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Música y arte para jóvenes del barrio Providencia

El objetivo del Centro Comunitario Providencia es ampliar las posibilidades de acceso a la cultura y el arte para la comunidad del barrio Providencia en José C Paz, Buenos Aires. Con una orientación artística, cultural y deportiva responde a las necesidades de los chicos y chicas que se acercan al centro comunitario. Desde 1994 el centro cultural forma parte del barrio. Hoy ahí se dan talleres de poesía y escritura, teatro, artes plásticas, fútbol y actividades deportivas, ensamble músical y murga. Se proponen abordar el arte y la cultura desde distintos lugares y ofrecer espacios de contención y sano esparcimiento para jóvenes entre los 10 y 18 años. Diez años después, en 2004, a partir de los talleres nace la murga “Gastasuelas” que ahora es parte de la esencia del centro comunitario, del barrio, y es reconocida en el ámbito murguero del conurbano bonaerense. Quienes formaron parte de la murga en ese momento, hoy son referentes y talleristas del centro comunitario. Desde hace dos años el centro comunitario es uno de los que conforman la Red El Encuentro. Con la incorporación a esta red de centro comunitarios pudieron sostener la frecuencia de los talleres y el trabajo de los talleristas. Con el apoyo del Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS, se dotó el Centro Comunitario Providencia de instrumentos como trompetas, trombones, repiques, un piano y otros materiales; fortalecieron y ampliaron el trabajo del ensamble de orquesta y la murga. El apoyo a iniciativas culturales, artísticas y recreativas, en particular cuando son promovidas desde los y las jóvenes, es una línea de trabajo prioritaria del FPP de CREAS, en la medida que contribuye a fortalecer el tejido social comunitario para promover la vida digna en los barrios. “La murga es lo que más les atrae a los pibes. Con los adolescentes teníamos el problema de que no solían engancharse con los talleres o vienen con mucha carga de violencia y era difícil atraerlos, pero la murga es lo que más les atrae. Es un espacio que les gusta y les apasiona y que, cuando lo tomamos como eje de los talleres, pibes que habían dejado de venir, volvieron. Gracias al apoyo de CREAS le podemos dar la oportunidad a los pibes de conocer y tocar instrumentos que son de difícil acceso. Es una oportunidad única. Por primera vez tenemos varios instrumentos y con ello la oportunidad de contenerlos para evitar que se pierdan y alejen del centro. Podemos ver frutos en los pibes que están muy motivados y tienen mucho potencial artístico” Julian Foresti, coordinador de los talleres musicales Lo que plantea el centro comunitario es que los talleres sean espacios que promuevan el respeto, la cooperación, la comunicación en los que la juventud sea protagonista de la construcción colectiva. Escuchan sus intereses y desde ahí trabajan en los montajes musicales que se hacen en los ensambles. En total, cincuenta jóvenes del barrio toman los talleres y se espera que sean ellos los próximos en compartir sus conocimientos a los niños y niñas que se vayan incorporando.   Más sobre el Fondo de Pequeños Proyectos   Una Casa para todos que fortalece la comunidad RE SI clando el Valle: formación productiva para cuidar el medio ambiente Jóvenes creciendo: transformando realidades en San Miguel, Buenos Aires Amasando Autonomía, proyecto productivo de jóvenes del Centro Comunitario San Cayetano Seguimos conversando en redes sociales: Facebook: @CreasLAC Instagram: @Creas_LAC LinkedIn: CREAS – Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio Twitter: @CreasTwitt  

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Transformando la comunidad con altura: Circrobacia en el Barrio Ramón Carrillo

