PAMPA 2030

La Fundación Multipolar y su compromiso con las personas en situación de calle, una propuesta de inclusión social

La Fundación Multipolar es una organización comprometida con mejorar la vida de personas en situación de vulnerabilidad extrema. Desde su creación, ha trabajado en la implementación de programas que promueven la inclusión social y laboral de aquellos que se encuentran en situación de calle o en riesgo de quedar sin hogar en Buenos Aires. Es un espacio de contención, socialización y aprendizaje. Dado el contexto económico y social actual en Argentina, la situación de vulnerabilidad se ha profundizado. Para las personas en situación de calle buscar trabajo siempre es un gran desafío, pero ahora lo urgente es poder alimentarse, por eso algunos buscan un trabajo para sostenerse y mejorar su vida, pero sin resultados dada la actual situación del país. Este año, para hacerle frente a la situación, con el apoyo del Fondo de Respuesta Rápida de CREAS, Multipolar puso en marcha el proyecto Betsaida. Betsaida tiene como objetivo generar oportunidades de empleo y sensibilizar al sector privado sobre la situación de esta población; abordar de manera integral los desafíos a los que se enfrentan las personas en situación de calle, con el propósito de construir un sistema que facilite la seguridad alimentaria de esta población. Para esto, la Fundación Multipolar se propone sensibilizar a 27 empresas del Área Metropolitana de Buenos Aires sobre la problemática de las personas en situación de calle. Generar ingresos para 35 participantes de sus programas de inclusión laboral mediante un sistema de producción y venta de productos para sustentar la compra de alimentos en el Centro de Formación para el Trabajo de su sede de San Martín, provincia de Buenos Aires; y asegurar que 120 personas sin techo puedan recibir alimentos de calidad. El proyecto busca intervenir en varias áreas al mismo tiempo, con la esperanza de generar efectos positivos en distintos aspectos de la vida de los usuarios del programa, como los llaman desde Multipolar. Estos aspectos incluyen: La problemática alimentaria: asegurar los alimentos es una prioridad para Multipolar. Muchas de las personas que participan en sus programas de formación para el empleo están en una situación tan precaria que no pueden pensar en nada más que en su próxima comida, lo que disminuye su capacidad para adquirir nuevas habilidades. La movilización del sector privado: la fundación busca involucrar a empresas de la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, en sus iniciativas, tanto a través de la sensibilización como mediante la venta de productos y servicios para financiar sus programas. La sustentabilidad del programa: para garantizar que el apoyo alimentario no se interrumpa por falta de recursos, Multipolar ha diseñado un sistema de generación de ingresos a través de la venta de productos y servicios, aprovechando su red de contactos en el sector privado. Multipolar ya fabrica regalos que compran empresas del sector privado además de la entrega de frutas, snacks saludables, y agasajos para días festivos producidos por personas que participan de sus programas de inclusión social y laboral. Con el proyecto Betsaida también quieren identificar nuevos productos y oportunidades que sirvan para ampliar la oferta y las posibilidades laborales para los usuarios. Este modelo genera ingresos para los usuarios y la fundación, a la vez que proporciona una ocupación digna y significativa, permitiéndoles integrarse en la sociedad de manera más efectiva. Como Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio a través de nuestro Fondo de Respuesta Rápida y Mitigación de los Efectos de la Pandemia, buscamos aportar a proyectos como Betsaida que respondan de manera eficaz a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad. Seguimos conversando en redes sociales: Facebook: @CreasLAC Instagram: @Creaslac LinkedIn: CREAS – Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio Twitter: @CreasLAC

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Derecho al agua y alimentación saludable en Chaco

