El reto en este momento es cubrir el pago de honorarios de una agrónoma que hemos sumado al equipo hace poco. Continuamos nuestro proyecto sabiendo que aprendemos en el camino y que nos soñamos esa Huerta escuela. Las mujeres siguen trabajando felices, entusiasmadas de aprender desde la lógica productiva. – Lis Tosini Belli Coordinación y logística, Khuska Huerta El espacio de Yuraq Rumi es importante para todas estas familias por los beneficios inmediatos que brinda a la calidad de vida de las familias, pero también por los espacios de capacitación y contención comunitaria que se brindan, tales como: Capacitaciones sobre producción y agroecología. Capacitaciones sobre alimentación. Apoyo integral a familias en situación de vulnerabilidad en la comunidad Piedra Blanca. Búsqueda y distribución de recursos materiales para la realización de huertas. Acompañamiento espiritual. Seguimiento de las huertas para la resolución de problemas específicos como plagas, riego, siembra, herramientas, etc. Encuentros con las y los vecinos de Piedra

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Cooperativas y desarrollo local

La importancia de las cooperativas en el desarrollo: una mirada a los apoyos del Fondo de Pequeños Proyectos CREAS

Por Lina Salas Ramírez, Coordinadora de Comunicaciones CREAS La Economía Social, Solidaria y Popular, como se le conoce en Argentina, y que se refleja en diversas prácticas de Economía Comunitaria en América Latina, tiene un campo muy amplio de actores, espacios y sujetos que la gestionan. En conversación con Henry Chiroque, miembro del Comité del Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS, y Rosaura Andiñach, Coordinadora del Fondo, reflexionamos sobre el rol fundamental que cumplen estas formas de asociación en las que la cooperación permite desplegar nuevas formas de funcionamiento en las comunidades. “Pensando siempre en todas esas otras economías, ese otro sector distinto a la forma de economía concentrada, neoclásica, liberal, que solo piensa al sujeto como competitivo, un Homo Economicus que viene a resolver sus necesidades en desmedro de otros y que toma la naturaleza como mercancía, estas otras economías tienen formas de organización muy diferentes. Muchas veces tienen también trayectos empíricos que se generan en los territorios y que pueden ser distintas a las que conocemos en los márgenes del capitalismo o el eurocentrismo. Existen formas como la Minga, el Ayni, el Ayllu el Motiro, entre otras formas que se pueden observar en comunidades de ascendencia indígena en América Latina y también entre las comunidades afroamericanas. A esto se suma el modelo cooperativo que viene de los anarquistas europeos, sobre todo los ingleses quienes lo desarrollaron y luego los migrantes lo trajeron para estas tierras. Y es considerada también la economía social tradicional, que tiene una historia muy fuerte en esta región porque viene a resolver temas y demandas que los Estados en su momento no pudieron resolver, sobre todo en comunidades y espacios territoriales. Las Cooperativas tienen allí espacios fundamentales para resolver demandas agropecuarias, de servicios (luz, agua, internet), de logística, de provisión de otras cuestiones como el cuidado, de consumo, comunitarias, o del trabajo mismo, entre otras”. – Henry Chiroque Docente de las Universidades de Quilmes y Hurlingham. Licenciado en trabajo social, con estudios de psicopedagogía, Maestría en Economía Social y Solidaria, especialista en educación en entornos virtuales y amplia experiencia en proyectos de economías solidarias y en gestión e implementación de programas de promoción y protección de de derechos, en cooperación internacional. Miembro del Comité de Evaluación del FPP CREAS Las cooperativas tienen más de 200 años de haberse organizado (El movimiento cooperativo nació en el marco de la Revolución Industrial, durante el siglo XX) y en ellas cada integrante o socio es un voto, lo que los convierte