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Liderazgo juvenil y recambio generacional: la experiencia del CC Belén

Por: Lina Salas Ramírez, Coordinadora de Comunicaciones CREAS. Los Centros Comunitarios son espacios esenciales; punto de encuentro de personas y realidades que reflejan las necesidades genuinas del día a día en los territorios. Preguntándonos por los espacios de liderazgo que ocupan los y las jóvenes nos acercamos al Centro Comunitario Belén, ubicado en la localidad Jose.C.Paz de la Provincia de Buenos Aires y con funcionamiento desde la década de los 80. Este Centro es un referente no solo por sus muchos años de servicio, sino por el recambio generacional con el cual muchos de los jóvenes que un día fueron beneficiarios del centro, hoy son educadores y educadoras de las nuevas poblaciones. Una de ellas es Belén Benitez, quien lleva 25 años vinculada al centro, al que llegó en sala de 4. El CC Belén nació en 1984, principalmente como un lugar de cuidado para las infancias cuyos padres, madres o tutores trabajaban. Esta demanda fue creciendo y así lo hizo también el Centro. “Unos años después, fundamos junto a otras organizaciones de barrio que dependen del proyecto UDI del ministerio de desarrollo de la provincia de Bs As la Red de Centros Comunitarios El Encuentro, que actualmente cuenta con más de 16 centros comunitarios en diferentes partidos del conurbano. En 1998 fundamos el área de jóvenes y junto con ella una radio comunitaria FM Tinkunaco 107.3 que lleva más de 20 años al aire, y la Biblioteca Popular Paulo Freire con 11 años de funcionamiento”. A través del Centro las juventudes de la zona reciben, de manera gratuita, talleres artísticos, acceso a la biblioteca, alimentos balanceados, compañía y contención, apoyo psicológico y familiar. “Trabajamos de lunes a viernes. Los/as jóvenes vienen a biblioteca a contraturno de la escuela, eligen el taller que van a hacer y el taller de mural suele ser muy atractivo por la libertad de trabajo que tienen para expresarse. El taller de video suele trabajar con proyectos elegidos entre todxs, y también trabajamos el proyecto anual de Jóvenes y memoria, con el que al final viajamos a Chapadmalal; es una experiencia única”. Con el apoyo de algunos fondos administrados por CREAS, incluido el Fondo de Pequeños Proyectos, El CC Belén ha fortalecido sus capacidades con diversos proyectos; desde una radio hace 25 años hasta el último proyecto de mural en 2023, pasando por reformas edilicias, talleres de formación y campañas contra la violencia. Liderazgo Joven Cuando le preguntamos a Belén por los papeles de liderazgo de los jóvenes en el Centro dice que un punto central es la Biblioteca, desde donde se les propone que tengan iniciativa frente a los temas que quieran tocar en encuentros y para proponer además espacios con los más chicos. “Que quienes hayan atravesado el espacio desde hace muchos años y tienen experiencias adopten diversas responsabilidades frente a los más chicos es muy importante para nosotros; es muy valioso que se pongan en el rol de líderes. Cuando los más grandes comparten con los más chicos las experiencias desde otro lugar, desde sus propias inquietudes, vemos nuestro objetivo cumplido”. ¿Cómo fue tu experiencia como estudiante en el Centro y luego como educadora? “Mi experiencia en el CC fue increíble en un montón de aspectos. Primero, pudiendo acceder a contenidos pedagógicos que no obtenía dentro de la escuela y por las experiencias ganadas a través de las diferentes actividades. Por ejemplo, cuando estaba en Infantiles, participamos de la Marcha de los Chicos del Pueblo, que se realizaba en ese momento a nivel nacional y viajamos por todo Argentina marchando en las ciudades más importantes del país, con la bandera de que el hambre es un crimen. Esto después de la crisis del 2001 en la que se acrecentaron las brechas sociales y en la que, como infancias, marchábamos conscientes de nuestros derechos y de las vulneraciones que otros niños y niñas estaban viviendo. Una de esas experiencias que te levantan y te forman el carácter. Luego, durante mi estancia en el área de Jóvenes me formé políticamente a través de los talleres del Centro y las redes que construimos con otros centros y grupos juveniles, con lo que entendimos lo comunitario y esto me ha formado a quién soy hoy”. (…) “Ahora, como educadora, yo pienso en talleres de formación política en los que participan los jóvenes que están en el centro y en medio de la situación que se vive en la Argentina también les acompañamos en sus luchas, como la Multitudinaria Marcha en Defensa de la Universidad