Hacia una juventud resiliente e inclusiva

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Escrito por Rvda. Susana Sánchez.  Pastora, teóloga, psicóloga y directora de la escuela de teología Universidad Nacional Evangélica. Es Presidenta de El Consejo Nacional de la Juventud Cristiana – de República Dominicana CONAJUCRI -RD.  Egresada de la Universidad de Oxford Inglaterra, es Magíster en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico y présbitera de la Iglesia Evangélica Dominicana.

El Día Mundial de la Juventud, nos encuentra con un mundo enfermo por la pandemia y su variante del Delta. En medio de un continente Latinoamericano marcado por una realidad con una gran brecha digital, pero con un continente joven lleno de esperanza y fe, escuchando las palabras del Señor a través del profeta Isaías, “Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro dios”, Isaías 40: 1, pues el Dios que interviene en la historia continua hablando hoy a toda la juventud del mundo.

Las nuevas generaciones, tanto de la República Dominicana como del Caribe y América Latina, son una juventud resiliente y llena de fe.  Una juventud que camina unida confiando en el Dios de la vida y productor de esperanza, fuerte como el árbol del bambú, que se dobla pero no se rompe.

El Consejo Nacional de la Juventud Cristiana -CONAJUCRID, de República Dominicana, desde esta parte del continente levanta su voz por una juventud que trata de entender un contexto socio-cultural y religioso, marcado por la tendencia tecnológica, por los nuevos cambios, nuevas maneras de ser y del hacer, nueva definición de lo humano a lo que se le añade hambre, pobreza y dolor. Pero también una juventud que necesita entender su fe y vivirla desde una diaconía que le de sentido a su vida espiritual y de servicio a sus hermanas y hermanos. Son grandes retos y desafíos.

Desde la Universidad Nacional Evangélica apoyamos la plataforma juvenil de CONAJUCRI-RD y desde allí tenemos la convicción de formar jóvenes maduros, que sean capaces de vivir su fe desde una ética en valores cristianos, en solidaridad a través de la incidencia social y política, presentando a Jesús de Nazaret en las comunidades como el Cristo encarnado a favor de los vulnerables y que  encuentran en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible un posible marco de apoyo para promover la inclusión de una juventud desamparada por la falta del cumplimiento de las políticas públicas gubernamentales.

Creemos que los Objetivos de Desarrollo Sostenibles y la agenda 2030 deben ser revisados para incluir el tema juvenil como una urgencia planetaria, pues ellos y ellas son quienes darán respuesta a la paz, la justicia y a esta agenda tecnológica. Los y las jóvenes, desde una visión holista, son agentes activos de los cambios sociales que se requieren hoy.

Invertir en la juventud puede generar nuevos oportunidades, ir eliminado las estigmatizaciones de las y los “sin sin”, (miles de jóvenes sin educación y sin empleo), cerrar la brecha digital, crear emprendimientos. Las juventudes deben ser incluidas en los presupuestos de los diferentes países, formarles e informarles para que sean personas empoderadas y asuman su compromiso generacional de fe y diaconía.

Por eso, apoyamos desde un esfuerzo ecuménico entre CREAS, Globethics, la Plataforma de Universidades Protestantes y Evangélicas – QONAKUY-, la Universidad Reformada de Colombia, la Universidad Nacional Evangélica y de los concilios en la República Dominicana la inciativa del Diplomado para el Liderazgo Juvenil para la Incidencia Social y Política.

Creemos en el liderazgo y pertinencia generacional joven, desarrollando comunidades sostenibles, sin hambre y siendo inclusiva y portadora de resiliencia para el medio ambiente y la sostenibilidad social que se requiere.

 

 

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