En el barrio Ramón Carrillo, al sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, habitan 5.000 personas, muchas de ellas en condiciones de vulnerabilidad social. Además de la falta de empleo formal, infraestructura precaria y difícil acceso al transporte público, uno de los derechos más vulnerados en la zona sur de la ciudad es el derecho a la recreación y el acceso a la cultura. El Centro Educativo Comunitario Ramón Carrillo, un espacio comunitario de referencia en el barrio, busca en sus propuestas dar respuesta a la necesidad de acceso a la cultura y el ocio sano para niños, niñas y adolescentes del barrio. Si bien el centro comunitario cuenta con un espacio amplio para la realización de las actividades diarias que allí se realizan, con el apoyo de CREAS a través del Fondo de Pequeños Proyectos pudieron hacer una mejoría en el lugar y en las condiciones para las clases de acrobacia en tela y artes circenses de las que, hasta a principios de este año, participaron 16 niñas mayores de diez años. Las clases de Circrobacia, como se llama el proyecto que presentaron a nuestro Centro Ecuménico de Asesoría y Servicio con aval de la parroquia Virgen Inmaculada, se daban en un salón pequeño y las telas colgaban de un techo no muy alto e inseguro para las niñas que practicaban “los escapes” y movimientos colgadas de las telas. Este espacio además lo compartían con Las Chicuelas del ritmo, un grupo de mujeres mayores que se reúnen una vez a la semana a hacer gimnasia y bailar, y que también recibió apoyo del Fondo de Pequeños Proyectos en 2021. Ahora las Chicuelas ensayan en el salón y Circrobacia entrena en el patio de la planta baja. El deporte, el juego y la recreación, están establecidos por la Organización de Naciones Unidas como uno de los Derechos Fundamentales de niños, niñas y adolescentes. A través del juego y el disfrute está la oportunidad de aprender, encontrarse con otros y hacer comunidad. “Además de las habilidades motoras y cognitivas que desarrollan las niñas con las piruetas y trucos, lo importante es que se aprende en grupo. Los procesos son siempre grupales y así se fortalecen los vínculos entre quienes participan y también con las familias y el resto de la comunidad que estuvo presente en el desarrollo del proyecto” Carolina Sobral, profesora de acrobacia en tela El objetivo de nuestro Fondo de Pequeños Proyectos es fortalecer las capacidades de las organizaciones de base y de la diaconía y pastoral social de las iglesias, para que allí, en los barrios y comunidades, cuenten con las herramientas suficientes para atender las necesidades que surgen.   ¿Por qué mejores condiciones para hacer acrobacia y circo transforman la comunidad?   Con la compra de nuevo material, colchonetas adecuadas y telas que, con ayuda profesional, pudieron colgarse de un techo más alto, pudieron elegir un espacio más amplio y abierto a la comunidad. Es un patio por donde casi todas las personas que visitan el centro comunitario deben pasar. La comunidad es testigo de la disciplina de las niñas y del desafío de superarse a sí mismas que implica hacer una nueva acrobacia. La pertenencia de la comunidad y las familias al centro comunitario fue clave para poder llevar adelante el proyecto, fueron ellos quienes hicieron posible el traslado de todos los elementos del salón de clases en el primer piso al patio en la planta baja. Aportaron en comunidad a la creación de este espacio de formación y encuentro. Con lo anterior, muchas personas del barrio, incluso adultas, se han acercado a preguntar por las clases. Es un desafío de cara al futuro para el Centro Comunitario poder ampliar este espacio para que pueda llegar a toda la comunidad. “Que personas adultas vengan a preguntar por las clases de acrobacia hizo que nos acerquemos más a la comunidad y que nos pensemos como institución. Necesitamos el apoyo del gobierno para poder tener más horarios y profesoras para cubrir la demanda que tenemos de las personas del barrio” Carolina Sobral, profesora de acrobacia en tela El espacio de aprendizajes por fuera de la escuela que ofrece el Centro Educativo Comunitario Ramón Carrillo, sirve a las niñas y niños como espacio de encuentro y contención. Al ampliar los cupos de las clases, más niñas pueden hacer uso sano de su tiempo libre, son niñas que encuentran en la acrobacia la oportunidad de enfocarse en algo que les gusta y desafía mientras crean, desde ese lugar, nuevas amistades. ¿Qué cambió con el nuevo espacio?   Las clases son más seguras y mejores, atendiendo una demanda que tenía la comunidad, en especial las niñas de Circrobacia. Las niñas están más motivadas en su aprendizaje. Ellas mismas le muestran a las profesores los trucos que quieren aprender, pues saben que tienen un espacio seguro para practicar. Se pudo aumentar la franja etaria, antes las clases eran para niñas mayores de 10 años, ahora pueden acceder a ellas desde los 9. Se logró una mejora e innovación en los servicios a la comunidad, con lo que surge también el desafío futuro de ofrecer estos y otros servicios a jóvenes y adultos. Hasta abril participaban de las clases 16 niñas, actualmente la matrícula y la asistencia se duplicó. “Desde el Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS, entendemos que las actividades culturales, recreativas y deportivas hacen parte de la estrategia de las organizaciones para generar transformaciones en sus territorios y así dinamizar la vida comunitaria y dignificar a las personas ofreciéndoles nuevos recursos y oportunidades. Fortalecer estas actividades por medio del equipamiento, como en el caso de este proyecto, es fortalecer su estrategia” Rosaura Andinach, coordinadora FPP-CREAS