La larga sequía que sufrió hasta el año pasado Argentina afectó a vastas zonas del país y las comunidades rurales de la provincia de Chaco se vieron gravemente afectadas. Las complicaciones que surgieron como consecuencia de esta sequía para los sectores vulnerables de la población y las comunidades indígenas que habitan la provincia se vieron amplificadas, además, por los efectos aún presentes de la pandemia del covid-19. Para reivindicar los derechos vulnerados y promover el acceso al agua suficiente y segura, como así también a la salud y bienestar para las Comunidades Originarias de la zona, INCUPO con el apoyo del Fondo de Respuesta Rápida y Mitigación de Efectos de la Pandemia, desarrolló el proyecto Derecho Al Agua Y Alimentación Saludable en las cercanías de San Bernardo, comunidades wichí de Lote 3 y Las Tolderías. La construcción de aljibes para la recolección de agua y la creación de huertas familiares y comunitarias en las cuales sembrar alimentos saludables fueron las acciones con las que la comunidad con el acompañamiento de INCUPO, ha podido tener acceso al agua suficiente y empezar a cambiar sus hábitos nutricionales y así tener una mejor calidad de vida. Las familias de Lote 3 y Las Tolderías fueron protagonistas de la ejecución del proyecto. Los líderes de cada comunidad estuvieron acompañando las decisiones y acciones planeadas. También fueron el vínculo directo con el personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria – INTA -, Soporte y Alerta Temprana en Eventos Meteorológicos – SATEM- y los intendentes de los municipios de Charata y San Bernardo que acompañaron y fueron actores clave del proyecto, a partir de articularse en la Mesa Local del Proyecto. Por otro lado, los jóvenes participaron activamente cavando y construyendo los aljibes de placa cemento con recolección de agua de lluvia. Las mujeres también construyeron e hicieron parte activa de las capacitaciones en alimentación saludable. Lo construido y logrado   Se construyeron tres aljibes y tres huertas familiares. Además se reemplazaron las cañerías rotas de la bomba de agua de la comunidad de Lote 3. Con esto, 6 familias nuevas han tenido acceso al agua de manera suficiente y 27 familias integraron hábitos de cuidado del agua. Se hizo recambio de los bidones de agua para 30 familias. Con estos bidones las familias hacen la recolección de agua para su día a día. Anteriormente, estos bidones eran reciclados de productos agro tóxicos utilizados por los productores sojeros de la zona. Se hicieron tres huertas familiares y comunitarias. Junto con las capacitaciones brindadas por INCUPO con el apoyo de la Mesa Local del Proyecto, 12 familias incorporan verduras en su alimentación para hacerla más saludable. Algunos aprendizajes   Con el proyecto, las personas de las comunidades de Lote 3 y Las Tolderías, aprendieron sobre su derecho al acceso al agua limpia y suficiente, sobre cuidado del agua y sobre alertas tempranas para poder prevenir y tomar medidas en caso de algún evento meteorológico como una forma de prevenir los efectos de algún desastre en la zona. Además, incorporaron conceptos de alimentación saludable y nuevas recetas. Nuevos aprendizajes en diálogo con su sabiduría ancestral wichí. Por otra parte es de destacar la participación de los jóvenes y mujeres de la comunidad en la toma de decisiones y procesos de organización. La comunidad, en conjunto, ha conversado y buscado soluciones a las problemáticas con las que conviven. Por ejemplo, los desechos agro tóxicos que se vierten en las cercanías de sus territorios y el uso de bidones contaminados para la recolección de agua. Este tipo de proyectos contribuyeron a mitigar algunos de los efectos adversos que la pandemia de COVID-19 dejó en las comunidades, algunos de los cuales se invisibilizan o naturalizan como el aislamiento en la salud mental, el déficit en el acceso a alimentos saludables a un costo razonable, asuntos que se suman a la sequía histórica que afectó al país Para CREAS, la articulación con organizaciones como INCUPO es central para acompañar a las comunidades en la solución de problemáticas que afectan su vida en el día a día (y por ende requieren respuesta inmediata), desde un lugar de autonomía y dignidad que, al integrarlas a largo plazo, sean oportunidades para la vida digna y sumen al cuidado de la Casa Común.

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Nuevo Breviario PAMPA 2030 sobre Economía Social, Solidaria y Popular

