América Latina

Rock y Vida para el cuidado de la Creación

Rock y vida, es una organización civil vinculada al Centro Cristiano Nueva Vida – CCNV – . Nació y está presente en Parque Patricios en la ciudad de Buenos Aires, y tiene diferentes áreas de trabajo: salud y centros de testeo, prevención de las adicciones y medio ambiente. A partir de la participación del CCNV en el encuentro sobre diaconía ecuménica organizado por CREAS en 2023, Rock y Vida nos ha abierto las puertas para mostrar su trabajo diaconal para fortalecer el desarrollo territorial y el cuidado del medio ambiente. Conversamos con Francisco Juárez, coordinador de Ambiente, quien nos contó sobre el trabajo de la organización y su aporte en la búsqueda del cuidado de la Creación.   ¿Por qué el CCNV decide tener una organización civil como Rock y Vida?   Como iglesia tener asociaciones civiles como esta es una forma de llegar a todas las personas; creemos el amor a los demás y lo mostramos y aplicamos. No se trata sólo de predicar sino de hacer y proponer diferentes formas de transformar la vida de la gente. Queremos llegar a personas a las que como iglesia no llegamos. Por supuesto que todas las áreas de trabajo tienen que ver con el otro, con lo social, con la transformación, con dar vida, con asistir. Convocamos a profesionales, nosotros somos una iglesia muy grande con 30.000 miembros, por lo cual conectamos con profesionales de todas las áreas, sumando personas que pertenecen a esta comunidad de la iglesia pero también a quienes no, por eso es maravilloso lo que es una Asociación Civil. El área de la salud, por un lado, el ambiente y la salud están absolutamente ligados, porque es imposible poder tener salud sin un ambiente sano, realmente imposible, de hecho la Biblia lo habla y nos explica que cuando destruyamos lo que vamos a tener, vamos a tener lo que estamos teniendo ahora, un desequilibrio absoluto en la Creación. ¿Cuáles son las acciones que hace Rock y Vida para aportar al cuidado de la Creación en comunidad?   Lo primero es que nosotros venimos desde hace muchos años dando talleres sobre Uso racional y eficiente de la energía. Es un buen momento para hablar de eso porque se espera que los servicios suban mucho, además acá en Buenos Aires tenemos cortes de energía en verano e invierno por demanda energética. Este uso de la energía implica que mientras nosotros no tenemos, otros la puedan usar. Entonces nosotros como iglesia, nosotros como asociación civil, nosotros como profesionales, damos estos encuentros abiertos a la comunidad para que vengan a entender y aprender. La gente va a poder llevarse toda esa información, va a poder aprender por ejemplo: Si yo tomo mate, como tomamos habitualmente en Argentina, y yo caliento este termo de agua con electricidad, el mate me sale 16 veces más caro que si lo caliento con gas. Hay hornos eléctricos que consumen hasta 3.000 watts; eso son 400 lamparitas grandes prendidas al mismo tiempo. Entonces informar sobre esto es tarea de las asociaciones civiles y organizaciones que consideren que las cosas pueden ser diferentes. Los talleres que damos en este espacio después van rotando en los 25 lugares que tiene la iglesia en todo el Gran Buenos Aires. Tienen además talleres con salida laboral sustentable, háblame sobre esos…   Todos los años tenemos diferentes talleres de salida laboral. Son 8 talleres anuales que se dan los lunes. Son libres y abiertos a la comunidad, con un bono de contribución muy bajo. La idea es que la gente lo valore y entienda que si queremos seguir teniendo espacios tan maravillosos, abiertos, como este, está bueno valorarlo. Aprendemos a reutilizar. El año pasado dimos cómo hacer riego con agua de lluvia. Además hemos tenido otros talleres prácticos: Energía solar y construcción de paneles solares: con estos damos luz a este espacio en el que estamos. Construcción de bolsas de dormir térmicas para personas en situación de calle: son fáciles y baratas de armar, pesan poco y son ignífugas. Hemos entregado centenares de bolsas cada año. Construcción de ecocooler: se arman a partir de envases de plástico y sirven para reducir la temperatura interior de las casas. Cada quien se lleva el que arma y queda con los conocimientos de la fabricación. La temática de los talleres va rotando cada año. La idea es aprender a reutilizar materiales y hacer productos con valor agregado. Con un kilo de madera puedo hacer algo simple, que no tiene casi valor, como escarbadientes… o se puede hacer un banco como el que hicimos acá entre tres talleres: herrería, carpintería y energía solar. Es un banco en el que se puede cargar el celular. Hacer algo que tenga un valor agregado maravilloso y que aporte un extra a la hora de vender un producto. Entonces siempre todo lo que nosotros enseñamos va ahí en paralelo con páginas, con información, con todo lo que ellos pueden tomar de diseño, de técnica, de modernización, de herramientas, para que no quede simplemente en un tejido artesanal hogareño, sino que puedan volar y crear si quieren. También les damos herramientas para que puedan hacer difusión y comercializarlo si desean. Ustedes reciben materiales y los separan, contame un poco de ese proceso   Tenemos ocho productos que recibimos. Los separamos y con algunos de ellos empezamos a hacer algunos productos. Hacemos bolsas que son 65% de material reciclado y estamos en proceso de que ese porcentaje aumente. La idea es hacer cosas que necesitamos en el día a día, como las bolsas de basura que igual vas a comprar en otro lado pero si compras estas, además estás apoyando una causa preciosa. Nosotros hacemos la investigación y tenemos convenios con empresas que las fabrican, nosotros entregamos los materiales y ellos producen. También tenemos convenios con empresas que nos compran las bolsas. Muchas familias de la comunidad del barrio y la iglesia traen los materiales, y así otra persona los ve y también traen, se va aumentado la cantidad. La última

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Hilvanando Sueños en el norte de Santa Fe

