cultura

NO SOLO CIFRAS – 16 días de activismo frente a la violencia de género

La campaña 16 días de activismo contra la violencia de género es la campaña anual para crear conciencia sobre el problema global de la violencia de género. Comienza cada 25 de noviembre con el Día de la Noviolencia contra la Mujer y finaliza el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos. Cada año, el programa de justicia de género de ACT Alianza participa en la campaña global destacando las formas de violencia a las que están sujetas las mujeres y las niñas en todas sus diversidades y este año el objetivo ha sido concienciar sobre los datos todavía alarmantes que rodean a las mujeres y niñas en todas sus diversidades. Es necesario hacer mucho más para proteger y empoderar a las mujeres y las niñas en todo el mundo y para financiar y promover organizaciones que trabajen para lograr la justicia de género. Hacer sonar la alarma ante estadísticas desalentadoras no significa que sean sólo cifras. Estos números tienen nombres y sueños, habilidades y opiniones, habilidades e ideas. Las mujeres y niñas que están detrás de los números no pueden ni deben quedarse atrás. Debemos hacer más. A continuación compartimos apartes de la Guía Ilustrada sobre la Violencia de Género, realizada en 2023 por ACT Alianza para la Justicia de Género, y algunos datos compilados de informes de otras entidades, que consideramos complementarios. 1. Violencia Verbal: Empezar por esa violencia que se esconde detrás de lo que parece inofensivo pero que brinda la estructura sobre la cual se sostienen muchas más formas de violencia. Las palabras y las definiciones moldean la cultura, los derechos y las normas sociales. La forma en que definimos una injusticia y la decisión de utilizar el lenguaje inclusivo son acciones políticas. La lengua tiene la capacidad de cambiar el statu quo y hace que se manifiesten nuestras posiciones acerca de la justicia de género. La igualdad de género en la lengua se logra cuando todos los géneros se reconocen como agentes a quienes se les concede igual dignidad, valores y derechos. Desentrañar ciertos asuntos desde una perspectiva de género es un paso para actuar contra la discriminación sistémica, los fundamentalismos crecientes y los estereotipos de género. 2. Violencia en línea: Como una extensión de la violencia cara a cara, en los espacios online y virtuales se dan también diversos actos que violentan a mujeres, niñas y personas de la comunidad LGBTQI+, y en particular a defensoras de derechos humanos, con el objetivo de reducir los espacios democráticos y silenciar las voces de quienes hablan acerca de la justicia. La violencia en espacios virtuales puede asumir múltiples formas, incluyendo acoso, matoneo, acecho, discriminación, ataques verbales y amenazas de violencia, como violación u otras formas de violencia sexual. La violencia en línea también puede incluir comentarios sexuales no deseados o publicaciones no consensuadas en redes sociales, y burla a causa del cuerpo. La violencia en línea es una violación de los derechos humanos. Se intersecta con la violencia racial y económica, y otras formas de violencia. 