En diciembre de 2023 se publicó un nuevo breviario de la Plataforma Argentina de Monitoreo para la Agenda 2030 titulado: ‘La eficacia para el desarrollo de la Economía Social, Solidaria y Popular en Argentina’. CREAS es miembro de PAMPA 2030 y el trabajo sobre nuevas economías inclusivas y sostenibles es uno de los temas transversales en nuestras líneas de intervención: lo incorporamos a las propuestas formativas, lo consideramos central para los procesos de intervención territorial y apoyo económico, y nos sumamos para aportar en las acciones de cooperación y articulación que lo facilitan a nivel territorial y con las organizaciones a nivel regional -en diálogo con los acuerdos del desarrollo global para el Cuidado de la Casa Común y la dignidad de todas las personas. Esta publicación resulta pertinente teniendo en cuenta el desarrollo notable de este sector de la economía: la Social, Solidaria y Popular – ESSP, por las características que la ubican como solución central a las problemáticas de la desigualdad social que se vive en los territorios (y que requiere atención concreta) pero también por los avances en la atención de las organizaciones internacionales, como la Resolución de la 110ª Conferencia Internacional del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en junio de 2022 y la Resolución aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas – ONU en abril de 2023 (A/RES/77/281) sobre la “Promoción de la economía social y solidaria para el desarrollo sostenible”, que en particular: “alienta a las entidades pertinentes del sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo, incluidos los equipos de la ONU en los países, a que presten la debida atención a la economía social y solidaria como parte de sus instrumentos de planificación y programación, en particular el Marco de Cooperación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, a fin de apoyar a los Estados, a petición de estos y de conformidad con sus mandatos, en la determinación, formulación, aplicación y evaluación de medidas y marcos políticos coherentes y propicios para el desarrollo de la economía social y solidaria como herramienta para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS”. Esta publicación, en la autoría de Marita González y Hernán Ruggirello, compila literatura relacionada con la ESSP y trabajo de campo para conocer a los actores clave en este sector que están o podrían estar potencialmente involucrados en la promoción de la cooperación al desarrollo. A lo largo de este Breviario de 73 páginas se despliega también información sobre los desafíos y oportunidades para las organizaciones de la Economía Social, Solidaria y Popular, teniendo en cuenta los respectivos contextos, explorando también estrategias y recomendaciones sobre cómo las organizaciones de la sociedad civil y los actores clave de la ESSP podrían trabajar juntos para apoyar y desarrollar aún más el sector como actor fundamental en el desarrollo equitativo y sostenible. Una vez realizadas estas aproximaciones al marco conceptual la publicación esboza una caracterización sobre el cooperativismo en Argentina, mencionando el valor de las acciones realizadas para su beneficio también desde las instituciones de educación superior y universidades en el país, también un mapeo de la economía popular en la que residen las nuevas cooperativas de trabajo, empresas recuperadas y movimientos sociales, que son las herramientas de producción y reproducción de la vida de las comunidades en centros urbanos, periurbanos y rurales. En el capítulo IV se despliegan los temas de esta investigación: La apropiación comunitaria de la economía social, solidaria y popular El aporte para lograr el trabajo decente, los derechos humanos y la justicia social Los avances normativos para brindar derechos laborales a la economía popular La inclusión social de los sectores desprotegidos La promoción de la sostenibilidad ambiental El empoderamiento de las mujeres y diversidad Crear y compartir conocimientos y aprendizajes Transparencia y rendición de cuentas Inspirando alianzas a nivel nacional Inspirando alianzas regionales e internacionales Para descargar el Breviario PAMPA 2030 ‘La eficacia para el desarrollo de la Economía Social, Solidaria y Popular en Argentina, clic aquí.    

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Más y mejores alimentos ante la sequía en Formosa