Pública. Cada vez hay más jóvenes que están haciendo actividades para los más pequeños; por ejemplo: Constanza da talleres de folklore, Aldu el taller de géneros, Julieta en la guardería de 4 y 5. La experiencia se sigue pasando; sigue habiendo gente que pasa por el centro y que se queda a seguir marcando la diferencia desde lo comunitario”. ¿Cuáles son los desafíos que enfrentan como Centro Comunitario en 2024? “Son gigantes. Económicamente es la parte que más nos golpea mientras deseamos sostener la cantidad y calidad de las actividades. También tenemos que atender otras necesidades que son inmediatas como el Servicio Alimentario: entendemos que nuestro trabajo es específicamente para las necesidades de la sociedad y por ende respondemos a lo que se necesita. Vamos a intentar enfocarnos en proyectos colectivos como Jóvenes y Memoria y también presentar nuevos proyectos a instituciones como CREAS que nos apoyan en nuestros objetivos. Este año deseamos realizar un encuentro de muralistas a nivel nacional porque lo cultural y lo artístico es una necesidad que los jóvenes nos manifiestan y también que en la situación actual gubernamental del país presenta una fuerte desfinanciación”. ¿Qué sientes que le debemos a los/as jóvenes como sociedad o cómo podemos brindarles mejores condiciones para vivir y liderar? Desde mi experiencia, a los y las jóvenes les debemos mucha escucha. Desde el adultocentrismo tan forjado asumimos que el adulto tiene la verdad y la razón; nos hace lastimarlos al no escuchar lo que tienen para decir, al no validar su

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¿Qué tienen que ver nuestros sueños con la innovación social? Descarga este Manual de Ecoalaene

En un mundo complejo, donde desigualdades multidimensionales crecientes y niveles de pobreza extrema alarmantes conviven con los inicios de una cuarta revolución industrial, se hace indispensable la innovación social, es decir, la generación de procesos descentralizados y disruptivos, que coloquen la infinidad de recursos tecnológicos, intelectuales y físicos, al servicio de la resolución de situaciones estructurales de pobreza y desigualdad multidimensional. Redireccionar la innovación hacia procesos que reviertan las desigualdades y que solo será posible si se pasa de un sistema centrado en el lucro a uno centrado en el florecimiento integral de cada persona. Ecoalaene, que es el proyecto que el PIDESONE – Programa Internacional de Democracias y Nuevas Economías de la Universidad de Buenos Aires (UBA) ha desarrollado junto a CREAS, nació con el objetivo de incidir en la promoción de una economía diferente en la cual prime la ética, la espiritualidad y la convivencia ecuánime entre todos los seres humanos y el planeta. Entre sus herramientas, dirigidas a diversos ciclos de formación que se elaboran de manera flexible en conjunto con centros educativos de América Latina, cuenta con el Manual Pedagógico ‘Taller de innovación social: Territorio, talentos y emprendedurismo social’, desarrollado por Cristian Varela, economista argentino (Universidad Nacional de La Plata), investigador principal del PIDESONE-UBA y parte del área de Formación de la Escuela Latinoamericana de Economías para la Vida – ecoalaene. Este manual surge de la necesidad de un instrumento didáctico (para la replicación de las metodologías), que identificaron los líderes de ecoalaene, en cabeza de su coordinadora María Belén Pérez, al llevar su Taller de Innovación Social a experiencias de formación con públicos diversos en edades, contextos, países y misiones. En Colombia se compartió con líderes de iglesias que conforman una red de apoyo psicoespiritual en la ciudad de Barranquilla acompañando iniciativas sociales en barrios vulnerables de la ciudad. En esta ocasión, para los participantes, fue importante conocerse más, entender la integralidad de la persona poniendo en juego todo nuestro ser a disposición de las personas y realidades que acompañamos. También en este país de la región, en la Universidad Reformada se llevó a cabo con un grupo de estudiantes y docentes en el marco de la Asamblea de Qonakuy, la red de universidades protestantes de Iberoamérica, donde se incorporó como taller adjunto al conversatorio ‘Bienes comunes y desarrollo sostenible: una mirada desde la teoría económica y el trabajo territorial’, liderado por José Oscar Henao, Economista Senior de Cáritas ALyC, investigador Principal del PIDESONE y docente de @ecoalaene En Argentina, en la Mariapolis Lia, se realizó con jóvenes que participan de una escuela internacional de formación a la fraternidad. Al ser una experiencia