Campo Hardy es una localidad pequeña y de pocos habitantes al norte de la provincia de Santa Fe. Sus habitantes, especialmente las mujeres, cuentan con pocas oportunidades de trabajo. Mujeres de Campo Hardy, nació en 2015 con el fin de generar proyectos que permitan que las mujeres de la localidad, en particular aquellas que han sufrido violencias basadas en género, tengan mejores condiciones de vida. Con el acompañamiento del Instituto Popular de Cultura – INCUPO– y el apoyo del Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS, durante el segundo semestre de 2023 empezaron el proyecto “Hilvanando sueños» con el que generaron un emprendimiento de costura familiar como salida laboral. Con el proyecto, el grupo de mujeres compró una máquina de coser y se sumó a los materiales que ya tenían, así terminaron de armar su taller textil. Junto con otras organizaciones de la zona participaron en talleres de formación de Producción y Comercialización. Allí aprendieron sobre canales de venta, nuevos mercados y el uso de las redes sociales para la promoción de sus productos. Recibieron también capacitaciones en el manejo y uso de la máquina recta y la overlock. Con los nuevos aprendizajes las mujeres empezaron a producir bolsas ecológicas, servilletas, toallas, cortinas, repasadores y otros elementos para el hogar con los que han tenido bastantes ventas en la zona. Por supuesto, también han usado estos conocimientos para confeccionar prendas para sus familiares, vecinos y amigos. Con su participación en el grupo y la capacitaciones estas mujeres no sólo tienen un ingreso económico que les ayuda con su independencia sino que, como ellas mismas lo mencionan, se sienten acompañadas y contenidas por el grupo de costura. “Ellas en la evaluación contaron que se sienten partícipes de un grupo en el que pueden contar con otras, es de mucho sostén. Descubrieron que pueden hacer otras cosas como mujeres que no sea solamente estar en su casa y ocuparse de los suyos. Socialmente implica un lugar donde participar y gestar proyectos”. Mariana Cian, INCUPO Efectos de Hilvanando Sueños   Ahora el grupo de Mujeres de Campo Hardy, es el emprendimiento de costura más reconocido en la localidad. Las mujeres han identificado ya otras demandas y nuevos espacios de venta de sus productos. Con lo anterior, las ventas aumentaron en un 10% sobre lo que tenían planeado y están alcanzando otras localidades cercanas. La confianza en sí mismas, la organización y disposición al aprendizaje han sido claves para alcanzar y superar las expectativas que se habían puesto al inicio del proyecto. En el desarrollo se evidenciaron cambios en el grupo:  Aumento de la autoestima, valoran más su propio trabajo.  Implementación de mecanismos más participativos en la toma de decisiones sobre gestiones, modos de venta y nuevos mercados.  Nuevos aprendizajes de organización autogestiva: se organizaron en dos grupos de trabajo con cronogramas de horarios para trabajar en el taller y distribución de tareas. “Las mujeres que integran el grupo han logrado fortalecer el funcionamiento del grupo en cuanto a roles. Cada una pudo asumir una tarea sobre todo en la participación; unas tienen tareas de cortar y coser, otras tesorería, difusión, contactos para la venta. Al tener definidos los roles se facilita el funcionamiento. Vemos cambios de la autonomía como mujeres en un territorio muy chico en donde la economía familiar es difícil de sostener, generar emprendimientos de mujeres que se puedan sostener a largo plazo marca un cambio importante en Campo Hardy”. Mariana Cian Lazos del proyecto   Durante el proyecto, el grupo de mujeres de Campo Hardy hizo un encuentro con el Costureras de Tacuarendí, en el que intercambiaron saberes, aprendizajes y dificultades que se les presentan en sus emprendimientos y pensaron juntas nuevas ideas y soluciones. Por otro lado, las organizaciones gestionaron un proyecto con el Ministerio de Equidad, Igualdad y Género de la provincia de Santa Fe que permitió la compra de insumos y contar con stock de telas para continuar con la confección de prendas y accesorios. El grupo de mujeres de Campo Hardy planea hacer un catálogo de los productos que tienen actualmente a la venta, crear una marca, reforzar su presencia en redes sociales y así aumentar su producción e ingresos económicos. Más sobre el Fondo de Pequeños Proyectos   Cable a tierra: formación laboral para jóvenes Transformar para transformarse Música y arte para jóvenes del barrio Providencia Una Casa para todos que fortalece la comunidad Seguimos conversando en redes sociales: Facebook: @CreasLAC Instagram: @Creas_LAC LinkedIn: CREAS – Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio Twitter: @CreasTwitt

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Cable a tierra

Cable a tierra: formación laboral para jóvenes

Por: Carmina Sánchez Corrales – Asistente de Comunicación Desde hace 24 años la Asociación Civil Cable a Tierra trabaja con niños, niñas, adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad del barrio La Candela del Partido de La Matanza y articula con otras organizaciones de la zona oeste del Gran Buenos Aires. Viendo la necesidad de que los jóvenes de la zona se inserten en el mercado laboral, desde hace seis años Cable a Tierra ofrece talleres de formación laboral en panadería y peluquería. En 2017, tuvieron un apoyo del Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS para insumos y materiales para empezar un Taller de Panadería, que hasta ahora se sostiene de manera autogestiva. Desde 2022 ampliaron su propuesta de talleres de formación laboral en electricidad, un rubro por el que los y las jóvenes habían mostrado interés, y que además tiene salida laboral. En 2023 y con el apoyo del FPP de CREAS, los talleres se hicieron realidad. Con la compra de implementos de electricidad y el pago a los talleristas, 30 jóvenes semana a semana se hicieron presentes en Cable a Tierra para adquirir conocimientos sobre electricidad. “La propuesta es que ellos puedan tener algún ingreso trabajando de manera autónoma o en alguna empresa. La posibilidad de que sigan habitando Cable quedan abiertas, les abrimos el espacio a que si un día tienen un trabajo puedan utilizar las herramientas o si quieren venir a usar el espacio para el armado de algo y se lo llevan tienen esa posibilidad” Ivana Vallejos, responsable del proyecto Además de las habilidades técnicas que los y las jóvenes adquieren en los talleres, Cable a Tierra acompaña la trayectoria profesional y de vida de quienes participan de los espacios. De acuerdo con los intereses que vayan surgiendo, ayudan a la persona interesada a articular con otras instituciones. Así, contribuyen a que los y las jóvenes elaboren su plan de vida personal y profesional y generen proyectos autogestivos que se inserten dentro de la economía social.   Mejoras eléctricas para Cable a tierra   Los saberes adquiridos en los talleres de formación laboral fueron compartidos y puestos en práctica en la casa de Cable a Tierra como parte de la actividad comunitaria. En compañía de los talleristas los y las participantes hicieron mejoras edilicias: Colocación tomas en el espacio Arreglo de zapatillas multitomas y de un transformador Puesta de luminarias en la vereda de la casa Colocación de un timbre para personas sordas que utilizan el espacio de Cable en articulación con la Escuelita de Lengua de Señas del Oeste. El Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS promueve proyectos que fortalezcan las capacidades de las organizaciones que contribuyan a la ampliación de derechos y a que los y las jóvenes tengan un futuro y una vida más digna. “Lo que nos fortalece es tener otra propuesta alternativa a lo que veníamos haciendo, si bien es parte del eje laboral es una opción más para los pibes que no les interesa la panadería o peluquería. Los cursos de electricidad son en general inaccesibles para estos jóvenes y acá está al alcance de su mano. Sólo tienen que preguntarse por su interés y lo que quieren explorar” Ivana Vallejos Más sobre el Fondo de Pequeños Proyectos   Transformar para transformarse Música y arte para jóvenes del barrio Providencia Una Casa para todos que fortalece la comunidad RE SI clando el Valle: formación productiva para cuidar el medio ambiente     Seguimos conversando en redes sociales: Facebook: @CreasLAC Instagram: @Creas_LAC LinkedIn: CREAS – Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio Twitter: @CreasTwitt