Argentina ha atravesado una de las peores sequías de los últimos años. Visto en perspectiva y según datos oficiales estamos en presencia de la peor sequía de los últimos 60 años, generando un profundo impacto en la economía y la vida cotidiana de su población, poniendo a algunas comunidades en serios riesgos para sostener la vida. No obstante, estas dificultades han sido aún más devastadoras para las comunidades de pueblos originarios ya vulnerables debido al desmonte, la falta de oportunidades de integración y situaciones de discriminación, como las que residen en la provincia de Formosa, en el norte del país. Tradicionalmente, estas comunidades encontraban sustento en el monte, pero la sequía y la deforestación de sus tierras han agotado paulatinamente sus recursos alimentarios. Para contrarrestar la emergencia alimentaria la Asociación para la Promoción de la Cultura y el Desarrollo – APCD- contó con el apoyo del Fondo de Respuesta Rápida y Mitigación de Efectos de la Pandemia de CREAS para el proyecto Apoyo Nutricional para niños, niñas y jóvenes de 3 comunidades indígenas afectadas por la sequía, que tuvo como objetivo mejorar el acceso y la calidad de los alimentos que consumen 375 niños, niñas y jóvenes de tres comunidades indígenas en Formosa. Como Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio fortalecemos la acción de organizaciones comunitarias y de la diaconía de las iglesias, que de manera rápida brinden respuesta ante situaciones que lo requieran y busquen mejorar y dignificar la calidad de vida de las comunidades. De igual manera, buscamos fortalecer las capacidades de los actores en los territorios y que estos se articulen en pro del bienestar común, como lo hizo APCD para este proyecto junto a otras organizaciones como Cáritas a nivel local. Con el proyecto, que tuvo una duración de cuatro meses, las familias pudieron acceder a nuevos alimentos – como frutas y verduras – y con esto a más de una comida fuerte al día. Aprender a consumir nuevos productos alimenticios y cómo prepararlos fue parte del proceso que vivieron las comunidades junto con APCD. Así mismo, las comunidades están tomando conciencia de la incidencia que tiene sobre su salud la dieta que eligen, considerando las limitantes del contexto, para su día a día. Poco a poco los platos que consumen las personas de las tres comunidades que formaron parte del proyecto se están completando con más verduras y frutas y menos harinas. Se implementó un sistema de vouchers para llevar los alimentos y se hicieron también acuerdos con los comercios de alimentos de la localidad. Las familias fueron encargadas de la organización para las ollas comunitarias. La provisión de la leña, organización de las cocineras, recibimiento de los alimentos, así como la comunicación a las comunidades y el seguimiento del acceso de los alimentos a niños, niñas y jóvenes. De igual manera, todos los utensilios de cocina, ollas y agua fueron provistos por la misma comunidad. Las mujeres tuvieron roles centrales de liderazgo: “Se acordó con los líderes que la preparación de las ollas se realizaría en la casa de una familia y desde allí se repartieron raciones al resto. En Lote 27 dos hermanas del grupo familiar más numeroso de la comunidad fueron las encargadas de cocinar; en Tres Pozos se cocinó en la casa del agente sanitario; en Lote 47 se cocinó en la casa de la hija de un dirigente de la comunidad con la ayuda de su vecina.” Informe del proyecto APCD Cáritas se sumó al proyecto con más alimentos que fueron distribuidos a través de la parroquia Nuestra Señora de la Merced, como parte de su servicio de diaconía. Los líderes comunitarios junto con APCD fueron encargados de la distribución e incorporación de estos nuevos alimentos a las ollas comunitarias. Durante el transcurso del proyecto, los miembros de la comunidad se unieron y buscaron maneras de organización que permitieran llevar adelante el objetivo de garantizar comidas a sus niños, niñas y jóvenes. Las mujeres de Lote 27 y los agentes sanitarios de Lote 47 y Tres Pozos siguen capacitándose y transmitiendo los nuevos conocimientos sobre la importancia de una buena nutrición, nuevas recetas para incorporar alimentos y cómo esto incide directamente en la salud de sus comunidades. De esta manera, en el marco de un proyecto de respuesta a la emergencia, apostamos que la experiencia y el aprendizaje motive a las comunidades a cambios que transformen sus maneras de vivir y fortalezcan sus capacidades. Las comunidades viven en un contexto desafiante en lo social y económico, a lo que se suman las condiciones climáticas que ponen en riesgo la vida. Frente a problemas complejos, la transformación social para una mayor dignidad de las comunidades, la calidad de vida y el cuidado del medio ambiente, requiere un trabajo en el que las organizaciones comunitarias ejercen el liderazgo. Es clave generar confianza, oportunidades de cambio y de acceso a derechos. Este camino que se comienza a recorrer permitirá responder a las problemáticas de las comunidades, partiendo de la convicción de que todos los actores implicados buscamos una vida plena y abundante para todas las personas, en igualdad en dignidad y derechos.

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PAMPA 2030 en Resistencia, Chaco: territorialización para la promoción de derechos de los pueblos originarios