intercultural, la que estos jóvenes realizan conviviendo por un año con otros de diferentes países, durante el taller fue importante reconocer que ciertas problemáticas sociales son iguales en cualquier punto del planeta; por ejemplo el bullying o matoneo, la soledad, la incomprensión entre generaciones, entre otros. La implementación más reciente, fue en el mes de mayo, en el marco del encuentro ‘Jóvenes y Trabajo en ámbitos rurales y periurbanos‘ donde 30 jóvenes de 6 provincias argentinas pensaron juntos cómo comprometerse en sus ambientes para solucionar problemas comunes tales como la sequía, la falta de oportunidades laborales, los mecanismos de producción masiva que destruyen la tierra. La herramienta del manual conceptualiza y brinda instrumentos para el desarrollo del taller, pero en especial permite que lo aprendido e integrado pueda ser replicado, generando multiplicadores de cambio para la transformación social. Es su objetivo: «transformar paradigmas sobre el desarrollo como algo que, lejos de tener que aceptarlo como algo que se nos da, se co-construye a partir de cada cultura, (…) siendo esencial que cada uno se involucre al servicio de las pobrezas de su contexto para co-crear ese concepto o ese vivir del desarrollo; ese buen vivir que mencionan los indígenas también desde sus diversas comunidades«. En el taller, ecoalaene plantea fusionar nuestras vocaciones con un propósito y objetivos comunes, para lo que invita a unas actividades específicas en «4 pasos para iniciar procesos generativos de nuevas realidades que busquen el florecimiento multidimensional de las personas y la comunidad», a través de la puesta en común de sueños, talentos, miradas compartidas sobre realidades que nos tocan vivir e ideas creativas que lleven a la transformación en favor del Bien Común: Tu Sueño: Empezar por allí para crear ideas verdaderamente nuevas; semilla de un nuevo paradigma. El manual dice que la comunión es el nuevo nombre del desarrollo, retomando visiones de Paulo Freire. Mirar hacia afuera: Retomando la visión de Amartya Sen sobre el desarrollo como un proceso multidimensional de expansión de las libertades reales de las personas y de apoyo mutuo. Talentos: Poniéndolos “a fructificar” en la co-creación del bien común. Idea creativa: para re-encauzar la creatividad hacia el florecimiento multidimensional de las comunidades. A la hora de reconocer las problemáticas y los desafíos con los que cada persona está en contacto y buscar junto con otros soluciones creativas, es fundamental partir del aporte personal, de identificar qué sueños profundos nos impulsan, cuáles talentos podemos poner a disposición. Desde Ecoalaene se entiende, entonces, que cada desafío desata una energía generadora que tiene el potencial de transformar situaciones de vulnerabilidad en posibilidades de sueños cumplidos. Este manual es gratuito y está a disposición de quienes deseen incluirlo en sus propuestas formativas y de incidencia territorial. DESCARGA AQUÍ.

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Asamblea del CMI: Un encuentro del mundo que reconciliamos en nuestra fe

Por: Lina Salas Ramírez Coordinadora de Comunicaciones Estratégicas CREAS lina@creas.org Empecemos por una imagen; clara y reveladora. Es algo así “como estar en un set de filmaciones de Hollywood de los años 50: en una locación una película africana, en otro una de la india, otra ortodoxa y cuanto más caminas más color, más personas, más diversidad. En el almuerzo te topas, codo a codo, con todos los actores y actrices”. Las vestimentas, unos con mate en la mano y en la otra un montoncito: es argentina, esa de allá. Volteas la mirada y un arcoiris de vestidos, maravillosos colores, turbantes, saris, un escocés con su tradicional atuendo. Instrumentos musicales que nunca habías visto, manos que se estrechan, hermanos y hermanas que se abrazan. De repente la película me trajo a esas escenas lindas del libro de Historias Bíblicas que tenía en casa mi abuela testigo de Jehová y que tan divertidamente me enseñaron la palabra de Dios cuando era niña; pero no estoy hablando de un libro, ni de una película siquiera. Es la verdad de la vida en pleno 2022 en Karlsruhe, Alemania, en la XI Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias, y aquello de actuar, es ahora. La cita fue del 31 de agosto al 8 de septiembre con el lema “El amor de Cristo lleva al mundo a la reconciliación y la unidad”, y en medio de aquel escenario promete haberse sentido como una gota en el mar: una pequeña muestra, pero viva, de la inmensidad de nuestro llamado a ser UNO. La invitación fue clara desde su inicio: “en