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Transformar para transformarse

La brecha digital que se hizo más evidente con la pandemia es más profunda en las zonas rurales y barrios populares de Argentina, generando aún más desigualdades sociales y económicas. Hoy, es prácticamente imposible pensar en estudiar, trabajar o incluso entretenerse y vincularse con otros sin el acceso a un dispositivo digital, a una buena conexión a internet o a tener los conocimientos que se requieren para su uso. El Centro de Desarrollo Popular -CDP- en el barrio Las Tunas, ubicado al norte del Área metropolitana de la provincia de Buenos Aires identificó la falta de educación y alfabetización digital en el barrio de la mano de la dificultad que tienen las personas del barrio de acceder a una computadora. Además de pensar en la brecha digital se cuestionaron sobre la basura electrónica que generan los dispositivos cuando dejan de funcionar y se desechan sin ningún tipo de gestión ambiental adecuada. Para darle solución a lo anterior, el Centro Popular de Desarrollo, desarrolló una iniciativa de formación de jóvenes y adolescentes del barrio en tecnología e informática, e implementó un proyecto productivo en el que reparando computadoras en desuso, se puedan vender a un precio accesible. Con el apoyo del Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS, la organización construyó un nuevo salón, más grande y cómodo en el que reciben a grupos más numerosos en las actividades educativas y productivas del centro. También compraron herramientas de trabajo con las que en las formaciones arreglaron varias computadoras de escritorio y una tablet. El apoyo para el mejoramiento de equipamiento e infraestructura para iniciativas desarrolladas por organizaciones comunitarias y diaconía de iglesias en los temas de nuevas economías, ecología integral y fortalecimiento organizacional, es prioritario para el Fondo de Pequeños Proyectos. De esta manera, aportamos al trabajo de dignificación de la vida en las comunidades y el cuidado de la Casa Común. Del espacio nuevo se beneficiaron todas las personas que van al CDP, el grupo de niñez (6-12 años) y otros talleres cuentan con un espacio amplio en donde realizar sus actividades.     Reciclar e intercambiar   La iniciativa del Centro de Desarrollo Popular tiene tres objetivos: Reciclar y reducir la basura tecnológica: muchas veces se descartan dispositivos a los que, reparándolos, se les podría alargar la vida útil. Encontrar maneras de arreglar, usar aplicaciones menos pesadas, sacar componentes que puedan ser usados en otros dispositivos son maneras de generar menos contaminación electrónica. En las actividades de formación el grupo aprendió sobre los componentes de las computadoras, junto con los profesores el grupo pudo distinguir, chequear y clasificar las partes que se pueden reciclar y cuáles desechar de las donaciones de dispositivos electrónicos que recibieron. Intercambio de saberes: El Centro de Desarrollo Popular está formado por jóvenes estudiantes que forman parte de la organización desde adolescentes. Ahora son ellos quienes capacitan a adolescentes en los talleres de computación y esperan que quienes están formándose puedan hacer lo mismo con los próximos grupos. En el transcurso de los talleres se consolidó la relación entre todo el grupo y los profes y todo el trabajo y aprendizaje se concretó cuando entregaron las computadoras reparadas a las familias del barrio. “Tuvimos que trabajar el tema de costos y venta a precio popular para recuperar el costo. Hubo múltiples aprendizajes no sólo en lo tecnológico sino en el servicio de la comunidad en la concientización de reciclar, reparar y no contaminar. Aprender la lógica del uso y tiro, múltiples aprendizajes en las diferentes áreas que se propusieron. Estamos muy contentos. Cuando tuvieron el lugar físico el grupo se posicionó de otra manera y empezó a trabajar mejor” Valeria Barraza, responsable del proyecto Lazos comunitarios   Para llevar adelante el proyecto productivo, el Centro de Desarrollo Popular conoció la experiencia de la Organizacion Social Fray Luis Beltran de la Boca en Buenos Aires en el que ejecutan un proyecto similar. Además, presentaron el proyecto al Municipio de Tigre en busca de donaciones de computadoras en desuso de las oficinas de la municipalidad. Contaron también con el apoyo de la Red de Apoyo Escolar y Complementaria – RAE – para la visibilización y difusión del proyecto. “Para implementar el proyecto se llevaron a cabo distintas articulaciones o colaboraciones que nos ayudaron a concretar no solo en mano de obra si no que también en materiales como donaciones de pintura, muebles de oficinas, placas de escritorios, computadoras en desusos, donaciones de teclados y monitores de modelos antiguos pero en perfecto estado para su uso”. CDP Uno de los grandes logros de este proyecto es la firma de un convenio con la Universidad Tecnológica Nacional en su sede de General Pacheco -norte del conurbano bonaerense – con el cual se articulan actividades educativas y de transmisión de conocimientos para con los participantes del proyecto productivo. “Empezamos a hacer un vínculo con la Universidad Tecnológica Nacional y nos dijeron que tal vez nos pueden becar en algunos cursos cortos de extensión y motivar a los pibes a que es un lugar posible. Hicimos una visita a la universidad, que queda cerca de nuestro centro comunitario. Es lindo habitar esos espacios donde los pibes nunca se proyectaron, va a dar hermosos frutos” Valeria Barraza Promoción de la economía solidaria   Las computadoras reparadas y armadas en el taller del Centro de Desarrollo Productivo se venden a las familias del barrio a un precio popular. Así las familias pueden acceder a un dispositivo tecnológico y el proyecto se sostiene a largo plazo. En caso de que una familia no cuente con el dinero suficiente para pagar el aparato puede acceder a este a través del trueque, intercambiando su trabajo o conocimientos. “A través de esta modalidad podemos fomentar el trabajo socio comunitario beneficiando a las familias con vulneración de derechos, por ejemplo si detectamos alguna vulneración de derecho a la vivienda (construcción de un baño, construcción de un contrapiso, revoque, etc.) El intercambio se realiza entre los propios vecinos. De esta manera reforzamos los lazos de la comunidad con el