Los pasados 3 y 4 de agosto de 2023 la Plataforma Argentina de Monitoreo para la Agenda 2030- PAMPA 2030 (de la que CREAS es parte como organización basada en la fe – OBF) convocó en Resistencia, Chaco, el taller ‘Fortalecimiento de las capacidades locales para la promoción de derechos de pueblos originarios y alianzas interactorales en la Provincia de Chaco’, que convocó alrededor de 50 personas para recibir capacitación en relación a la Agenda 2030, la centralidad del trabajo decente, la soberanía alimentaria, la sinergia entre trabajo decente y lucha contra el cambio climático y los derechos de los pueblos indígenas, en particular a partir del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo – OIT, ratificado por 22 países (y en Argentina por la Ley 24.071 en 1992 y vigente desde el año 2001, con carácter de obligatoriedad y prevalencia sobre las leyes nacionales), y que básicamente plantea la acción coordinada y sistemática para la protección de los derechos de los pueblos indígenas y tribales, con lo cual las naciones se comprometen a “adecuar la legislación nacional y a desarrollar las acciones pertinentes de acuerdo a las disposiciones contenidas en el Convenio”, así como a informar sobre la aplicación práctica y responder a las preguntas o sugerencias de los organismos de control. Por su parte: “El objetivo de la Agenda 2030 es promover y alcanzar una Nueva Agenda de Desarrollo sostenible que alcance a todas las naciones, todos los pueblos y a las personas. Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con sus 169 metas e indicadores, impulsan a centrarnos en un nuevo paradigma civilizatorio basado en las Personas, el Planeta, la Prosperidad, la Paz y la Participación de la sociedad”. La razón de ser de PAMPA 2030 como plataforma es la de monitorear la implementación de los acuerdos establecidos por el Estado Argentina en cuanto a sus Metas e Indicadores de los ODS en el marco de la Agenda 2030 y fomentar su territorialización, facilitando el diálogo práctico entre lo local y lo global para obtener verdaderos resultados en término de un desarrollo económico, social y ambientalmente sostenible. El objetivo de este encuentro (promovido por Redes Chaco, junto a PAMPA 2030, con apoyo de la OIT y el organismo provincial del Chaco encargado de la Agenda 2030) fue, además de la capacitación sobre la Agenda 2030, la construcción de una instancia local de PAMPA 2030 Chaco con participación de las organizaciones sindicales, pueblos indígenas, organizaciones basadas en la fe, organizaciones ambientalistas y defensores de derechos humanos. Asimismo, la Construcción de un diálogo interinstitucional con el gobierno y Agencias del Sistema de Naciones Unidas. Entre las actividades del encuentro, realizamos de la mano de INCUPO – Instituto de Cultura Popular (que también forma parte de PAMPA 2030) una visita a la comunidad QOM de Laguna Patos «Lapel Huotaxañilai» en Leonesa, Chaco, para hablar sobre el Convenio 169 de la OIT y su aplicación práctica. Jorge Fernández, del equipo de Desarrollo Territorial de CREAS expresó: Los desafíos de la territorialización requieren el involucramiento activo de los diferentes actores, por lo cual fue clave la presencia de las organizaciones locales del Chaco, en este marco, PAMPA 2030 facilitó la profundización del conocimiento de la Agenda 2030, junto con relacionar a las organizaciones locales con las autoridades del gobierno del Chaco responsables de los ODS en la provincia. El aporte metodológico de CREAS contribuyó al desarrollo de este taller, junto a su constante compromiso con el desarrollo sostenible, desde el trabajo multiactoral de la Agenda 2030, en el marco de PAMPA 2030.

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Descarga el Breviario PAMPA 2030 sobre el aporte de las OBF al Desarrollo Sostenible