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Nuevo mural de la sede de la Red El Encuentro

Ampliando la mirada en El Encuentro: Arte y formación para fortalecer la red

  La Red El Encuentro – como lo indica su nombre – es una red que reúne a 16 centros comunitarios del noroeste conurbano bonaerense con el objetivo común de fortalecerse como organizaciones, desde la formación permanente de sus educadores y la gestión de recursos y así lograr que los 3000 niños, niñas y adolescentes que acuden a los centros crezcan en condiciones dignas. Desde su creación en 1990, es un espacio de articulación e intercambio de experiencias de trabajo comunitario y educación popular que busca incidir en políticas públicas. Desde el Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS brindamos apoyos a organizaciones como esta con el fin de que promuevan acciones más estratégicas y a largo plazo en el trabajo comunitario, lo cual fortalece la articulación territorial y acompaña la formación de nuevos liderazgos.  A lo largo de quince años de vínculo hemos acompañado diferentes proyectos de Red El Encuentro. De acuerdo con Ana Gravina, parte del equipo de Coordinación, “el vínculo empezó con la idea de gestionar recursos y se convirtió en un vínculo honesto, de escucha y mucho apoyo. Siempre han estado atentos a nuestras necesidades”. Además mencionó que para iniciar el Centro Comunitario Las Suricatas el acompañamiento del Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio fue esencial.  Con el proyecto Ampliando la mirada, apoyado por el #FPPCREAS, la red ha podido nutrir su objetivo principal y fortalecer su identidad. Dos eventos clave han permitido esto: la renovación del mural de su sede principal y un viaje pedagógico a Rosario con el que educadores de la red pudieron expandir sus conocimientos, multiplicar saberes y generar estrategias creativas. El viaje a Rosario Educadoras y educadores de todas las áreas de trabajo de los centros (nutrición, jardín maternal, jardín infantil, escolares, jóvenes, coordinadores y delegados) conforman lo que en la red llaman “Mesas de acompañantes”; estructuras a través de las cuales se encargan de transmitir sus conocimientos y de acompañar a otros educadores en sus labores.  Cincuenta y ocho educadoras de las “mesas acompañantes”, hicieron un recorrido pedagógico y cultural por distintos lugares de Rosario, Santa Fe. Allí, junto con la Cooperativa ‘El horno está para bollos‘ visitaron La Toma Cultural y El Tríptico de la Infancia, un espacio de juegos y transformación pensado para la convivencia entre las infancias y adultos, en el que los educadores con la previa planificación y aprovechando cada momento del viaje, pudieron explorar y vivenciar nuevas herramientas pedagógicas para traer y replicar en su trabajo diario en el Conurbano de Buenos Aires.   