3. Violencia económica: La violencia económica es una de las mayores causas de desigualdad en el mundo. En datos de ONU Mujeres, el 50% de las mujeres en edad laboral trabajan, mientras en los hombres el porcentaje supera el 75%. Asimismo, a nivel mundial las mujeres ganan 24% menos que sus contrapartes masculinos. Puede asumir múltiples formas, incluyendo —aunque no se limita a— leyes tradicionales discriminatorias con respecto a la herencia; la tenencia de la tierra; el acceso restringido a recursos financieros, oportunidades educativas o mercado laboral. La violencia económica puede llevar a la violencia física, promover la explotación sexual y el riesgo de contraer VIH, morbilidad y mortalidad materna, y el tráfico de mujeres y niñas. 4. Violencia cultural: La Mutilación Genital Femenina (MGF), el matrimonio forzoso y otras prácticas violentas que se escudan en tradiciones culturales siguen siendo violaciones a los derechos humanos y prácticas nocivas que afectan a mujeres y niñas en todo el mundo. En algunas comunidades, los padres y las madres creen que ayudan a protegerlas y ofrecen un futuro más seguro, o que estas prácticas son necesarias para el cumplimiento de requisitos religiosos. Ninguna creencia religiosa respalda o exige estas prácticas, así que los(as) líderes(as) religiosos(as) tienen la responsabilidad de exponer estas concepciones erradas, lo cual hace que las niñas tengan más probabilidades de finalizar sus estudios y enfrentarse a una vida de problemas de salud, incluidas las complicaciones maternas. 5. Acoso, abuso y explotación sexual en el sector: Explotación sexual: ocurre cuando un(a) trabajador(a) de una iglesia o del sector humanitario, quien tiene una relación ministerial o profesional con un(a) adulto(a) o niño(a) que tiene la edad de consentimiento, lo(a) invita a participar en una actividad sexual o mantiene una actividad sexual con su consentimiento. No importa que el(la) adulto(a) o el(la) niño(a) haya hecho la invitación o haya iniciado la actividad sexual. Acoso sexual: ocurre cuando un(a) trabajador(a) de una iglesia o del sector humanitario hace una insinuación sexual no deseada o una petición desagradable relacionada con favores sexuales a una persona. Puede consistir en uno o varios incidentes durante un periodo de tiempo y puede implicar diferentes formas de comunicación, como llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes de texto y redes sociales. Incluye pedirle tener relaciones sexuales; hacer gestos, bromas o comentarios con referencias sexuales; mostrar material sexualmente explícito. Abuso sexual: ocurre cuando un(a) trabajador(a) de una iglesia o del sector humanitario muestra alguna de las siguientes conductas: acoso sexual infantil, abuso basado en la imagen; agresión sexual; explotación sexual; acoso sexual; ver, tener, producir o distribuir pornografía infantil. Es la intrusión física real o amenazante de naturaleza sexual, sea a la fuerza, o bajo condiciones inequitativas o coercitivas. 6. Femicidio: Es tal la gravedad de esta realidad que cada vez son más los estudios que compilan datos y las organizaciones que realizan veeduría para la implementación de políticas que garanticen el derecho a la vida y a la vida digna en mujeres y niñas. Uno de estos estudios, publicado en