La Agenda 2030 está conformada por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), 169 Metas y 209 indicadores. Desde que se fijaron como acuerdo internacional en la Cumbre de las Naciones Unidas en 2015, organizaciones de diversas naturalezas y la comunidad en general han sumado sus apoyos y esfuerzos para garantizar avances considerables que supongan resultados contundentes en esta misión que apela a la responsabilidad de los Estados (en articulación con la sociedad civil) para lograr sociedades más justas, inclusivas y pacíficas. En Argentina opera la Plataforma Argentina de Monitoreo para la Agenda 2030 (PAMPA 2030) como un espacio de articulación de organizaciones de la sociedad civil (algunas basadas en la fe), sindicatos, movimientos sociales y centros de investigación que dan seguimiento a esta Agenda. Difunde, capacita y sensibiliza sobre los ODS; realiza actividades en las provincias; promueve articulaciones para acciones específicas; produce informes y breviarios sobre temas relacionados, y se propone como herramienta de incidencia para el diseño de políticas y marcos normativos en línea con el Desarrollo Sostenible. La implicación de las organizaciones que brindan monitoreo a los ODS es de vital importancia porque exige transparencia en la información que produce el Estado Argentino y la participación abierta y democrática para que sea posible conducir las políticas estatales hacia un modelo de desarrollo que responda a las causas profundas más que a los síntomas de la pobreza, la desigualdad y la marginación. El rol de las OBF en estos contextos ha sido esencial, mucho antes de esta agenda en particular, en sus propias agendas institucionales: la garantía de derechos, la salud, la educación, la alimentación, el empleo, la atención a infancias y juventudes, y en general el cuidado de la Casa Común al que nos llama nuestro compromiso como cristianos/as. Nueve organizaciones basadas en la fe forman parte de PAMPA 2030: Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) Centro Regional Ecuménico de ASesoría y Servicio (CREAS) Centro de Diálogo Intercultural Alba (CDIA) Fundación Protestante Hora de Obrar (FPHdO) Instituto de Cultura Popular (INCUPO) Pastoral Social Evangélica (PSE) Por los Jóvenes Don Bosco (PJDB) Promoción Claretiana de Desarrollo (PROCLADE) Servicio Evangélico de Diaconía (SEDI) Las OBF se han relacionado desde sus inicios con temas de desarrollo sabiendo que un desarrollo justo y sostenible alienta a lograr una vida digna y abundante. Podrían encauzar, en palabras de los economistas Charles Wilber y Kenneth Jameson “una redefinición del desarrollo que es más amplia que la visión de crecimiento económico” y que en el documento de CREAS-PNUD (2019), citado en el Breviario OBF de PAMPA 2030, se menciona como un desarrollo multidimensional que comprende lo económico, lo social y lo ambiental. No por casualidad diferentes agencias de Naciones Unidas han establecido relaciones con actores religiosos y OBF para poder articular acciones y generar mecanismos de incidencia. ¿Y qué motiva a los actores religiosos a vincularse con el Desarrollo Sostenible? Hubo vinculación previa a la Agenda 2030 para plasmar sus sugerencias oportunas: el carácter de universalidad, la centralidad en la lucha contra la desigualdad, la adopción de un abordaje multidimensional de desarrollo, entre otras. La motivación de las OBF se basa en su dimensión ética, centrada en los principios de respeto a la dignidad humana (con fundamento teológico en el hombre como “imago Dei”), la sustentabilidad (fundamentada en el cuidado de la creación y la justicia inter-generacional) y el “no dejar a nadie atrás”, basado en un sentido de justicia. Los fundamentos son teológicos, doctrinales y de fe, relacionados a su vez con el mandato de servicio, caridad y justicia que recibimos de nuestras tradiciones. Otras narrativas complementarias se suman como inspiración. Por ejemplo, la Carta Encíclica Laudato Sí, promulgada en mayo de 2015 por el Papa Francisco. Partiendo de esas motivaciones, algunas OBF han diseñado ya sus planes estratégicos alineados a los ODS, señalando específicamente con qué objetivos se comprometen en sus organizaciones y programas, logrando incidir a nivel local, nacional e internacional. Asimismo, las OBF y actores religiosos son una voz crítica y profética para cuidar los procesos de desarrollo, proponiendo caminos alternativos donde advierten riesgos de recaer en posibles injusticias y/o fortalecer un sistema de globalización excluyente. En el Breviario PAMPA 2030 se encuentra un reporte de la labor social traducida en la acción social, el servicio y la diaconía que han realizado las nueve organizaciones basadas en la fe que conforman la plataforma, y que se concentran, especialmente y en su respectivo orden, en los siguientes objetivos para el desarrollo sostenible: ODS 1: Fin de la pobreza ODS 17: Alianzas para el logro de los objetivos ODS 2: Hambre Cero ODS 5: Igualdad de Género ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico ODS 10: Reducción de las desigualdades ODS 4: Educación de Calidad ODS 12: Producción y consumo responsable ODS 3: Salud y bienestar ODS 13: Acción por el clima ¿MÁS INFORMACIÓN? DESCARGA AQUÍ EL BREVIARIO PAMPA 2030: EL APORTE DE LAS OBF EN LA EFICACIA AL DESARROLLO.

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Territorializar el Desarrollo Sostenible. Un desafío permanente.