en referentes y les da voz en las decisiones de algo que es de propiedad comunitaria-asociativa. Para todo lo que es el desarrollo local es fundamental también el entramado de las cooperativas con otras unidades: federaciones, confederaciones, redes, nodos. la agricultura familiar, la agroecología, la economía circular y otras cuestiones que la forma jurídica de la cooperativa permite articular. Para estos circuitos socioeconómicos de producción, consumo, comercialización es fundamental trabajar desde la cooperación. “Las cooperativas se asocian, se autogestionan, articulan el trabajo y vienen a resolver demandas de los territorios o comunidades: temas de justicia alimentaria, derechos, jóvenes, mujeres, género, que son temas fundamentales para las misiones de estas organizaciones a las que CREAS apoya con fondos y proyectos como los implicados en el Fondo de Pequeños Proyectos #FPPCREAS Los proyectos que se eligen para recibir los apoyos de este fondo tienen diversas características: Su forma nominal (si no formalmente jurídica) implica: asociación, autogestión, generar entramado/vínculos e incidencia en los territorios, y sobre eso generar otros entramados.   “Con el Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS, lo que buscamos es acompañar experiencias pequeñas y cortas que puedan desarrollarse. Las Cooperativas muchas veces tienen un grado de modelación muy complejo. Algunas están empezando y ahí es donde CREAS apoya para fortalecer sus capacidades además de impulsar su alcance y su capacidad de acción pronta. En muchos casos, el apoyo de CREAS ha sido el impulso necesario para que grupos asociativos de la base formalicen su forma empresarial y jurídica como Cooperativas, beneficiando nuevas formas de organización laboral y, por ende, de garantía de derechos esenciales”. – Henry Chiroque En los últimos 3 años el FPP ha apoyado al menos a 7 cooperativas (constituidas legalmente como tales) en Argentina. Son Cooperativas de producción: textil, de cajones de madera para el agro, cerveza artesanal; cooperativas de reciclaje (2 de residuos urbanos como cartón, plástico y demás y una de reciclaje electrónico), y una Cooperativa de Cuidados. “Algunas de estas cooperativas están llevadas adelante por chicos y chicas muy jóvenes, y son cooperativas que no solo están lideradas por jóvenes sino que tienen también procesos de formación para sus pares del barrio y que buscan generar empleo para otros jóvenes e incluirlos en el mundo del trabajo. También hay dos cooperativas lideradas por mujeres trans. El tipo de trabajo y de población que llevan adelante las cooperativas apoyadas por el FPP CREAS es variado”. – Rosaura Andiñach Coordinadora FPP CREAS En general los proyectos apoyados por el Fondo de Pequeños Proyectos buscan: Mejorar infraestructura: Ampliar o mejorar espacios de trabajo para tener ambientes más dignos, más seguros o que les permitan ampliar su producción. Mejorar equipamiento: Equipos más profesionales o más grandes, que les permiten producir más y mejor, diversificar la producción y aumentar su oferta. Capacitación: en comunicación, ventas, uso de tecnologías, etc. Algunos aprendizajes de la experiencia del FPP apoyando cooperativas: “Haber acompañado distintos tipos de Cooperativas en estos años nos ha brindado diversos aprendizajes, como dónde están las principales dificultades de las pequeñas cooperativas hoy: la dificultad para acceder al financiamiento, lo cual se manifiesta o repercute en infraestructura insuficiente, equipamiento que no es adecuado, baja visibilidad y problemas de comercialización. Las cooperativas por lo general se concentran mucho en lo que saben hacer y producir y les cuesta encarar la comercialización, que requiere un saber distinto, y allí siempre hay una necesidad de acompañamiento; algunas organizaciones han solicitado apoyo para publicidad, para mejorar sus medios de comunicación y demás. También hemos identificado barreras y dificultades

