Iglesia “Jesús para todos” Diaconía en Alta Gracia para recuperar lazos comunitarios

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Por Carmina Sánchez Corrales - Asistente de Comunicación CREAS

La Iglesia Evangélica Metodista “Jesús para todos” está desde 2011 en el barrio Sabattini del municipio de Alta Gracia, Córdoba. Desde sus inicios, la iglesia se ha preocupado por ser un espacio que genere oportunidades para el acceso a derechos básicos de los habitantes del barrio. El año pasado, la iglesia notó cómo muchas personas de su comunidad fueron afectadas por las consecuencias de la pandemia. La pérdida de empleos, en su mayoría informales y precarizados, profundizó la situación económica de las personas del barrio, que ya antes era vulnerable.

Como comunidad de fe y su labor diacónica,  ‘Jesús para todos’ presentó al Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS, un proyecto productivo con el que buscan, mediante el aprendizaje de técnicas de reutilización de botellas de vidrio, el desarrollo de un oficio mientras que se promueve el sentido de pertenencia, inclusión y cuidado mutuo de las personas del barrio Sabattini.

Antes de la pandemia, además del culto sostenían actividades como la escuela bíblica y apoyo escolar con merienda para niños y niñas, ropero solidario y una huerta comunitaria que hacía de punto de encuentro diario para la comunidad del barrio. Con la llegada de la cuarentena obligatoria por el COVID-19 y la presencialidad suspendida, la huerta no pudo continuar. En 2022 lograron retomar algunas actividades, como el apoyo escolar con merienda para niños y niñas.

 

El proyecto productivo de reciclaje de vidrio nació con la idea de incluir a hombres y mujeres del barrio, y jóvenes en edad laboral. Actualmente, forman parte del taller de formación productivo, mujeres de todas las edades del barrio Sabattini y de otras zonas de Alta Gracia. Este espacio de aprendizaje se ha convertido en un lugar de congregación, contención y desarrollo de lazos comunitarios.

Con el apoyo del FPP-CREAS la iglesia hizo reformas edilicias y compró herramientas necesarias para iniciar las actividades propuestas para el proyecto.

“Del 13 al 15 de julio de este año 2023, se realizó un taller intensivo con un promedio de 14 personas diarias, donde participó gente de la Iglesia de Calle Olmos, de la iglesia local, vecinos del barrio y de la ciudad; del mismo encuentro surgió un equipo de 9 personas como capacitadores. Nos reunimos los días jueves de agosto y conformamos un grupo organizándonos en 3 comisiones, una encargada de la comunicación, otra encargada de la capacitación y una tercera que se encargará de la comercialización de lo que se produzca para recaudar fondos, con el fin de cubrir los gastos y darle continuidad al proyecto”.
Walter David Gigena, miembro de la IEMA y líder del proyecto

Las botellas de vidrio, principal insumo para el taller, las adquieren en conexión con el departamento de reciclado de la municipalidad de Alta Gracia. Desde allí, se gestiona el separado del material reciclable en los tambores de contención de material reciclable de plástico, cartón y vidrio.

Mientras las mujeres aprenden sobre recuperación y reciclado de botellas de vidrio para la posterior producción de vasos, lámparas y otros objetos, se potencian habilidades para el trabajo en equipo y adquieren experiencia en un oficio que, después, podrán usar de manera individual si así lo quieren.

La iglesia ‘Jesús para todos’ proyecta repetir el taller de capacitación en 2024 y 2025, para propiciar también la transmisión de los saberes adquiridos por las mujeres que ahora están aprendiendo. Los fondos para estos nuevos talleres serán producto de las ventas de los productos fabricados en el proyecto actual. Fortalecen sus capacidades (objetivo principal del FPP CREAS) en la medida en que entrelazan sus proyectos, a las personas y las experiencias, generando nuevas:

“Como Iglesia Metodista creemos que Dios nos desafía en cada momento a aprender, crecer, compartir y a relacionarnos de maneras diversas y significativas y a contribuir de manera positiva a la dignidad de todas las personas y la vida plena, y haber podido gestar este espacio de formación, y sostenerlo, es parte de estar cumpliendo con ese desafío”.
Walter David Gigena, líder del proyecto

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