En el año 2015 las Naciones Unidas acordaron un llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y perspectivas de las personas en todo el mundo, para lo cual acordaron la Agenda 2030, la cual enuncia 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), superando así los anteriores Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM hasta el 2015). Este contexto nos da una claridad: en busca de nuevos paradigmas de desarrollo, más acordes con lo que se sostiene en equilibrio, respeta, y nutre la vida, como nuestra naturaleza misma, ha habido y habrá diversas metas y medidas de transformación, y lo que siempre será necesario priorizar es la acción en territorio. Ha sido un desafío para los Estados poder concretar y poner en el territorio esta agenda orientada al desarrollo económico, social y ambiental sostenible. El gobierno argentino, en el marco del Acuerdo Marco Estratégico de Cooperación del Sistema de Naciones Unidas para el Desarrollo con la República Argentina (MECNUD -2021-2025) considera el apoyo que brindará la ONU al Estado Argentino en base a sus prioridades de desarrollo, definiendo metas priorizadas, Indicadores para dar seguimiento a la Agenda 2030. La Plataforma Argentina para el Monitoreo de la Agenda 2030, PAMPA 2030 da seguimiento al cumplimiento de las Metas e Indicadores establecidos por el Estado; también aporta a la presentación del Informe Nacional Voluntario y a la conformación del Foro de Participación Social para la Implementación y Seguimiento de la Agenda 2030, espacio para la articulación con el Estado Nacional a través del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. CREAS forma parte de PAMPA 2030 desde sus orígenes como organización basada en la fe – OBF, y ha participado en procesos formativos, aportando expertise metodológico y de capacitación, incluyendo actividades de formación de formadores, para fortalecer los procesos de territorialización de la Agenda 2030. Asimismo, trabajó en la elaboración del breviario temático de las OBF.. Territorializar la Agenda 2030 implica “fortalecer las capacidades locales para para formular e implementar políticas públicas que respondan adecuadamente a las necesidades de la sociedad y el territorio, reconociendo sus dificultades y maximizando sus potencialidades”, como lo indica este documento del Observatorio Regional de Planificación para el desarrollo de América Latina y el Caribe, con el que se pueden conocer acciones y mediciones de lo implementado en la región. Lograr una conexión de lo local con lo global requiere encuentros y acciones pertinentes, atención al contexto y escucha bilateral que permita que una visión complemente a la otra. Entre el 20 y el 24 de marzo pasado se realizó el III Foro Mundial de Derechos Humanos organizado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y el Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos de la UNESCO, en Buenos Aires, superando en participación y en actividades a sus ediciones anteriores (el primero en Brasil en el 2013 y en el 2014 en Marruecos). A lo largo del encuentro participaron más de 21 mil personas de 98 países, 950 organizaciones involucradas y se presentaron 1100 actividades autogestionadas. Además, hubo 206 actividades culturales, 200 referentes y especialistas en materia de derechos humanos fueron parte de las propuestas, 2300 panelistas y 390 periodistas acreditados. En dicho evento, como parte de PAMPA 2030, CREAS se sumó a la organización y facilitación de un taller sobre herramientas de territorialización de la Agenda 2030, en el que participaron diferentes referentes de organizaciones nacionales e internacionales y en el que se compartieron tres buenas prácticas y experiencias de cómo las organizaciones llevan adelante temas educativos y de género, y localizan la Agenda 2030 desde sus acciones cotidianas. CREAS también contribuye al desarrollo sostenible y transformador a nivel local, y a la localización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: desde su involucramiento en temáticas relacionadas con alguno de estos objetivos a nivel global y nacional, desde el apoyo que se brinda desde el Fondo de Pequeños Proyectos (FPP), desde su labor en el Fondo de Respuesta Rápida y Mitigación de los Efectos de la Pandemia. Otro ejemplo es el acompañamiento a procesos locales en donde hay temas sociales, económicos y ambientales que conjugan de modo práctico varios ODS: tal es el caso del proceso de acompañamiento a la Red Urbano Ambiental de la Comuna 7 (RUA C7) en la ciudad de Buenos Aires, entre otros. Localizar la Agenda 2030 es una responsabilidad de los Estados, pero también es un compromiso por parte de las organizaciones nacionales y locales para lograr un desarrollo inclusivo, con justicia económica y social, amigable con el medio ambiente de modo tangible y concreto. CREAS desde su identidad y compromiso de fe, suma sus aportes para el cuidado de la casa común, en el acompañamiento de quienes comprometidos con la realidad y la dignidad de las personas promueven prácticas solidarias que dan cuenta del servicio, de la diaconía ecuménica y profética, como expresa el Evangelio, para que tengamos una vida en plenitud, y siguiendo el llamamiento ético de la Agenda 2030, para no dejar a nadie atrás.    

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CREAS y PAMPA 2030 capacitaciones Objetivos de Desarrollo Sostenible en La Matanza, 2022