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Descarga el Breviario PAMPA 2030 sobre el aporte de las OBF al Desarrollo Sostenible

La Agenda 2030 está conformada por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), 169 Metas y 209 indicadores. Desde que se fijaron como acuerdo internacional en la Cumbre de las Naciones Unidas en 2015, organizaciones de diversas naturalezas y la comunidad en general han sumado sus apoyos y esfuerzos para garantizar avances considerables que supongan resultados contundentes en esta misión que apela a la responsabilidad de los Estados (en articulación con la sociedad civil) para lograr sociedades más justas, inclusivas y pacíficas. En Argentina opera la Plataforma Argentina de Monitoreo para la Agenda 2030 (PAMPA 2030) como un espacio de articulación de organizaciones de la sociedad civil (algunas basadas en la fe), sindicatos, movimientos sociales y centros de investigación que dan seguimiento a esta Agenda. Difunde, capacita y sensibiliza sobre los ODS; realiza actividades en las provincias; promueve articulaciones para acciones específicas; produce informes y breviarios sobre temas relacionados, y se propone como herramienta de incidencia para el diseño de políticas y marcos normativos en línea con el Desarrollo Sostenible. La implicación de las organizaciones que brindan monitoreo a los ODS es de vital importancia porque exige transparencia en la información que produce el Estado Argentino y la participación abierta y democrática para que sea posible conducir las políticas estatales hacia un modelo de desarrollo que responda a las causas profundas más que a los síntomas de la pobreza, la desigualdad y la marginación. El rol de las OBF en estos contextos ha sido esencial, mucho antes de esta agenda en particular, en sus propias agendas institucionales: la garantía de derechos, la salud, la educación, la alimentación, el empleo, la atención a infancias y juventudes, y en general el cuidado de la Casa Común al que nos llama nuestro compromiso como cristianos/as. Nueve organizaciones basadas en la fe forman parte de PAMPA 2030: Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) Centro Regional Ecuménico de ASesoría y Servicio (CREAS) Centro de Diálogo Intercultural Alba (CDIA) Fundación Protestante Hora de Obrar (FPHdO) Instituto de Cultura Popular (INCUPO) Pastoral Social Evangélica (PSE) Por los Jóvenes Don Bosco (PJDB) Promoción Claretiana de Desarrollo (PROCLADE) Servicio Evangélico de Diaconía (SEDI) Las OBF se han relacionado desde sus inicios con temas de desarrollo sabiendo que un desarrollo justo y sostenible alienta a lograr una vida digna y abundante. Podrían encauzar, en palabras de los economistas Charles Wilber y Kenneth Jameson “una redefinición del desarrollo que es más amplia que la visión de crecimiento económico” y que en el documento de CREAS-PNUD (2019), citado en el Breviario OBF de PAMPA 2030, se menciona como un desarrollo multidimensional que comprende lo económico, lo social y lo ambiental. No por casualidad diferentes agencias de Naciones Unidas han establecido relaciones con actores religiosos y OBF para poder articular acciones y generar mecanismos de incidencia. ¿Y qué motiva a los actores religiosos a vincularse con el Desarrollo Sostenible? Hubo vinculación previa a la Agenda 2030 para plasmar sus sugerencias oportunas: el carácter de universalidad, la centralidad en la lucha contra la desigualdad, la adopción de un abordaje multidimensional de desarrollo, entre otras. La motivación de las OBF se basa en su dimensión ética, centrada en los principios de respeto a la dignidad humana (con fundamento teológico en el hombre como “imago Dei”), la sustentabilidad (fundamentada en el cuidado de la creación y la justicia inter-generacional) y el “no dejar a nadie atrás”, basado en un sentido de justicia. Los fundamentos son teológicos, doctrinales y de fe, relacionados a su vez con el mandato de servicio, caridad y justicia que recibimos de nuestras tradiciones. Otras narrativas complementarias se suman como inspiración. Por ejemplo, la Carta Encíclica Laudato Sí, promulgada en mayo de 2015 por el Papa Francisco. Partiendo de esas motivaciones, algunas OBF han diseñado ya sus planes estratégicos alineados a los ODS, señalando específicamente con qué objetivos se comprometen en sus organizaciones y programas, logrando incidir a nivel local, nacional e internacional. Asimismo, las OBF y actores religiosos son una voz crítica y profética para cuidar los procesos de desarrollo, proponiendo caminos alternativos donde advierten riesgos de recaer en posibles injusticias y/o fortalecer un sistema de globalización excluyente. En el Breviario PAMPA 2030 se encuentra un reporte de la labor social traducida en la acción social, el servicio y la diaconía que han realizado las nueve organizaciones basadas en la fe que conforman la plataforma, y que se concentran, especialmente y en su respectivo orden, en los siguientes objetivos para el desarrollo sostenible: ODS 1: Fin de la pobreza ODS 17: Alianzas para el logro de los objetivos ODS 2: Hambre Cero ODS 5: Igualdad de Género ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico ODS 10: Reducción de las desigualdades ODS 4: Educación de Calidad ODS 12: Producción y consumo responsable ODS 3: Salud y bienestar ODS 13: Acción por el clima ¿MÁS INFORMACIÓN? DESCARGA AQUÍ EL BREVIARIO PAMPA 2030: EL APORTE DE LAS OBF EN LA EFICACIA AL DESARROLLO.

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¿Qué tienen que ver nuestros sueños con la innovación social? Descarga este Manual de Ecoalaene

