Derechos laborales

¡Casa Chaco Stylo en Resistencia!

Por: Lina Salas Ramírez – lina@creas.org Coordinadora de Comunicaciones Estratégicas de CREAS Y aquí voy yo, yo… yo… de nuevo emocionada con los proyectos del FPP de CREAS. El mundo del freestyle es algo que me ha llamado desde hace mucho tiempo y que veo desde la banca como niña aplaudiendo. Admiro profundamente la sagacidad que requiere la improvisación y esa poética que se espeja en aquello de vivir entre la calle y el minuto, resolviendo, creativamente, y sorprendiendo alrededor con lo que nos es real y genuino. Chaco Stylo es una organización que queda en Resistencia. “Se conformó en 2005 con personas de diferentes espacios de la comunidad del Hip Hop con la finalidad de organizar eventos y actividades culturales vinculadas a esta cultura y con la impronta local, la construcción colectiva del conocimiento, la consolidación de una comunidad de afinidades y transformación social a través del arte. Además, se intentó reforzar lazos entre antiguas y nuevas generaciones y darle profundidad a ciertas prácticas para que no queden en el mero entretenimiento sino también se constituyan en espacios de búsqueda y construcción de identidad para la cultura y una salida laboral”. Lo primero que organizaron como colectivo fue un evento de Hip Hop que buscaba contemplar todas las disciplinas, lo que en la escena local y nacional era una novedad hace 17 años. Se unieron integrantes de distintos grupos pare representar al Chaco en distintos certámenes de la Argentina y se consiguieron entre 2007 y 2009 espacios de práctica de las diferentes disciplinas (rap, break dance, graffiti, DJ, como los lista el Ministerio de Cultura en este artículo que podría también ser de interés) en centros comunitarios de Barrio Güiraldes, Villa Mariano Moreno, Barrio 244 Viviendas y la localidad de Barranqueras. A partir del 2009 se obtuvo el reconocimiento de la actividad artística como actividad productiva y empezó a constituirse en una salida laboral para jóvenes. Se hicieron presentaciones de baile, rap o graffiti en diferentes eventos de forma remunerada. En el mismo año Chaco Stylo organizó eventos de Hip Hop que fueron de gran importancia en la región: BARCA-Barranqueras Arte Callejero (2009), Duelo de Titanes (2010 al 2016), Chaco Stylo (2005 al 2008), La Flota Hip Hop (2008 al 2010), Encuentro de Graffiteros (2014 al 2017) e Ishaxac (2017 al 2018). Casa Chaco Stylo es la primera casa de Hip Hop en el país. Se inauguró en 2019 y realiza actividades diversas como: Prácticas de breaking Freestyle Actividades de Cine Debate Charlas, talleres y foros Eventos en el patio para eventos Grabaciones de audio profesional Y cuentan también con una sala de lectura con biblioteca. El conjunto de expresiones artísticas que se reúnen para conformar ese estilo de vida que por el mundo llamamos Hip-Hop nació en los suburbios de Nueva York de los setenta, pero se despliega por diversas zonas de todo el globo que resuenan con el mismo flow: la calle, el barrio, la denuncia, la demanda, la expresión, y la creación que libera, que reivindica y transforma para crear una sociedad más inclusiva en la que los talentos y pasiones, así como la expresión de la personalidad, son los caminos naturales para crear movimientos colectivos y productivos. “El proyecto de esta Casa surgió justamente de la idea de generar un espacio para el desarrollo de las prácticas que hacen a la cultura del Hip Hop y que históricamente se configuraron en los espacios públicos, como plazas, o en espacios privados, precarios, circunstanciales, que dependían de las posibilidades de las personas particulares de la comunidad”. Es interesante mencionar el rol del espacio durante la pandemia para facilitar espacios de contención, vinculación y expresión, en momento de aislamiento que fue tan duro para muchas adolescencias. Con el Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS se brindaron apoyos económicos para dos momentos esenciales de la Casa Chaco Stylo, ambos durante la pandemia: la construcción de su sala de grabaciones en la que se realizaron algunas producciones musicales, y en 2021 solicitaron los fondos para realizar para la Batalla de la Juventud: Arte como Oficio. Esta consistió en talleres de formación para un grupo de jóvenes bailarines y bailarinas para brindar lo que visualizaban como un espectáculo de breaking dance de calidad y con miras a presentarse en dos eventos (Resistencia y Fontana) en la segunda mitad del año 2021. También se propuso el acondicionamiento del salón de baile de la Casa Chaco Stylo “para transformarlo en un espacio plenamente apto para la formación y práctica del breaking, con todos los elementos y equipos que la disciplina requiere” y se realizó un evento de exhibición para mostrar lo aprendido. Con este tipo de proyectos CREAS reafirma el interés en brindar, desde el compromiso de fe y a través de estos apoyos, oportunidades de fortalecimiento de las organizaciones comunitarias y de base para que expandan sus rangos de acción. El hecho de que Casa Chaco Stylo busque profesionalizar las prácticas artísticas, contribuir en la transformación de paradigmas para ampliar las posibilidades laborales de los/las jóvenes desde sus pasiones y hacer realidad los espacios donde se habitan estas culturas diversas, permite que más allá de las inversiones monetarias lo que se invierta es tiempo, amor y compromiso en la reconstrucción del tejido social. Esto nos dijeron en su informe final: “Ya en el proyecto anterior realizado con CREAS, la organización se vio fortalecida por la sistematización y planificación de prácticas que antes se realizaban intuitivamente, en el mismo ejercicio de prueba y error. Al elaborar un proyecto detalladamente, considerar todas las variables de forma premeditada y ejecutarlo, adquirimos herramientas para mejorar nuestras capacidades, aumentamos los niveles de organización y caminamos hacia la profesionalización necesaria para obtener fuentes de financiamiento y pensar en nuestra actividad cultural también como una actividad productiva. En ese evento anterior logramos establecer nuestra sala de grabación que ya está brindando servicios a jóvenes raperos y raperas, beatmakers y audiovisualistas del Hip Hop. Creemos que la organización avanza en pos de convertirse en referente de gestión cultural y