Fue un espacio en el que me dejé llevar y pude preguntarme ¿qué es lo que los pibes sienten cuando juegan? Cada uno de los juegos requería una destreza distinta e iba pensando cómo podíamos traerlo al centro para nuestros niños y niñas. Aproveché todo, me gustó muchísimo. A futuro espero que otros compañeros tengan la oportunidad de tener esta experiencia enriquecedora para poder proyectarse y seguir armando algo colectivamente en el centro con todas las vivencias que tuvimos en este viaje. Yoseli Pogorzelek La experiencia en Rosario nos sirvió mucho para repensar nuestros centros comunitarios. Lo que más nos impactó fue la belleza de las propuestas, pensamos que nuestras infancias además del derecho a la educación y alimentación, tienen el derecho a la belleza. Evidenciamos y confirmamos algo que ya veníamos diciendo en los centros, el juego es una herramienta de aprendizaje. Lo que más quiero es que otros compañeros puedan tener esta experiencia. Me inscribí en un seminario con la persona que ideó el Tríptico de las Infancias para poder seguir estudiando y teorizar toda la experiencia práctica que tuvimos allá.  Patricia Palacio ¿Qué lograron los y las educadoras con el viaje a Rosario? Conocer la cultura de otra ciudad, enriquecerse de ella y así ampliar sus conocimientos. Vivenciar, experimentar en cada espacio visitado. Aclarar dudas respecto a las experiencias para poder transmitirlas y replicarlas exitosamente. Observar, elaborar un registro audiovisual de diferentes juegos para replicar en sus centros. Escuchar a otra organización social y sus luchas. El mural colectivo como fortalecimiento de la identidad En otro momento del proyecto Ampliando la Mirada, se llevó a cabo la creación de un mural colectivo en la fachada de la sede la Red El Encuentro, ubicada en José C. Paz. A través de jornadas semanales, la Red trabajó en conjunto para definir el diseño del mural basado en su identidad popular y comunitaria, su experiencia diaria en los centros comunitarios y en sus luchas por el reconocimiento formal de su trabajo.  Esta actividad no solo involucró a las 58 educadoras que realizaron el viaje, sino también a las comunidades de los 16 centros comunitarios que se iban turnando semana a semana en los tiempos que tenían disponibles para ir a la sede y aportar su pincelazo a la creación conjunta. Coordinadamente lograron sacar adelante este mural que, representando el encuentro en un abrazo, conectó con la identidad de quienes conforman la red y fortaleció los lazos que han tejido en los 30 años de trabajo comunitario. La Red El Encuentro se complementa con iniciativas de comunicación popular como La Sociedad de Fomento del Video Alternativo (SOFOVIAL), que forma parte del  Equipo de Comunicación la Red e hicieron un video en el que relatan cómo fue la creación de la nueva fachada.   “La vida diaria en los barrios es muy dura, y las oportunidades de placer son muy importantes desde lo pedagógico, lo afectivo y lo político” Ana Gravina La Red El Encuentro pretende continuar con los procesos de formación y fortalecimiento organizacional que se dieron gracias a Ampliando la Mirada. Los efectos de la experiencia del viaje y de la creación conjunta del mural se están viendo reflejados diariamente en el trabajo de las y los educadores de los espacios comunitarios. Actualmente, están en búsqueda de un carpintero para reproducir algunos materiales del tríptico en los Centros y llevarles a los  chicos y chicas algo de lo que pudieron experimentar; espacios de juego, aprendizaje y placer en su cotidianidad.  Fueron