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Música y arte para jóvenes del barrio Providencia

El objetivo del Centro Comunitario Providencia es ampliar las posibilidades de acceso a la cultura y el arte para la comunidad del barrio Providencia en José C Paz, Buenos Aires. Con una orientación artística, cultural y deportiva responde a las necesidades de los chicos y chicas que se acercan al centro comunitario. Desde 1994 el centro cultural forma parte del barrio. Hoy ahí se dan talleres de poesía y escritura, teatro, artes plásticas, fútbol y actividades deportivas, ensamble músical y murga. Se proponen abordar el arte y la cultura desde distintos lugares y ofrecer espacios de contención y sano esparcimiento para jóvenes entre los 10 y 18 años. Diez años después, en 2004, a partir de los talleres nace la murga “Gastasuelas” que ahora es parte de la esencia del centro comunitario, del barrio, y es reconocida en el ámbito murguero del conurbano bonaerense. Quienes formaron parte de la murga en ese momento, hoy son referentes y talleristas del centro comunitario. Desde hace dos años el centro comunitario es uno de los que conforman la Red El Encuentro. Con la incorporación a esta red de centro comunitarios pudieron sostener la frecuencia de los talleres y el trabajo de los talleristas. Con el apoyo del Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS, se dotó el Centro Comunitario Providencia de instrumentos como trompetas, trombones, repiques, un piano y otros materiales; fortalecieron y ampliaron el trabajo del ensamble de orquesta y la murga. El apoyo a iniciativas culturales, artísticas y recreativas, en particular cuando son promovidas desde los y las jóvenes, es una línea de trabajo prioritaria del FPP de CREAS, en la medida que contribuye a fortalecer el tejido social comunitario para promover la vida digna en los barrios. “La murga es lo que más les atrae a los pibes. Con los adolescentes teníamos el problema de que no solían engancharse con los talleres o vienen con mucha carga de violencia y era difícil atraerlos, pero la murga es lo que más les atrae. Es un espacio que les gusta y les apasiona y que, cuando lo tomamos como eje de los talleres, pibes que habían dejado de venir, volvieron. Gracias al apoyo de CREAS le podemos dar la oportunidad a los pibes de conocer y tocar instrumentos que son de difícil acceso. Es una oportunidad única. Por primera vez tenemos varios instrumentos y con ello la oportunidad de contenerlos para evitar que se pierdan y alejen del centro. Podemos ver frutos en los pibes que están muy motivados y tienen mucho potencial artístico” Julian Foresti, coordinador de los talleres musicales Lo que plantea el centro comunitario es que los talleres sean espacios que promuevan el respeto, la cooperación, la comunicación en los que la juventud sea protagonista de la construcción colectiva. Escuchan sus intereses y desde ahí trabajan en los montajes musicales que se hacen en los ensambles. En total, cincuenta jóvenes del barrio toman los talleres y se espera que sean ellos los próximos en compartir sus conocimientos a los niños y niñas que se vayan incorporando.   Más sobre el Fondo de Pequeños Proyectos   Una Casa para todos que fortalece la comunidad RE SI clando el Valle: formación productiva para cuidar el medio ambiente Jóvenes creciendo: transformando realidades en San Miguel, Buenos Aires Amasando Autonomía, proyecto productivo de jóvenes del Centro Comunitario San Cayetano Seguimos conversando en redes sociales: Facebook: @CreasLAC Instagram: @Creas_LAC LinkedIn: CREAS – Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio Twitter: @CreasTwitt  

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NO SOLO CIFRAS – 16 días de activismo frente a la violencia de género