Leer mas »

Transformando la comunidad con altura: Circrobacia en el Barrio Ramón Carrillo

En el barrio Ramón Carrillo, al sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, habitan 5.000 personas, muchas de ellas en condiciones de vulnerabilidad social. Además de la falta de empleo formal, infraestructura precaria y difícil acceso al transporte público, uno de los derechos más vulnerados en la zona sur de la ciudad es el derecho a la recreación y el acceso a la cultura. El Centro Educativo Comunitario Ramón Carrillo, un espacio comunitario de referencia en el barrio, busca en sus propuestas dar respuesta a la necesidad de acceso a la cultura y el ocio sano para niños, niñas y adolescentes del barrio. Si bien el centro comunitario cuenta con un espacio amplio para la realización de las actividades diarias que allí se realizan, con el apoyo de CREAS a través del Fondo de Pequeños Proyectos pudieron hacer una mejoría en el lugar y en las condiciones para las clases de acrobacia en tela y artes circenses de las que, hasta a principios de este año, participaron 16 niñas mayores de diez años. Las clases de Circrobacia, como se llama el proyecto que presentaron a nuestro Centro Ecuménico de Asesoría y Servicio con aval de la parroquia Virgen Inmaculada, se daban en un salón pequeño y las telas colgaban de un techo no muy alto e inseguro para las niñas que practicaban “los escapes” y movimientos colgadas de las telas. Este espacio además lo compartían con Las Chicuelas del ritmo, un grupo de mujeres mayores que se reúnen una vez a la semana a hacer gimnasia y bailar, y que también recibió apoyo del Fondo de Pequeños Proyectos en 2021. Ahora las Chicuelas ensayan en el salón y Circrobacia entrena en el patio de la planta baja. El deporte, el juego y la recreación, están establecidos por la Organización de Naciones Unidas como uno de los Derechos Fundamentales de niños, niñas y adolescentes. A través del juego y el disfrute está la oportunidad de aprender, encontrarse con otros y hacer comunidad. “Además de las habilidades motoras y cognitivas que desarrollan las niñas con las piruetas y trucos, lo importante es que se aprende en grupo. Los procesos son siempre grupales y así se fortalecen los vínculos entre quienes participan y también con las familias y el resto de la comunidad que estuvo presente en el desarrollo del proyecto” Carolina Sobral, profesora de acrobacia en tela El objetivo de nuestro Fondo de Pequeños Proyectos es fortalecer las capacidades de las organizaciones de base y de la diaconía y pastoral social de las iglesias, para que allí, en los barrios y comunidades, cuenten con las herramientas suficientes para atender las necesidades que surgen.   ¿Por qué mejores condiciones para hacer acrobacia y circo transforman la comunidad?   Con la compra de nuevo material, colchonetas adecuadas y telas que, con ayuda profesional, pudieron colgarse de un techo más alto, pudieron elegir un espacio más amplio y abierto a la comunidad. Es un patio por donde casi todas las personas que visitan el centro comunitario deben pasar. La comunidad es testigo de la disciplina de las niñas y del desafío de superarse a sí mismas que implica hacer una nueva acrobacia. La pertenencia de la comunidad y las familias al centro comunitario fue clave para poder llevar adelante el proyecto, fueron ellos quienes hicieron posible el traslado de todos los elementos del salón de clases en el primer piso al patio en la planta baja. Aportaron en comunidad a la creación de este espacio de formación y encuentro. Con lo anterior, muchas personas del barrio, incluso adultas, se han acercado a preguntar por las clases. Es un desafío de cara al futuro para el Centro Comunitario poder ampliar este espacio para que pueda llegar a toda la comunidad. “Que personas adultas vengan a preguntar por las clases de acrobacia hizo que nos acerquemos más a la comunidad y que nos pensemos como institución. Necesitamos el apoyo del gobierno para poder tener más horarios y profesoras para cubrir la demanda que tenemos de las personas del barrio” Carolina Sobral, profesora de acrobacia en tela El espacio de aprendizajes por fuera de la escuela que ofrece el Centro Educativo Comunitario Ramón Carrillo, sirve a las niñas y niños como espacio de encuentro y contención. Al ampliar los cupos de las clases, más niñas pueden hacer uso sano de su tiempo libre, son niñas que encuentran en la acrobacia la oportunidad de enfocarse en algo que les gusta y desafía mientras crean, desde ese lugar, nuevas amistades. ¿Qué cambió con el nuevo espacio?   Las clases son más seguras y mejores, atendiendo una demanda que tenía la comunidad, en especial las niñas de Circrobacia. Las niñas están más motivadas en su aprendizaje. Ellas mismas le muestran a las profesores los trucos que quieren aprender, pues saben que tienen un espacio seguro para practicar. Se pudo aumentar la franja etaria, antes las clases eran para niñas mayores de 10 años, ahora pueden acceder a ellas desde los 9. Se logró una mejora e innovación en los servicios a la comunidad, con lo que surge también el desafío futuro de ofrecer estos y otros servicios a jóvenes y adultos. Hasta abril participaban de las clases 16 niñas, actualmente la matrícula y la asistencia se duplicó. “Desde el Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS, entendemos que las actividades culturales, recreativas y deportivas hacen parte de la estrategia de las organizaciones para generar transformaciones en sus territorios y así dinamizar la vida comunitaria y dignificar a las personas ofreciéndoles nuevos recursos y oportunidades. Fortalecer estas actividades por medio del equipamiento, como en el caso de este proyecto, es fortalecer su estrategia” Rosaura Andinach, coordinadora FPP-CREAS