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Jornada de evaluación de proyectos FPP CREAS de arte, deporte, recreación y cultura para jóvenes

  Esta semana ocho organizaciones referentes de 4 ciudades del Gran Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Resistencia nos reunimos en capital durante un día, para hacer una evaluación respecto a proyectos implementados en los últimos dos años, cuyo objetivo esté relacionado con fortalecer derechos de adolescentes y jóvenes a través de actividades culturales, artísticas, deportivas y/o recreativas y reflexionar colectivamente sobre los efectos que han tenido en el corto y mediano plazo. En los últimos dos años el FPP ha apoyado más de 60 proyectos y en su historia alrededor de 800. Estos son algunos de los que han obtenido apoyos del Fondo de Pequeños Proyectos, creado para brindar apoyo a organizaciones comunitarias y al trabajo social de las iglesias, organizaciones ecuménicas y organizaciones basadas en la fe, con un énfasis en derechos de los jóvenes, mujeres, diversidades, y en economía social y solidaria, promoviendo la justicia social, la justicia económica, la justicia de género y la justicia climática. El enfoque en este tipo de públicos tiene en gran parte que ver con las vulnerabilidades que se agudizaron con los efectos de la pandemia y a estas poblaciones en mayor medida. Los/as jóvenes (considerándolo en un rango de edad variable entre las adolescencias y adultes jóvenes) experimentaron durante las diversas etapas de aislamiento y crisis sanitaria, dificultades en el acceso a derechos económicos como el acceso al trabajo, a la educación y acceso a actividades recreativas, deportivas, culturales o creativas, tanto por las situaciones de vulnerabilidad que ya vivían antes como por las propias de la pandemia Covid, y también con elementos determinantes como la sobrecarga de tareas de cuidado que recae especialmente en las mujeres y estas poblaciones. Así que ha sido de esperarse que los proyectos implementados en 2021 y 2022 -en este contexto que nos llama a la solidaridad y a la toma de decisiones sabias para el bien colectivo- constituyan oportunidades especiales para mitigar los efectos de la pandemia y expandir las misiones diacónicas. Estas son las organizaciones comunitarias u organizaciones de base que participaron: Centro comunitario Belén (Buenos Aires) Centro comunitario Yakacuaha (Buenos Aires) Jóvenes por el Juego (Buenos Aires) Casa Chaco Stylo (Chaco) Hormigas de barrio (Rosario) El Ranchito / El transformador (Buenos Aires) Escuela Deportiva Nueva Generación (Córdoba) «Para CREAS esto es importante porque nos permite evaluar qué sucede con los apoyos que hacemos a los proyectos 6 meses o un año después de que el proyecto ya se ejecutó y rindió; conocer los efectos a mediano plazo que tienen esos apoyos. Para las organizaciones y para nosotros es una instancia de encuentro e intercambio que resulta siempre muy rica, porque permite reunir organizaciones que por ahí no se conocen, que trabajan en territorios diferentes o cercanos, y compartir el trabajo que están haciendo, sus experiencias. Siempre se produce ahí un momento valioso y lindo de intercambio; aprendizajes«. Rosaura Andiñach, Coordinadora del Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS #FPPCREAS ¿Qué encontramos? Organizaciones fortalecidas. El objetivo del FPP CREAS es apoyar el fortalecimiento de organizaciones comunitarias y cuando hacemos estas evaluaciones identificamos que se vieron fortalecidas no solo en lo material, con la compra de equipamiento o con mejoras de infraestructura sino que son organizaciones con capacidades nuevas, las cuales han desarrollado a través de la implementación del proyecto. En muchos casos, capacidades de gestión, porque para muchas organizaciones es la primera vez que tienen que formular un proyecto, implementarlo y rendirlo, y eso ya es un aprendizaje, sino también nuevas capacidades que surgen de la oportunidad que brindan los proyectos para que las organizaciones se abran más a la comunidad, atrayendo a muchos/as/es más jóvenes, quienes naturalmente se habían replegado a espacios privados durante la pandemia. Algunas tuvieron más alcance y otras lo que hicieron fue restablecer los vínculos que se habían diluido. Muchos jóvenes dejaron de participar en las actividades de los centros a los que acudían antes y a través de estos proyectos se abrieron nuevos espacios para intercambiar entre organizaciones, salir a la comunidad y facilitar aprendizajes tanto para los colectivos como para les mismos jóvenes; sobre todo por las conexiones que permite lo cultural; habilitar espacios artísticos, pintar murales, bailar en la vereda, noches de cine en el barrio, entre otras. «En los jóvenes también identificaron mayor participación y mayor compromiso. Cuando hay una propuesta nueva o que está más o mejor equipada en lo material, genera un entusiasmo adicional que hace que se comprometan más con el proyecto de las organizaciones y con proyectos propios. se generan otros que surgen de los mismos jóvenes y que van autogestionando, lo cual se traduce en mayor autonomía». R. Andiñach   Así lo vivió Casa Chaco Stylo, de Resistencia:   Ver esta publicación en Instagram   Una publicación compartida por Casa Chaco Stylo (@casachacostylo)

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¡Casa Chaco Stylo en Resistencia!