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Ninashpa, cerámicas en Santiago del Estero

Ninashpa: la oportunidad de la tierra en las familias de Santiago del Estero

Por: Lina Salas Ramírez Coordinadora de Comunicaciones Estratégicas CREAS lina@creas.org Ninashpa es en lengua quichua la unión de tierra y fuego. Ninashpa eligió llamarse en 2021 un grupo productivo de mujeres que elaboran cerámicas en Santiago del Estero, entre las Comisiones Municipales de Bandera Bajada, La Invernada y Vaca Huañuna. Es una de las iniciativas que hemos apoyado con nuestro Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS. La historia de Ninashpa es, para mí, un poema de resistencia; una bella muestra de nuestra naturaleza humana y la organización femenina; creativa y colectiva. “En el año 2019, veinte personas de parajes rurales de Santiago del Estero y otras veinte de otras provincias del país (Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Buenos Aires) realizamos un Campamento de trabajo productivo que giraba en torno al armado de huertas agroecológicas familiares. Lamentablemente el tiempo fue muy lluvioso esos días y poco se pudo hacer en las huertas. Pero esa dificultad abrió paso a una gran posibilidad que pudimos visualizar esos días: Nos acompañaba en el campamento Celina Veloteri, compañera ceramista de la Fundación EPyCA. Al tomar esos días contacto con el barro que estaba por todos lados, Celina se dio cuenta que con ese barro podíamos trabajar piezas de cerámica. Cerramos ese campamento con el horizonte de empezar a aprovechar esta oportunidad. En el año 2019 tuvimos nuevamente la visita de Celina Veloteri, esta vez para un campamento para comenzar el proyecto productivo de cerámica. Construimos el primer horno en Vaca Huañuna, comenzamos a aprender la técnica y dimos los primeros pasos en la producción. En octubre del año 2020, junto con la pandemia, tomó nueva fuerza el impulso del 2019. En varias zonas nos congregamos mujeres para aprender la técnica, construimos varios hornos de cerámica en Invernada Sur (2), Río Muerto (1) y El Cruce (1) y con el acompañamiento virtual de Celina fuimos aprendiendo más de este oficio”. Actualmente Ninashpa tiene 8 hornos que han elaborado las mismas mujeres, con sus manos, desde 2018, en parajes como Invernada Sur, Vaca Huañuna, Río Muerto, El Cruce, Santos Lugares y Anca Overa. Así están repartidos los grupos: El Cruce: Alicia, de 57 años; Micaela (su hija de 26) e Irma de 61. Vaca: Salma de 54, Patricia de 25, y Marisa. Río Muerto: Demetria en los 50, Cecilia 25. Invernada Sur: Eusebia, Florencia, María y Estela, todas entre 55 y 60 años. Santos Lugares: Cristian y Abel, y su hijo Edmundo con su esposa Estela. Una familia completa. Anca Overa: Sulema, Mario, Mercedes, y su familia extendida también apoya. Lucindo es otro compañero. Los hornos congregan a las familias y congregan a las comunidades, el viaje más largo que se hacen cuando se reúnen es entre El Cruce y Santos Lugares, movilizándose alrededor de 100 km (y entre una hora y media y dos de camino) que en algunos casos deben hacer en