Leer mas »

Jornada de evaluación de proyectos FPP CREAS de arte, deporte, recreación y cultura para jóvenes

  Esta semana ocho organizaciones referentes de 4 ciudades del Gran Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Resistencia nos reunimos en capital durante un día, para hacer una evaluación respecto a proyectos implementados en los últimos dos años, cuyo objetivo esté relacionado con fortalecer derechos de adolescentes y jóvenes a través de actividades culturales, artísticas, deportivas y/o recreativas y reflexionar colectivamente sobre los efectos que han tenido en el corto y mediano plazo. En los últimos dos años el FPP ha apoyado más de 60 proyectos y en su historia alrededor de 800. Estos son algunos de los que han obtenido apoyos del Fondo de Pequeños Proyectos, creado para brindar apoyo a organizaciones comunitarias y al trabajo social de las iglesias, organizaciones ecuménicas y organizaciones basadas en la fe, con un énfasis en derechos de los jóvenes, mujeres, diversidades, y en economía social y solidaria, promoviendo la justicia social, la justicia económica, la justicia de género y la justicia climática. El enfoque en este tipo de públicos tiene en gran parte que ver con las vulnerabilidades que se agudizaron con los efectos de la pandemia y a estas poblaciones en mayor medida. Los/as jóvenes (considerándolo en un rango de edad variable entre las adolescencias y adultes jóvenes) experimentaron durante las diversas etapas de aislamiento y crisis sanitaria, dificultades en el acceso a derechos económicos como el acceso al trabajo, a la educación y acceso a actividades recreativas, deportivas, culturales o creativas, tanto por las situaciones de vulnerabilidad que ya vivían antes como por las propias de la pandemia Covid, y también con elementos determinantes como la sobrecarga de tareas de cuidado que recae especialmente en las mujeres y estas poblaciones. Así que ha sido de esperarse que los proyectos implementados en 2021 y 2022 -en este contexto que nos llama a la solidaridad y a la toma de decisiones sabias para el bien colectivo- constituyan oportunidades especiales para mitigar los efectos de la pandemia y expandir las misiones diacónicas. Estas son las organizaciones comunitarias u organizaciones de base que participaron: Centro comunitario Belén (Buenos Aires) Centro comunitario Yakacuaha (Buenos Aires) Jóvenes por el Juego (Buenos Aires) Casa Chaco Stylo (Chaco) Hormigas de barrio (Rosario) El Ranchito / El transformador (Buenos Aires) Escuela Deportiva Nueva Generación (Córdoba) «Para CREAS esto es importante porque nos permite evaluar qué sucede con los apoyos que hacemos a los proyectos 6 meses o un año después de que el proyecto ya se ejecutó y rindió; conocer los efectos a mediano plazo que tienen esos apoyos. Para las organizaciones y para nosotros es una instancia de encuentro e intercambio que resulta siempre muy rica, porque permite reunir organizaciones que por ahí no se conocen, que trabajan en territorios diferentes o cercanos, y compartir el trabajo que están haciendo, sus experiencias. Siempre se produce ahí un momento valioso y lindo de intercambio; aprendizajes«. Rosaura Andiñach, Coordinadora del Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS #FPPCREAS ¿Qué encontramos? Organizaciones fortalecidas. El objetivo del FPP CREAS es apoyar el fortalecimiento de organizaciones comunitarias y cuando hacemos estas evaluaciones identificamos que se vieron fortalecidas no solo en lo material, con la compra de equipamiento o con mejoras de infraestructura sino que son organizaciones con capacidades nuevas, las cuales han desarrollado a través de la implementación del proyecto. En muchos casos, capacidades de gestión, porque para muchas organizaciones es la primera vez que tienen que formular un proyecto, implementarlo y rendirlo, y eso ya es un aprendizaje, sino también nuevas capacidades que surgen de la oportunidad que brindan los proyectos para que las organizaciones se abran más a la comunidad, atrayendo a muchos/as/es más jóvenes, quienes naturalmente se habían replegado a espacios privados durante la pandemia. Algunas tuvieron más alcance y otras lo que hicieron fue restablecer los vínculos que se habían diluido. Muchos jóvenes dejaron de participar en las actividades de los centros a los que acudían antes y a través de estos proyectos se abrieron nuevos espacios para intercambiar entre organizaciones, salir a la comunidad y facilitar aprendizajes tanto para los colectivos como para les mismos jóvenes; sobre todo por las conexiones que permite lo cultural; habilitar espacios artísticos, pintar murales, bailar en la vereda, noches de cine en el barrio, entre otras. «En los jóvenes también identificaron mayor participación y mayor compromiso. Cuando hay una propuesta nueva o que está más o mejor equipada en lo material, genera un entusiasmo adicional que hace que se comprometan más con el proyecto de las organizaciones y con proyectos propios. se generan otros que surgen de los mismos jóvenes y que van autogestionando, lo cual se traduce en mayor autonomía». R. Andiñach   Así lo vivió Casa Chaco Stylo, de Resistencia:   Ver esta publicación en Instagram   Una publicación compartida por Casa Chaco Stylo (@casachacostylo)

Leer mas »

¡Casa Chaco Stylo en Resistencia!