La campaña 16 días de activismo contra la violencia de género es la campaña anual para crear conciencia sobre el problema global de la violencia de género. Comienza cada 25 de noviembre con el Día de la Noviolencia contra la Mujer y finaliza el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos. Cada año, el programa de justicia de género de ACT Alianza participa en la campaña global destacando las formas de violencia a las que están sujetas las mujeres y las niñas en todas sus diversidades y este año el objetivo ha sido concienciar sobre los datos todavía alarmantes que rodean a las mujeres y niñas en todas sus diversidades. Es necesario hacer mucho más para proteger y empoderar a las mujeres y las niñas en todo el mundo y para financiar y promover organizaciones que trabajen para lograr la justicia de género. Hacer sonar la alarma ante estadísticas desalentadoras no significa que sean sólo cifras. Estos números tienen nombres y sueños, habilidades y opiniones, habilidades e ideas. Las mujeres y niñas que están detrás de los números no pueden ni deben quedarse atrás. Debemos hacer más. A continuación compartimos apartes de la Guía Ilustrada sobre la Violencia de Género, realizada en 2023 por ACT Alianza para la Justicia de Género, y algunos datos compilados de informes de otras entidades, que consideramos complementarios. 1. Violencia Verbal: Empezar por esa violencia que se esconde detrás de lo que parece inofensivo pero que brinda la estructura sobre la cual se sostienen muchas más formas de violencia. Las palabras y las definiciones moldean la cultura, los derechos y las normas sociales. La forma en que definimos una injusticia y la decisión de utilizar el lenguaje inclusivo son acciones políticas. La lengua tiene la capacidad de cambiar el statu quo y hace que se manifiesten nuestras posiciones acerca de la justicia de género. La igualdad de género en la lengua se logra cuando todos los géneros se reconocen como agentes a quienes se les concede igual dignidad, valores y derechos. Desentrañar ciertos asuntos desde una perspectiva de género es un paso para actuar contra la discriminación sistémica, los fundamentalismos crecientes y los estereotipos de género. 2. Violencia en línea: Como una extensión de la violencia cara a cara, en los espacios online y virtuales se dan también diversos actos que violentan a mujeres, niñas y personas de la comunidad LGBTQI+, y en particular a defensoras de derechos humanos, con el objetivo de reducir los espacios democráticos y silenciar las voces de quienes hablan acerca de la justicia. La violencia en espacios virtuales puede asumir múltiples formas, incluyendo acoso, matoneo, acecho, discriminación, ataques verbales y amenazas de violencia, como violación u otras formas de violencia sexual. La violencia en línea también puede incluir comentarios sexuales no deseados o publicaciones no consensuadas en redes sociales, y burla a causa del cuerpo. La violencia en línea es una violación de los derechos humanos. Se intersecta con la violencia racial y económica, y otras formas de violencia. 3. Violencia económica: La violencia económica es una de las mayores causas de desigualdad en el mundo. En datos de ONU Mujeres, el 50% de las mujeres en edad laboral trabajan, mientras en los hombres el porcentaje supera el 75%. Asimismo, a nivel mundial las mujeres ganan 24% menos que sus contrapartes masculinos. Puede asumir múltiples formas, incluyendo —aunque no se limita a— leyes tradicionales discriminatorias con respecto a la herencia; la tenencia de la tierra; el acceso restringido a recursos financieros, oportunidades educativas o mercado laboral. La violencia económica puede llevar a la violencia física, promover la explotación sexual y el riesgo de contraer VIH, morbilidad y mortalidad materna, y el tráfico de mujeres y niñas. 4. Violencia cultural: La Mutilación Genital Femenina (MGF), el matrimonio forzoso y otras prácticas violentas que se escudan en tradiciones culturales siguen siendo violaciones a los derechos humanos y prácticas nocivas que afectan a mujeres y niñas en todo el mundo. En algunas comunidades, los padres y las madres creen que ayudan a protegerlas y ofrecen un futuro más seguro, o que estas prácticas son necesarias para el cumplimiento de requisitos religiosos. Ninguna creencia religiosa respalda o exige estas prácticas, así que los(as) líderes(as) religiosos(as) tienen la responsabilidad de exponer estas concepciones erradas, lo cual hace que las niñas tengan más probabilidades de finalizar sus estudios y enfrentarse a una vida de problemas de salud, incluidas las complicaciones maternas. 5. Acoso, abuso y explotación sexual en el sector: Explotación sexual: ocurre cuando un(a) trabajador(a) de una iglesia o del sector humanitario, quien tiene una relación ministerial o profesional con un(a) adulto(a) o niño(a) que tiene la edad de consentimiento, lo(a) invita a participar en una actividad sexual o mantiene una actividad sexual con su consentimiento. No importa que el(la) adulto(a) o el(la) niño(a) haya hecho la invitación o haya iniciado la actividad sexual. Acoso sexual: ocurre cuando un(a) trabajador(a) de una iglesia o del sector humanitario hace una insinuación sexual no deseada o una petición desagradable relacionada con favores sexuales a una persona. Puede consistir en uno o varios incidentes durante un periodo de tiempo y puede implicar diferentes formas de comunicación, como llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes de texto y redes sociales. Incluye pedirle tener relaciones sexuales; hacer gestos, bromas o comentarios con referencias sexuales; mostrar material sexualmente explícito. Abuso sexual: ocurre cuando un(a) trabajador(a) de una iglesia o del sector humanitario muestra alguna de las siguientes conductas: acoso sexual infantil, abuso basado en la imagen; agresión sexual; explotación sexual; acoso sexual; ver, tener, producir o distribuir pornografía infantil. Es la intrusión física real o amenazante de naturaleza sexual, sea a la fuerza, o bajo condiciones inequitativas o coercitivas. 6. Femicidio: Es tal la gravedad de esta realidad que cada vez son más los estudios que compilan datos y las organizaciones que realizan veeduría para la implementación de políticas que garanticen el derecho a la vida y a la vida digna en mujeres y niñas. Uno de estos estudios, publicado en

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Encuentro de iglesias cristianas sobre Diaconía y Acción comunitaria