En un mundo complejo, donde desigualdades multidimensionales crecientes y niveles de pobreza extrema alarmantes conviven con los inicios de una cuarta revolución industrial, se hace indispensable la innovación social, es decir, la generación de procesos descentralizados y disruptivos, que coloquen la infinidad de recursos tecnológicos, intelectuales y físicos, al servicio de la resolución de situaciones estructurales de pobreza y desigualdad multidimensional. Redireccionar la innovación hacia procesos que reviertan las desigualdades y que solo será posible si se pasa de un sistema centrado en el lucro a uno centrado en el florecimiento integral de cada persona. Ecoalaene, que es el proyecto que el PIDESONE – Programa Internacional de Democracias y Nuevas Economías de la Universidad de Buenos Aires (UBA) ha desarrollado junto a CREAS, nació con el objetivo de incidir en la promoción de una economía diferente en la cual prime la ética, la espiritualidad y la convivencia ecuánime entre todos los seres humanos y el planeta. Entre sus herramientas, dirigidas a diversos ciclos de formación que se elaboran de manera flexible en conjunto con centros educativos de América Latina, cuenta con el Manual Pedagógico ‘Taller de innovación social: Territorio, talentos y emprendedurismo social’, desarrollado por Cristian Varela, economista argentino (Universidad Nacional de La Plata), investigador principal del PIDESONE-UBA y parte del área de Formación de la Escuela Latinoamericana de Economías para la Vida – ecoalaene. Este manual surge de la necesidad de un instrumento didáctico (para la replicación de las metodologías), que identificaron los líderes de ecoalaene, en cabeza de su coordinadora María Belén Pérez, al llevar su Taller de Innovación Social a experiencias de formación con públicos diversos en edades, contextos, países y misiones. En Colombia se compartió con líderes de iglesias que conforman una red de apoyo psicoespiritual en la ciudad de Barranquilla acompañando iniciativas sociales en barrios vulnerables de la ciudad. En esta ocasión, para los participantes, fue importante conocerse más, entender la integralidad de la persona poniendo en juego todo nuestro ser a disposición de las personas y realidades que acompañamos. También en este país de la región, en la Universidad Reformada se llevó a cabo con un grupo de estudiantes y docentes en el marco de la Asamblea de Qonakuy, la red de universidades protestantes de Iberoamérica, donde se incorporó como taller adjunto al conversatorio ‘Bienes comunes y desarrollo sostenible: una mirada desde la teoría económica y el trabajo territorial’, liderado por José Oscar Henao, Economista Senior de Cáritas ALyC, investigador Principal del PIDESONE y docente de @ecoalaene En Argentina, en la Mariapolis Lia, se realizó con jóvenes que participan de una escuela internacional de formación a la fraternidad. Al ser una experiencia intercultural, la que estos jóvenes realizan conviviendo por un año con otros de diferentes países, durante el taller fue importante reconocer que ciertas problemáticas sociales son iguales en cualquier punto del planeta; por ejemplo el bullying o matoneo, la soledad, la incomprensión entre generaciones, entre otros. La implementación más reciente, fue en el mes de mayo, en el marco del encuentro ‘Jóvenes y Trabajo en ámbitos rurales y periurbanos‘ donde 30 jóvenes de 6 provincias argentinas pensaron juntos cómo comprometerse en sus ambientes para solucionar problemas comunes tales como la sequía, la falta de oportunidades laborales, los mecanismos de producción masiva que destruyen la tierra. La herramienta del manual conceptualiza y brinda instrumentos para el desarrollo del taller, pero en especial permite que lo aprendido e integrado pueda ser replicado, generando multiplicadores de cambio para la transformación social. Es su objetivo: «transformar paradigmas sobre el desarrollo como algo que, lejos de tener que aceptarlo como algo que se nos da, se co-construye a partir de cada cultura, (…) siendo esencial que cada uno se involucre al servicio de las pobrezas de su contexto para co-crear ese concepto o ese vivir del desarrollo; ese buen vivir que mencionan los indígenas también desde sus diversas comunidades«. En el taller, ecoalaene plantea fusionar nuestras vocaciones con un propósito y objetivos comunes, para lo que invita a unas actividades específicas en «4 pasos para iniciar procesos generativos de nuevas realidades que busquen el florecimiento multidimensional de las personas y la comunidad», a través de la puesta en común de sueños, talentos, miradas compartidas sobre realidades que nos tocan vivir e ideas creativas que lleven a la transformación en favor del Bien Común: Tu Sueño: Empezar por allí para crear ideas verdaderamente nuevas; semilla de un nuevo paradigma. El manual dice que la comunión es el nuevo nombre del desarrollo, retomando visiones de Paulo Freire. Mirar hacia afuera: Retomando la visión de Amartya Sen sobre el desarrollo como un proceso multidimensional de expansión de las libertades reales de las personas y de apoyo mutuo. Talentos: Poniéndolos “a fructificar” en la co-creación del bien común. Idea creativa: para re-encauzar la creatividad hacia el florecimiento multidimensional de las comunidades. A la hora de reconocer las problemáticas y los desafíos con los que cada persona está en contacto y buscar junto con otros soluciones creativas, es fundamental partir del aporte personal, de identificar qué sueños profundos nos impulsan, cuáles talentos podemos poner a disposición. Desde Ecoalaene se entiende, entonces, que cada desafío desata una energía generadora que tiene el potencial de transformar situaciones de vulnerabilidad en posibilidades de sueños cumplidos. Este manual es gratuito y está a disposición de quienes deseen incluirlo en sus propuestas formativas y de incidencia territorial. DESCARGA AQUÍ.

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