Por: Lina Salas Ramírez – lina@creas.org Coordinadora de Comunicaciones Estratégicas de CREAS Y aquí voy yo, yo… yo… de nuevo emocionada con los proyectos del FPP de CREAS. El mundo del freestyle es algo que me ha llamado desde hace mucho tiempo y que veo desde la banca como niña aplaudiendo. Admiro profundamente la sagacidad que requiere la improvisación y esa poética que se espeja en aquello de vivir entre la calle y el minuto, resolviendo, creativamente, y sorprendiendo alrededor con lo que nos es real y genuino. Chaco Stylo es una organización que queda en Resistencia. “Se conformó en 2005 con personas de diferentes espacios de la comunidad del Hip Hop con la finalidad de organizar eventos y actividades culturales vinculadas a esta cultura y con la impronta local, la construcción colectiva del conocimiento, la consolidación de una comunidad de afinidades y transformación social a través del arte. Además, se intentó reforzar lazos entre antiguas y nuevas generaciones y darle profundidad a ciertas prácticas para que no queden en el mero entretenimiento sino también se constituyan en espacios de búsqueda y construcción de identidad para la cultura y una salida laboral”. Lo primero que organizaron como colectivo fue un evento de Hip Hop que buscaba contemplar todas las disciplinas, lo que en la escena local y nacional era una novedad hace 17 años. Se unieron integrantes de distintos grupos pare representar al Chaco en distintos certámenes de la Argentina y se consiguieron entre 2007 y 2009 espacios de práctica de las diferentes disciplinas (rap, break dance, graffiti, DJ, como los lista el Ministerio de Cultura en este artículo que podría también ser de interés) en centros comunitarios de Barrio Güiraldes, Villa Mariano Moreno, Barrio 244 Viviendas y la localidad de Barranqueras. A partir del 2009 se obtuvo el reconocimiento de la actividad artística como actividad productiva y empezó a constituirse en una salida laboral para jóvenes. Se hicieron presentaciones de baile, rap o graffiti en diferentes eventos de forma remunerada. En el mismo año Chaco Stylo organizó eventos de Hip Hop que fueron de gran importancia en la región: BARCA-Barranqueras Arte Callejero (2009), Duelo de Titanes (2010 al 2016), Chaco Stylo (2005 al 2008), La Flota Hip Hop (2008 al 2010), Encuentro de Graffiteros (2014 al 2017) e Ishaxac (2017 al 2018). Casa Chaco Stylo es la primera casa de Hip Hop en el país. Se inauguró en 2019 y realiza actividades diversas como: Prácticas de breaking Freestyle Actividades de Cine Debate Charlas, talleres y foros Eventos en el patio para eventos Grabaciones de audio profesional Y cuentan también con una sala de lectura con biblioteca. El conjunto de expresiones artísticas que se reúnen para conformar ese estilo de vida que por el mundo llamamos Hip-Hop nació en los suburbios de Nueva York de los setenta, pero se despliega por diversas zonas de todo el globo que resuenan con el mismo flow: la calle, el barrio, la denuncia, la demanda, la expresión, y la creación que libera, que reivindica y transforma para crear una sociedad más inclusiva en la que los talentos y pasiones, así como la expresión de la personalidad, son los caminos naturales para crear movimientos colectivos y productivos. “El proyecto de esta Casa surgió justamente de la idea de generar un espacio para el desarrollo de las prácticas que hacen a la cultura del Hip Hop y que históricamente se configuraron en los espacios públicos, como plazas, o en espacios privados, precarios, circunstanciales, que dependían de las posibilidades de las personas particulares de la comunidad”. Es interesante mencionar el rol del espacio durante la pandemia para facilitar espacios de contención, vinculación y expresión, en momento de aislamiento que fue tan duro para muchas adolescencias. Con el Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS se brindaron apoyos económicos para dos momentos esenciales de la Casa Chaco Stylo, ambos durante la pandemia: la construcción de su sala de grabaciones en la que se realizaron algunas producciones musicales, y en 2021 solicitaron los fondos para realizar para la Batalla de la Juventud: Arte como Oficio. Esta consistió en talleres de formación para un grupo de jóvenes bailarines y bailarinas para brindar lo que visualizaban como un espectáculo de breaking dance de calidad y con miras a presentarse en dos eventos (Resistencia y Fontana) en la segunda mitad del año 2021. También se propuso el acondicionamiento del salón de baile de la Casa Chaco Stylo “para transformarlo en un espacio plenamente apto para la formación y práctica del breaking, con todos los elementos y equipos que la disciplina requiere” y se realizó un evento de exhibición para mostrar lo aprendido. Con este tipo de proyectos CREAS reafirma el interés en brindar, desde el compromiso de fe y a través de estos apoyos, oportunidades de fortalecimiento de las organizaciones comunitarias y de base para que expandan sus rangos de acción. El hecho de que Casa Chaco Stylo busque profesionalizar las prácticas artísticas, contribuir en la transformación de paradigmas para ampliar las posibilidades laborales de los/las jóvenes desde sus pasiones y hacer realidad los espacios donde se habitan estas culturas diversas, permite que más allá de las inversiones monetarias lo que se invierta es tiempo, amor y compromiso en la reconstrucción del tejido social. Esto nos dijeron en su informe final: “Ya en el proyecto anterior realizado con CREAS, la organización se vio fortalecida por la sistematización y planificación de prácticas que antes se realizaban intuitivamente, en el mismo ejercicio de prueba y error. Al elaborar un proyecto detalladamente, considerar todas las variables de forma premeditada y ejecutarlo, adquirimos herramientas para mejorar nuestras capacidades, aumentamos los niveles de organización y caminamos hacia la profesionalización necesaria para obtener fuentes de financiamiento y pensar en nuestra actividad cultural también como una actividad productiva. En ese evento anterior logramos establecer nuestra sala de grabación que ya está brindando servicios a jóvenes raperos y raperas, beatmakers y audiovisualistas del Hip Hop. Creemos que la organización avanza en pos de convertirse en referente de gestión cultural y

Leer mas »