El pasado sábado cuatro de noviembre se llevó a cabo el Encuentro de intercambio: Diaconía Ecuménica y Acción comunitaria. El objetivo del encuentro fue tener un espacio de intercambio entre las personas responsables de diaconía o acción comunitaria de iglesias en Buenos Aires. Durante la mañana del sábado pudimos conocer de primera mano cuáles son las tareas de diaconía y cómo cada iglesia las está llevando adelante. Así como cuáles son sus capacidades, fortalezas y las necesidades que se les presentan en su entorno. Estas iglesias y organizacione tienen un rol importante el desarrollo y fortalecimiento de las comunidades vulnerables en las que se encuentran haciendo talleres de formación productivos, proyectos culturales y tabajando por los Derechos Humanos. “La intención principal del diálogo ecuménico en relación a la diaconía es permitir que las iglesias aprendan unas de otras y poder compartir desde diferentes enfoques y distintas formas de llevar a cabo las acciones diaconales. Encontrarnos de manera articulada es una forma de enfrentar y encontrar esperanza en medio del panorama de incertidumbre actual en Argentina” Deborah Petcoff, coordinadora de Procesos Comunitarios El encuentro contó con la participación de Humberto Shikiya – Vicepresidente de CREAS – y la presentación del documento “Llamados a la transformación – Diaconía Ecuménica” recientemente difundido por el Consejo Mundial de Iglesias y ACT a cargo de Horacio Mesones, Director Ejecutivo de este Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio. Además, quienes participaron pudieron conocer el trabajo del Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS y la experiencia formativa de Ikumeni. El proceso continuará en 2024, convocando a iglesias, comunidades de fe, organizaciones ecuménicas y comunitarias con trabajo diaconal comunitario. Participaron del encuentro: Iglesia Presbiteriana San Andrés – Temperley, Lomás de Zamora Endepa -Equipo Nacional de Pastoral Aborigen – Tigre, CABA Centro Cristiano Nueva Vida – Berazategui, Florencio Varela, Lomas de Zamora, Avellaneda, Lanús, Ezeiza, La matanza, Moreno, CABA (Constitución, Caballito, Barracas, Parque Patricios, San Nicolás, Retiro) Iglesia Metodista de Almagro – CABA Iglesia Metodista de Villa Diamante – Lanús Iglesia Metodista de Luis Guillón – Esteban Echeverría Iglesia Evangélica Metodista Argentina – Villa Lugano, Barracas, Balvanera Asociación Civil Nuevo Sol (Iglesia Católica – Movimiento de los Focolares)- José C Paz, La matanza, Almirante Brown Pastoral Social Evangélica – Quilmes, Almirante Brown, Esteban Echeverria, La matanza, Merlo, Moreno, Avellaneda, Tres de Febrero, San Isidro, CABA (Monte Castro, Villa Luro, Flores, Barracas) Iglesia de Dios Argentina – Quilmes “Para mi fue muy importante el encuentro de Diaconía porque a veces ante tanta necesidad sentimos que estamos solos, que el esfuerzo no alcanza y encontrarnos con tantas personas que dedican además de su trabajo, su ingenio, sus ideas, su entusiasmo fue un soplo de aire fresco que renueva y anima a pensar ideas. Además sentirse apoyado por una entidad como CREAS es esperanzador” Liliana Balcala, Iglesia Metodista de Almagro.   «Me acerqué al encuentro sin tener bien en claro de qué se trataba en un principio. Me sorprendió. Me pareció pertinente y hermosa la propuesta de CREAS. Recordé que las posibilidades de servir a Dios son muchísimas y qué cada pequeña acción suma. Creo que algo de lo que me aportó el intercambio, es tomar conciencia que hay muchas personas comprometidas con la diaconía, que no estamos solos en la tarea. Me llevo ideas concretas para talleres en mi comunidad, y preguntas nuevas que me gustaría pensar con esta red en un nuevo encuentro. Sin duda este tipo de convocatorias son súper útiles para tejer redes necesarias y darnos apoyo a los distintos equipos de servicio.Estos espacios nos ayudan a crecer y aprender con las experiencias de los demás. Nos ayudan a ampliar la mirada y abrir el corazón.» Maria Benavente, Iglesia Presbiteriana San Andrés   «El ecumenismo siempre me pareció interesante. Creo que la mejor forma de hacerlo posible es a través de las experiencias de cada uno y en este encuentro eso fue enriquecedor. La capacitación presentada con las palabras apropiadas y las terminologías justas recorrieron mi cabeza rápidamente al sentirme autodidacta en la tarea de ampliar el Evangelio, entendiendo que todo es inspirado por Dios y guiados por su Espíritu Santo, más allá de lo que podemos imaginar. Fue inspirador, práctico y necesario tiempo compartido, encontrarnos y poder hacer un alto en el trabajo diario nos llena de Fe y esperanzas renovadas. Deseoso de participar de muchos encuentros mas, espero pronto conocer a hermanos y hermanas de nuestra patria grande contando sus experiencias evangelizadoras en nuestras tierras bendecidas.» Claudio Bravo, Centro  Cristiano Nueva Vida  

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Más y mejores alimentos ante la sequía en Formosa

Argentina ha atravesado una de las peores sequías de los últimos años. Visto en perspectiva y según datos oficiales estamos en presencia de la peor sequía de los últimos 60 años, generando un profundo impacto en la economía y la vida cotidiana de su población, poniendo a algunas comunidades en serios riesgos para sostener la vida. No obstante, estas dificultades han sido aún más devastadoras para las comunidades de pueblos originarios ya vulnerables debido al desmonte, la falta de oportunidades de integración y situaciones de discriminación, como las que residen en la provincia de Formosa, en el norte del país. Tradicionalmente, estas comunidades encontraban sustento en el monte, pero la sequía y la deforestación de sus tierras han agotado paulatinamente sus recursos alimentarios. Para contrarrestar la emergencia alimentaria la Asociación para la Promoción de la Cultura y el Desarrollo – APCD- contó con el apoyo del Fondo de Respuesta Rápida y Mitigación de Efectos de la Pandemia de CREAS para el proyecto Apoyo Nutricional para niños, niñas y jóvenes de 3 comunidades indígenas afectadas por la sequía, que tuvo como objetivo mejorar el acceso y la calidad de los alimentos que consumen 375 niños, niñas y jóvenes de tres comunidades indígenas en Formosa. Como Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio fortalecemos la acción de organizaciones comunitarias y de la diaconía de las iglesias, que de manera rápida brinden respuesta ante situaciones que lo requieran y busquen mejorar y dignificar la calidad de vida de las comunidades. De igual manera, buscamos fortalecer las capacidades de los actores en los territorios y que estos se articulen en pro del bienestar común, como lo hizo APCD para este proyecto junto a otras organizaciones como Cáritas a nivel local. Con el proyecto, que tuvo una duración de cuatro meses, las familias pudieron acceder a nuevos alimentos – como frutas y verduras – y con esto a más de una comida fuerte al día. Aprender a consumir nuevos productos alimenticios y cómo prepararlos fue parte del proceso que vivieron las comunidades junto con APCD. Así mismo, las comunidades están tomando conciencia de la incidencia que tiene sobre su salud la dieta que eligen, considerando las limitantes del contexto, para su día a día. Poco a poco los platos que consumen las personas de las tres comunidades que formaron parte del proyecto se están completando con más verduras y frutas y menos harinas. Se implementó un sistema de vouchers para llevar los alimentos y se hicieron también acuerdos con los comercios de alimentos de la localidad. Las familias fueron encargadas de la organización para las ollas comunitarias. La provisión de la leña, organización de las cocineras, recibimiento de los alimentos, así como la comunicación a las comunidades y el seguimiento del acceso de los alimentos a niños, niñas y jóvenes. De igual manera, todos los utensilios de cocina, ollas y agua fueron provistos por la misma comunidad. Las mujeres tuvieron roles centrales de liderazgo: “Se acordó con los líderes que la preparación de las ollas se realizaría en la casa de una familia y desde allí se repartieron raciones al resto. En Lote 27 dos hermanas del grupo familiar más numeroso de la comunidad fueron las encargadas de cocinar; en Tres Pozos se cocinó en la casa del agente sanitario; en Lote 47 se cocinó en la casa de la hija de un dirigente de la comunidad con la ayuda de su vecina.” Informe del proyecto APCD Cáritas se sumó al proyecto con más alimentos que fueron distribuidos a través de la parroquia Nuestra Señora de la Merced, como parte de su servicio de diaconía. Los líderes comunitarios junto con APCD fueron encargados de la distribución e incorporación de estos nuevos alimentos a las ollas comunitarias. Durante el transcurso del proyecto, los miembros de la comunidad se unieron y buscaron maneras de organización que permitieran llevar adelante el objetivo de garantizar comidas a sus niños, niñas y jóvenes. Las mujeres de Lote 27 y los agentes sanitarios de Lote 47 y Tres Pozos siguen capacitándose y transmitiendo los nuevos conocimientos sobre la importancia de una buena nutrición, nuevas recetas para incorporar alimentos y cómo esto incide directamente en la salud de sus comunidades. De esta manera, en el marco de un proyecto de respuesta a la emergencia, apostamos que la experiencia y el aprendizaje motive a las comunidades a cambios que transformen sus maneras de vivir y fortalezcan sus capacidades. Las comunidades viven en un contexto desafiante en lo social y económico, a lo que se suman las condiciones climáticas que ponen en riesgo la vida. Frente a problemas complejos, la transformación social para una mayor dignidad de las comunidades, la calidad de vida y el cuidado del medio ambiente, requiere un trabajo en el que las organizaciones comunitarias ejercen el liderazgo. Es clave generar confianza, oportunidades de cambio y de acceso a derechos. Este camino que se comienza a recorrer permitirá responder a las problemáticas de las comunidades, partiendo de la convicción de que todos los actores implicados buscamos una vida plena y abundante para todas las personas, en igualdad en dignidad y derechos.