PAMPA 2030 en la construcción territorial del desarrollo sostenible en Argentina

Por: Lina Salas Ramírez Coordinadora de Comunicaciones Estratégicas CREAS lina@creas.org   La formación de organizaciones de base sobre desarrollo sostenible es esencial para lograrlo. Mientras la Agenda 2030 fue adoptada en 2015 como un nuevo plan de desarrollo sostenible que sucedió a los Objetivos del Milenio y se planteó alcanzar e interconectar a todas las naciones, pueblos y personas, su implementación en lo local es lo que asegura cambios de paradigmas estructurales que deriven en efectos a mayor escala. «la importancia de esta formación radica en conocer cómo se relacionan los aspectos globales con los locales y la interdependencia de unos u otros. Diariamente los fenómenos locales que afectan el desarrollo tienen presencia en las agendas globales, como la inseguridad alimentaria, el cambio climático, la ausencia de Paz, la pobreza, el desempleo, las desigualdades de género, entre otras». Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con sus 169 metas e indicadores, nos impulsan a centrarnos en nuevos criterios de civilización basados en los derechos humanos y del planeta como una relación de mutualismo en la que cuidar los recursos es la clave de la supervivencia y el equilibrio que permite la calidad de vida. Cuanto más nos vamos a lo específico más muestras de esta mutualidad podemos tomar: entre humanos y la naturaleza (las plantas, los animales, los reinos, los ecosistemas), así como entre humanos y humanas. Por esto la Agenda 2030 contempla un amplio espectro que incluye la importancia de establecer alianzas multisectoriales que incluyan a múltiples actores para reducir los niveles de desigualdad, la necesidad de considerar la diversidad como una realidad natural, la educación y la cultura como eje transversal, y su aplicación biyectiva entre lo general y lo específico. Es así como, una resolución firmada en la Asamblea General de las Naciones Unidas (AG-ONU), se hace realidad gracias a la conexión de organizaciones de cooperación internacional, estas con entidades de desarrollo nacional, organizaciones no gubernamentales, líderes y organizaciones de base, y las ciudadanías (participando por los derechos humanos más allá de la ciudad y todo límite territorial o conceptual). El desarrollo sostenible es un entramado, una red (de seres y de procesos), que nos sostiene. Argentina cuenta con un plan acordado con las Agencias de Naciones Unidas para promover el desarrollo sostenible y con su monitoreo colaboran organizaciones como PAMPA 2030, conformada por un conjunto de organizaciones sindicales, organismos de derechos humanos, ONG’s y fundaciones, organizaciones ambientalistas, organizaciones religiosas o basadas en la fe (de las que somos parte con CREAS, campañas argentinas por los derechos, cooperativas y el sector académico: Naciones Unidas en Argentina, conjuntamente con el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales y la Plataforma Argentina de Monitoreo para la Agenda 2030 (Pampa 2030) nos comprometemos a territorializar la Agenda 2030 a partir de una metodología participativa que permita a las comunidades construir la Agenda de Desarrollo local en consonancia con los ODS desde una perspectiva inclusiva, integral y desde las necesidades de cada municipio, región y provincia. En este marco, una de las muchas acciones de Pampa 2030 son talleres de formación enfocados en las organizaciones de base, y el último presencial, que apoyamos con CREAS, fue el 22 y 23 de septiembre en La Matanza, con los siguientes objetivos: Construir un marco conceptual sobre los ODS y la Agenda 2030, priorizado en las metas para La Matanza, que sirva de referencia y fundamento para su implementación. Brindar una experiencia de formación en temas relacionados con el Trabajo Decente y los vínculos con las metas de la Agenda 2030. Adquirir las capacidades necesarias para proponer caminos de solución a problemas concretos que se presenten en el ámbito local, integrando e implementando ODS, metas, indicadores y prioridades nacionales. Sentar las bases para el trabajo conjunto inter organizacional –gobierno local, actores productivos, organizaciones sociales- para la identificación y resolución de problemas de la localidad que fortalezcan la difusión y aplicación de la Agenda2030 y la eficacia al desarrollo. Presentar criterios metodológicos y recursos para la formación en ODS y la construcción de una Agenda común de las organizaciones sindicales y sociales en La Matanza. En una agenda de dos días en el Centro Cultural Valentín Barros / Teatro UOM San Justo (gracias al apoyo del sindicato de la Unión Obrera Metalúrgica que abrió sus puertas) se abordó la integralidad de estas necesidades, analizando el estado del desarrollo en La Matanza bajo los parámetros que permiten visualizar los ODS y enfocando en la necesidad del consenso y la elaboración de políticas públicas. En la programación del Día 1 Jorge Javier Fernández, miembro del equipo de desarrollo territorial de CREAS, planteó los análisis del ODS 17: La Agenda de Desarrollo y las Alianzas Locales, compartiendo Metodologías de Acción para desarrollar propuestas participativas que determinen el plan de La Matanza de la Agenda 2030, y en el Día 2 presentamos, junto con Juan Rojas (DyA), una segunda metodología para abordar problemas con soluciones posibles e iniciativas realizables de los ejes priorizados por la comunidad. Finalmente, el evento nos invitó al trabajo en grupos sobre los ejes centrales de la Agenda 2030, las 5 P de Personas, Planeta, Paz, Prosperidad y Participación, elaborando propuestas concretas para acción en este partido de la provincia argentina de Buenos Aires. CREAS, desde los inicios ha estado involucrado en el proceso de territorialización y en la formación de formadores, aportando su experiencia en aspectos metodológicos y de facilitación de este tipo jornadas de capacitación. Lograr los desafíos de la Agenda 2030 requiere el esfuerzo mancomunado de la sociedad civil, los Estados, el sector empresarial y los mecanismos del sistema de Naciones Unidas y la principal característica de este tipo de encuentros es la riqueza que genera la diversidad de experiencias compartidas y la integración de perspectivas gracias a los diálogos y acciones interinstitucionales» – Jorge Fernández. En el evento cincuenta (50) personas recibieron la formación y para el acto de clausura se reunieron más de 400 trabajadores y trabajadoras de La Matanza. En el acto de inicio estuvo Fulvia Farinelli, Representante de

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