un mundo (…) quebrantado por la crisis ecológica, la guerra, la pandemia, la pobreza sistémica, el racismo, la violencia de género, las violaciones de derechos humanos (…) pecados de profunda injusticia como el castismo, el racismo, el sexismo, el edadismo, el capacitismo, el colonialismo, la explotación económica, la distribución desigual del poder y los recursos, y la perversión de nuestra relación con la creación, así como a muchos tipos de alienación (…) En un mundo como este, herido por las divisiones, las iglesias están llamadas a dar testimonio del poder indestructible del amor para unir y reconciliar (…) dar un testimonio contracultural: la esperanza de la unidad, la justicia y la paz.”. XI Asamblea del CMI – Proyecto de declaración sobre la unidad. Doc. No.A 05 rev 1 (P. 1-.2) Allí los ojos de CREAS fueron 8: principalmente los de Elena López Ruf, líder de nuestro Laboratorio de Buenas Prácticas Interreligiosas y ecuménicas dirigido a población joven: Ikuméni; de Humberto Martín Shikiya, Vicepresidente de la Comisión Directiva de CREAS, invitado formalmente por la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (WCRC-World Communion Reformed Churches) y ACT Alliance, como embajador de Buena Voluntad; y también Laura Piedimonte Vicepresidenta de la junta general y delegada oficial de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina y Daniela Peralta, en calidad de asesora y representante juvenil también de la IEMA. En CREAS, Laura es asociada y Daniela Coordinadora Administrativa; ambas productoras de un orgullo al que nos sumamos en CREAS por la calidad de su representación. Laura fue elegida como miembro del Comité Central de la Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias, conformado por 150 personas, de las cuales 5 son latinoamericanas: 3 mujeres y dos hombres. ¡Felicidades y gracias, Laura! Esto es emocionante y lo es por la oportunidad de amplificar voces que requieren cada vez más lugar en espacios como este: las de Latinoamérica, las de las mujeres, las de personas no ordenadas que son parte también de esa fe expandida que se defendió en la Reforma Protestante y que nos unifica como cristianos. Daniela fue también una cuota esencial, en un evento que quedó con la tarea de dar mayor escucha a los fieles más jóvenes y les invitó a llevar a sus iglesias las inquietudes que expresaron frente a la que consideraron una reducida proporción en las delegaciones. “La asamblea además de un espacio de encuentro, diálogo y espacio de trabajo conjunto entre iglesias, es también un espejo en parte de cada iglesia en forma particular. El reflejo, desde la representatividad, el trabajo entre asambleas, y las temáticas abordadas, nos da distintos desafíos. Uno de ellos es, desde mi mirada, el discipulado que incluya a la juventud, acompañar en el camino del ecumenismo brindando espacios de formación y encuentro, invitando y animando la participación en estos espacios, y sobre todo dar lugar para que las y los jóvenes puedan empoderar sus voces y ser parte activa de la vida del CMI así como de cada una de las iglesias miembros. Espero que este tiempo de 8 años hasta la próxima asamblea, sea un período de animar y acompañar a la juventud por los caminos del ecumenismo y que así se vea reflejado en una mayor representación de las y los jóvenes en la próxima asamblea. El trabajo conjunto entre generaciones, que abra caminos y no ponga barreras es fundamental para aprender de la otra persona y junto con ella, valorándonos como hermanos y hermanas sin prejuicios por motivo de edad ni de ninguna otra característica que nos diferencie, sino al contrario valorando la diversidad y potenciando las distintas miradas en favor de la obra de Dios”. – Daniela Peralta Un ecumenismo que se transforme y construya hacia adelante de la mano de la diaconía, como lo plantearon los embajadores en la ACT O’Clock, una serie de conversaciones sobre cómo las acciones basadas en la fe y los derechos pueden contribuir a la realización de los objetivos globales bajo los actuales desafíos contextuales. Humberto Shikiya estuvo presente en el conversatorio de ACT O’Clock, en la recepción de ACT Alliance donde fue presentado como ACT Goodwill Ambassador on Sustainable Development e impartió en otro escenario el Taller «Hacia una Justicia Tributaria y Reparación en América Latina» en el marco del Proyecto Zaqueo promovido por la iniciativa conjunta de Nueva Arquitectura Económica Financiera Internacional (NIFEA en su sigla en inglés) integrada por el Consejo Mundial de Iglesias (WCC), la WCRC, la Federación

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