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Caminos Abiertos: de la formación en costura a la producción

Por: Carmina Sánchez Corrales- Asistente de Comunicación El Centro Comunitario Caminos Abiertos es un lugar de encuentro para la comunidad del Barrio San Cristóbal en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Entre sus actividades hay propuestas de talleres productivos de serigrafía y costura. La relación de Caminos Abiertos con CREAS no es nueva. En 2019 recibió un apoyo del Fondo de Pequeños Proyectos para el fortalecimiento y producción de los talleres, que pasaron de ser un espacio de aprendizaje y formación a un espacio productivo. Con la compra de herramientas y materiales, los y las integrantes organizaron mejor su trabajo y pensaron estrategias para generar ingresos propios a partir de lo producido en el centro comunitario. Durante la pandemia cerraron muchos talleres de costura, y personas que conocían la experiencia del taller productivo se acercaron para poner la realización de los productos que necesitaban en manos de quienes participaban del taller productivo. Con esto, las mujeres con conocimientos más avanzados empezaron a dedicar su tiempo exclusivamente a la producción y se sumaron más personas a la instancia formativa. Con el crecimiento de la demanda era necesario que el taller también creciera. Las personas que participan del taller de costura son, en su mayoría, mujeres en situación de vulnerabilidad, muchas de ellas son migrantes de países como Venezuela, Colombia, Paraguay y Perú. Además, varias tienen niños a su cuidado por lo que les es difícil conseguir un trabajo fuera de su casa. La búsqueda del taller productivo de costura es que quienes asisten tengan una formación para el trabajo, con condiciones y formas de producción que se asemejan al de un taller laboral pero teniendo en cuenta las particularidades de cada persona que ahí trabaja. Abriendo Caminos, entonces, ha adaptado sus espacios para que las mujeres puedan ir con sus niños y niñas. Hay espacio de juegos, bibliotecas y el taller de costura está adaptado para que sea seguro. “Al principio hacíamos productos propios e íbamos a ferias, luego nos dimos cuenta que nos funcionaba muchísimo mejor hacer a pedido; cosemos para pequeñas marcas y emprendimientos que piden tandas chicas, el precio por producto se acuerda entre el cliente y los y las costureras, después colectivamente se decide cómo se reparte la ganancia” Agustina Pagano, docente de costura   Ampliación del taller   Este año, con un segundo apoyo del #FPPCREAS, el crecimiento del espacio físico del taller se hizo realidad. Lo que antes eran dos espacios separados, uno de corte y otro con las máquinas, pudo unirse en un solo gran taller donde la formación y la producción están juntas y pudieron destinar otro lugar para una oficina en donde se hacen las tareas de gestión del centro. Al duplicarse la superficie, el taller se ha fortalecido, más personas se están capacitando en costura y se ha generado más trabajo para satisfacer la demanda de producción que tiene el taller. Por otro lado, este nuevo espacio ha permitido que quienes forman parte del taller de costura se integren y se acoplen fácilmente con las demás actividades del centro, como el taller de serigrafía. Hasta ahora, 30 familias se han beneficiado por los ingresos que las mujeres generan en el taller productivo de costura. Si bien no todas las personas que ingresan a aprender a coser pretenden generar ingresos, todas buscan a partir de este oficio tener una mejor calidad de vida. “Hay mucho boca a boca, se van pasando la información de los talleres. Algunas mujeres se quedan mucho tiempo, otras vienen y se van al poco tiempo, hay quienes han aprendido y después consiguen trabajo en otros talleres. Hemos trabajado con personas mayores que aprenden un oficio después de jubilarse y así generan un ingreso extra ”. Agustina Pagano “Vine a Argentina a cuidar a mis nietos. Vengo al taller para salir de la casa, aprender algo nuevo y espero después poder tener algún ingreso de dinero propio” Lourdes de Venezuela.     Más sobre el Fondo de Pequeños Proyectos Casa Comunitaria Nora Cortiñas ayuda a mujeres vulneradas a integrarse a la comunidad Organización Yuraq Rumi: un bello ejemplo de autogestión por los derechos de la comunidad Transformando la comunidad con altura: Circrobacia en el Barrio Ramón Carrillo Jóvenes creciendo: transformando realidades en San Miguel, Buenos Aires Seguimos conversando en redes sociales: Facebook: @CreasLAC Instagram: @Creas_LAC LinkedIn: CREAS – Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio Twitter: @CreasTwitt    