moto, dependiendo del presupuesto. Por este mismo motivo, se han decidido a producir en sus propios hornos (evitando exponer la cerámica a golpes) y se reúnen, eso sí, para continuar reforzando sus vínculos y construyendo su colectivo de manera horizontal: “Líderes somos todas, cuando nos surge algo nos juntamos a definirlo. Con Ninashpa buscamos volver a las tradiciones que heredamos. En nuestra zona era muy común que se hicieran vasijas para el agua y aunque la costumbre se había perdido, ahora todas lo hemos vuelto a hacer y quienes no las tienen, las quieren y están por tenerlas. Mientras yo hago mi vasija, hablo con mis compañeras, les explico y ellas me explican también. Intercambiamos ideas y entonces a alguna le sale un molde o una forma. Ninashpa es la lucha por mejorar como mujeres nuestra calidad de vida. En la zona hay pocas opciones laborales más que el trabajo en la propia huerta o con los animales en casa. También surgen trabajos de construcción en algunos casos y de carpintería, pero quisiéramos que se redujera la tala de árboles, aunque necesitamos trabajar. Algunas de las mujeres de nuestro grupo tienen jubilación, algunas tienen algún pequeño negocio, y para ellas también tiene un significado muy importante como lo tuvo para mí que me dedicaba a la casa y ahora estoy enfocada en mi proyecto productivo. Nos recreamos, aprendemos, creamos y vendemos lo que obtenemos de esa misma tierra que cuidamos”. Alicia Yñíguez, El Cruce. El proyecto empezó siendo labor de las madres, las tías, las abuelas. Los hombres ayudaban en tareas específicas como construir los hornos o conducir los vehículos cuando debían trasladarse, y los/as más jóvenes solían quedarse muy al margen, ayudando en tareas aisladas que se les pedían directamente. “Al vernos trabajar a nosotros en un principio nos miraban como que no les gustaba mucho”, me dijo Alicia. Esto lo quise saber de los mismos hijos y se lo pregunté a Micaela, quien había estado tímida en todo el encuentro y me dio la bonita sorpresa de una voz contundente y clara. “Nosotros no nos queríamos ensuciar tanto. Al principio yo lo veía como algo que no me gustaba. Empecé haciendo el trabajo más leve para ensuciarme lo menos posible; al menos lo digo desde mi experiencia. Después, al ver el trabajo, el cansancio, a mi mamá con las tareas más pesados, empecé a ayudarla un poco más y ahora ya me ensucio (risas). Sin ningún problema lo hago y voy aprendiendo más. Antes hacía más que nada decoración y arreglos porque es lo que más me gusta hacer. Soy profesora de pintura y dibujo así que veo un poco de mi arte en la cerámica”. – Micaela Son 25 las mujeres de Ninashpa pero alrededor de 1.500 las personas (varones y mujeres jóvenes y adultas) a las que alcanza indirectamente este proyecto: familias y amigos, compradores, personas de las comunidades. Es fascinante ver a la madre hablar de la oportunidad que surgió de la tierra misma y a la hija sentarse con ella en la misma banca, en un abrazo seguro, para hablarme juntas del impacto que esto ha tenido

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