Myriam Alejandra Barraza, es jefa de hogar, salió de Santiago del Éstero (Argentina), buscando oportunidades de empleo para sostener a su familia. Es así como llegó al barrio Virgen de Itatí, una villa de emergencia, en el conurbano Buenos Aires.
Allí conoció a muchas mujeres en su misma situación, con quienes intercambió saberes en artesanía y repostería, e impulsó la conformación de la Feria de Emprendedoras Virgen de Itatí, conformada por 14 mujeres, que se definen como “un grupo de mujeres emprendedoras manualistas, artesanas y gastronómicas, jefas de hogar”
Myriam expresa “Nos dedicamos a producir de manera autogestiva, creemos que la mejor manera de reducir la desigualdad es a través del trabajo y constancia en la producción de nuestros productos. Desde 2010 nos venimos organizando y participando en pequeñas ferias barriales o municipales allí comercializamos nuestros productos para poder sostener nuestros hogares.”
Cada mujer tiene su propio emprendimiento, algunas tejen, otras hacen repostería o manualidades. Juntas, como grupo de emprendedoras, participan de distintas ferias en Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Con el tiempo, el grupo ha ido creciendo y así también la posibilidad de participar en más ferias de emprendedoras lo que demanda mejor equipamiento.
Con el apoyo del Fondo de pequeños proyectos de CREAS, las emprendedoras lograron adquirir las herramientas para responder a la demanda de las ferias, incrementando su participación con mejor presentación y visibilidad aumentando así sus ingresos. Las ferias representan su único ingreso, con esto se sostienen a sí mismas y a sus familias.
Rosaura Andiñach, responsable de Procesos comunitarios en CREAS expresó “Entendemos el apoyo a la Feria de emprendedoras Virgen de Itatí como una contribución a la autonomía económica de este grupo de mujeres. La justicia económica, el acceso a la producción y a la generación de ingresos propios se han vuelto elementos fundamentales para pensar el empoderamiento de las mujeres y el fin de las violencias. Ese es el sentido que desde el Fondo de pequeños proyectos, queremos darle a este tipo de apoyos”
“En el grupo y en el barrio sabemos de mujeres que han sufrido distintos tipos de violencia y creen que no pueden salir adelante sin el apoyo económico del maltratador. Queremos hacerles saber que no están solas y estamos nosotras para poder contenerlas, además de un equipo profesional para enseñarles que, con sus propias manos pueden salir adelante” afirma Myriam.
Las emprendedoras de Itatí están haciendo gestiones para obtener un lugar propio, un local para la venta diaria, donde exponer sus productos y capacitar a más mujeres en distintos oficios. “Nosotras distribuimos solidariamente nuestros ingresos y el trabajo para apoyarnos colectivamente, esta es nuestra manera de hacer una economía social y popular que sea sustentable y sostenible para el grupo” concluyó la emprendedora.