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Formación en diaconía ecuménica para la paz: CREAS en encuentro por la reconciliación en Colombia

Artículo escrito tomando las notas de la ponencia de Horacio Mesones, Director Ejecutivo CREAS. Del 8 al 11 de agosto se realizó el Encuentro Internacional por la Reconciliación en Colombia: Experiencias y Aprendizajes Ecuménicos en la Construcción de la Paz, organizado por el Diálogo Intereclesial por la Paz: DiPaz, en el marco del cual Horacio Mesones, Director Ejecutivo de CREAS presentó una ponencia en la Conferencia Pública Internacional: Enfoques en la construcción de paz. Este evento ocurre en un contexto en el que Colombia, una nación con una historia de más de 50 años de conflicto armado -y con diversos procesos de conciliación por la paz– se encuentra ahora en desarrollo de una política de implicación de múltiples actores en la iniciativa de paz total. En este proceso ha sido esencial la participación de las organizaciones basadas en la fe – OBF como veedoras y así también por su capacidad de llegar a los pueblos y territorios; las iglesias y organizaciones ecuménicas en Colombia han mantenido a lo largo de los años su compromiso incansable por una paz justa, para lo cual han mantenido un diálogo constante con iglesias y organizaciones hermanas tanto dentro como fuera de la región latinoamericana. Desde CREAS, hemos sido testigos y hemos acompañado diversas experiencias y plataformas de las iglesias y organizaciones colombianas. Uno de estos, el encuentro internacional a principios de 2015, en el cual se estableció la estrategia de trabajo de DIPAZ. Desde entonces, cambios significativos han ocurrido en el contexto global y nacional de Colombia, donde se abordan los procesos de paz en el marco de una política pública que busca fortalecerlos: “Esta política brinda mayores oportunidades de participación a la sociedad civil y a las iglesias, con un enfoque territorial. Este contexto plantea un desafío a las iglesias y organizaciones: el de revalorizar los procesos en los territorios, especialmente aquellos que se desarrollan en el ámbito de una diaconía ecuménica profética orientada hacia la paz con justicia. Esta diaconía implica el diálogo con diversos actores locales y la colaboración con las instancias institucionales de las iglesias y sus líderes. Esto es fundamental para lograr una participación e influencia en diálogos políticos de alto nivel. El marco teológico de la diaconía ecuménica dirigida a la justicia, la paz y el cuidado de la Casa Común ha servido como base para la acción transformadora en busca de dignificar la vida de las comunidades; atendiendo las causas del sufrimiento en las comunidades más vulneradas y proclamando a través de gestos concretos que un mundo reconciliado, fraterno, justo, pacificado y en convivencia armoniosa con la Creación es una posibilidad alcanzable”. – Horacio Mesones. La definición de la Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias en Busan en 2013 lo expresa con claridad: “La diaconía es una respuesta inmediata a los sufrimientos presentes en el mundo. La diaconía es un compañero natural de la misión en el siglo XXI. La justicia está intrínsecamente ligada a la diaconía, ya que la justicia cobra mayor relevancia cuando se pone en acción. La justicia aborda los problemas subyacentes que hacen que la diaconía sea necesaria.” La diaconía ecuménica como dimensión de la teología práctica tiene relevancia en un contexto en el cual se requiere una acción articulada a nivel territorial, institucional y estatal, y su dimensión profética adquiere significado cuando las prácticas locales se conectan con acciones que involucran a las iglesias (y otras organizaciones de la sociedad civil) y a sus líderes, en la participación e influencia en diálogos y negociaciones de alto nivel. En el año 2018 desde CREAS asesoramos un proceso de análisis junto a la agencia Christian Aid en torno a las violencias múltiples que se viven en América Latina. Este trabajo partió del análisis del trabajo en los territorios, e identificó cuatro ejes en los que se visibiliza el impacto de la violencia a nivel territorial: La violencia basada en género La de base étnico racial, que en muchos contextos se entrecruza con los conflictos por el control de los recursos naturales en los territorios La violencia social derivada de la resolución violencia de conflictos en las comunidades La violencia institucional y contra defensores de Derechos Humanos, y la derivada de conflictos armados de larga data. No podemos dejar de enfatizar los efectos que se refuerzan en el entrecruce de estas dimensiones de la violencia. En el contexto latinoamericano, además, es necesario considerar la incidencia de la enorme desigualdad, que se ha visto agravada por la pandemia, y también tener en cuenta el enfoque de interseccionalidades, así como el impacto de los modelos de desarrollo extractivista. A esto se suman las limitaciones a la participación social y política, junto con la reducción de espacios de acción para la sociedad civil en muchos países. Inspirados en el estudio previamente mencionado, entre 2018 y 2019 organizamos dos encuentros con jóvenes para explorar respuestas desde la acción local. Estos encuentros se llevaron a cabo en dos de las ciudades con mayores índices de violencia en la región en ese momento: Tegucigalpa (El Salvador) y Cali (Colombia). En dichos encuentros se profundizaron como líneas de trabajo prioritarias las de prevención, enfocada en reducir las desigualdades sociales y económicas para disminuir las posibilidades para que los niños, niñas y jóvenes se vinculen con la violencia, y la de formación en cuanto movilización de conocimiento generado desde prácticas transformadoras, para incorporar miradas de espiritualidad, éticas y prácticas que asienten una cultura de paz en relación con la dignidad de las personas. A estas prioridades se agregaron, además, las líneas de protección e incidencia. A partir de esta indicación realizada por los jóvenes, debemos cuestionarnos acerca de las bases de una pedagogía para la construcción de la paz. Desde la diaconía, esta pedagogía podría estimular dinámicas ecuménicas locales que fortalezcan el desarrollo local y la construcción de la paz en íntima relación con la justicia y el cuidado de la Casa Común, además, asumir la importancia del recambio generacional del movimiento ecuménico, que plantea un sano cuestionamiento a nuestras comprensiones históricamente

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