Por: Lina Salas Ramírez – lina@creas.org Coordinadora de Comunicaciones Estratégicas de CREAS Y aquí voy yo, yo… yo… de nuevo emocionada con los proyectos del FPP de CREAS. El mundo del freestyle es algo que me ha llamado desde hace mucho tiempo y que veo desde la banca como niña aplaudiendo. Admiro profundamente la sagacidad que requiere la improvisación y esa poética que se espeja en aquello de vivir entre la calle y el minuto, resolviendo, creativamente, y sorprendiendo alrededor con lo que nos es real y genuino. Chaco Stylo es una organización que queda en Resistencia. “Se conformó en 2005 con personas de diferentes espacios de la comunidad del Hip Hop con la finalidad de organizar eventos y actividades culturales vinculadas a esta cultura y con la impronta local, la construcción colectiva del conocimiento, la consolidación de una comunidad de afinidades y transformación social a través del arte. Además, se intentó reforzar lazos entre antiguas y nuevas generaciones y darle profundidad a ciertas prácticas para que no queden en el mero entretenimiento sino también se constituyan en espacios de búsqueda y construcción de identidad para la cultura y una salida laboral”. Lo primero que organizaron como colectivo fue un evento de Hip Hop que buscaba contemplar todas las disciplinas, lo que en la escena local y nacional era una novedad hace 17 años. Se unieron integrantes de distintos grupos pare representar al Chaco en distintos certámenes de la Argentina y se consiguieron entre 2007 y 2009 espacios de práctica de las diferentes disciplinas (rap, break dance, graffiti, DJ, como los lista el Ministerio de Cultura en este artículo que podría también ser de interés) en centros comunitarios de Barrio Güiraldes, Villa Mariano Moreno, Barrio 244 Viviendas y la localidad de Barranqueras. A partir del 2009 se obtuvo el reconocimiento de la actividad artística como actividad productiva y empezó a constituirse en una salida laboral para jóvenes. Se hicieron presentaciones de baile, rap o graffiti en diferentes eventos de forma remunerada. En el mismo año Chaco Stylo organizó eventos de Hip Hop que fueron de gran importancia en la región: BARCA-Barranqueras Arte Callejero (2009), Duelo de Titanes (2010 al 2016), Chaco Stylo (2005 al 2008), La Flota Hip Hop (2008 al 2010), Encuentro de Graffiteros (2014 al 2017) e Ishaxac (2017 al 2018). Casa Chaco Stylo es la primera casa de Hip Hop en el país. Se inauguró en 2019 y realiza actividades diversas como: Prácticas de breaking Freestyle Actividades de Cine Debate Charlas, talleres y foros Eventos en el patio para eventos Grabaciones de audio profesional Y cuentan también con una sala de lectura con biblioteca. El conjunto de expresiones artísticas que se reúnen para conformar ese estilo de vida que por el mundo llamamos Hip-Hop nació en los suburbios de Nueva York de los setenta, pero se despliega por diversas zonas de todo el globo que resuenan con el mismo flow: la calle, el barrio, la denuncia, la demanda, la expresión, y la creación que libera, que reivindica y transforma para crear una sociedad más inclusiva en la que los talentos y pasiones, así como la expresión de la personalidad, son los caminos naturales para crear movimientos colectivos y productivos. “El proyecto de esta Casa surgió justamente de la idea de generar un espacio para el desarrollo de las prácticas que hacen a la cultura del Hip Hop y que históricamente se configuraron en los espacios públicos, como plazas, o en espacios privados, precarios, circunstanciales, que dependían de las posibilidades de las personas particulares de la comunidad”. Es interesante mencionar el rol del espacio durante la pandemia para facilitar espacios de contención, vinculación y expresión, en momento de aislamiento que fue tan duro para muchas adolescencias. Con el Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS se brindaron apoyos económicos para dos momentos esenciales de la Casa Chaco Stylo, ambos durante la pandemia: la construcción de su sala de grabaciones en la que se realizaron algunas producciones musicales, y en 2021 solicitaron los fondos para realizar para la Batalla de la Juventud: Arte como Oficio. Esta consistió en talleres de formación para un grupo de jóvenes bailarines y bailarinas para brindar lo que visualizaban como un espectáculo de breaking dance de calidad y con miras a presentarse en dos eventos (Resistencia y Fontana) en la segunda mitad del año 2021. También se propuso el acondicionamiento del salón de baile de la Casa Chaco Stylo “para transformarlo en un espacio plenamente apto para la formación y práctica del breaking, con todos los elementos y equipos que la disciplina requiere” y se realizó un evento de exhibición para mostrar lo aprendido. Con este tipo de proyectos CREAS reafirma el interés en brindar, desde el compromiso de fe y a través de estos apoyos, oportunidades de fortalecimiento de las organizaciones comunitarias y de base para que expandan sus rangos de acción. El hecho de que Casa Chaco Stylo busque profesionalizar las prácticas artísticas, contribuir en la transformación de paradigmas para ampliar las posibilidades laborales de los/las jóvenes desde sus pasiones y hacer realidad los espacios donde se habitan estas culturas diversas, permite que más allá de las inversiones monetarias lo que se invierta es tiempo, amor y compromiso en la reconstrucción del tejido social. Esto nos dijeron en su informe final: “Ya en el proyecto anterior realizado con CREAS, la organización se vio fortalecida por la sistematización y planificación de prácticas que antes se realizaban intuitivamente, en el mismo ejercicio de prueba y error. Al elaborar un proyecto detalladamente, considerar todas las variables de forma premeditada y ejecutarlo, adquirimos herramientas para mejorar nuestras capacidades, aumentamos los niveles de organización y caminamos hacia la profesionalización necesaria para obtener fuentes de financiamiento y pensar en nuestra actividad cultural también como una actividad productiva. En ese evento anterior logramos establecer nuestra sala de grabación que ya está brindando servicios a jóvenes raperos y raperas, beatmakers y audiovisualistas del Hip Hop. Creemos que la organización avanza en pos de convertirse en referente de gestión cultural y

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