Curso de Sistematización, herramientas prácticas para la reflexión y el registro de experiencias

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La necesidad de responder a los desafíos que enfrentan las comunidades en América Latina es crucial. Las organizaciones y personas que lideran iniciativas de desarrollo local y construcción de paz no solo están llamados a actuar de manera efectiva, sino también a reflexionar sobre sus acciones para visibilizarlas y contribuir a transformaciones que sean sostenibles. La práctica, por esto, no es suficiente por sí sola. Es fundamental contar con una formación metodológica que permita a los y las líderes tanto formular e implementar iniciativas en sus comunidades, como también analizar, sistematizar y adaptar sus estrategias en función de las necesidades cambiantes del entorno.

La integración de marcos de interpretación bíblico-teológicos en este proceso de reflexión es un componente esencial para enriquecer la comprensión de las prácticas y del contexto en el que se desarrollan. Estos marcos ofrecen una lente crítica y transformadora que no solo ilumina las acciones realizadas, sino que también guía a las comunidades en la construcción de una paz sostenible y en el desarrollo integral. La reflexión fundamentada en la fe y en el análisis crítico de la realidad se convierte así en una herramienta estratégica para la transformación de las prácticas y de los contextos en los que estas se insertan.

En este sentido es que la sistematización de experiencias, que tiene larga tradición en América Latina, hace un aporte importante. La sistematización, a partir del ordenamiento y reconstrucción de la experiencia, descubre o explicita la lógica del proceso vivido, los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se han relacionado entre sí, y por qué lo han hecho de ese modo (Jara, 1998).

La sistematización implica que los actores directos de la experiencia aporten desde sus miradas para contribuir con sus reflexiones, haciendo un “alto en el camino”, dándose el tiempo para pensar sobre lo que hicieron, por qué lo hicieron, cómo lo hicieron, cuáles fueron los resultados, y para qué y a quién sirvieron los mismos. También tiene el propósito de provocar procesos de aprendizaje, por lo tanto, estas lecciones pueden estar destinadas a que los actores implicados, tengan herramientas para mejorar su práctica en el futuro, o también para que otras personas y equipos, en otros lugares y momentos, se apoyen en la experiencia vivida para planificar y ejecutar sus propios proyectos.

Como parte de la estrategia de capacitación y fortalecimiento del trabajo de servicio de las iglesias y de las organizaciones comunitarias, desde CREAS queremos proporcionar metodologías y herramientas para la reflexión a personas y organizaciones que implementan iniciativas de desarrollo local y construcción de paz en sus comunidades.

 

En el curso de sistematización que iniciamos este mes, confluyen participantes del Laboratorio de buenas prácticas ecuménicas e interreligiosas Ikuméni, organizaciones beneficiarias del Fondo de Pequeños Proyectos y el Fondo de Respuesta Rápida y Mitigación de los Riesgos de la Pandemia, y también líderes de iglesias que se han participado de nuestros encuentros de articulación e intercambio.

El principal objetivo de este curso es brindar herramientas para el análisis y sistematización de las tareas y proyectos que cada organización realiza. Esto incluye una ruta de formación metodológica que integra instrumentos para la reconstrucción histórica de la experiencia, técnicas para la recolección e interpretación de información desde las prácticas diaconales y sociales, la profundización en un marco de interpretación desde la fe, y la comunicación y socialización de resultados.

A partir de las evidencias de transformación que se identifican de las iniciativas comunitarias, personas y organizaciones podrán aportar con nuevas miradas, enriquecer los sentidos de sus prácticas y del alcance los cambios en sus proyectos y comunidades.

Así, buscamos mostrar y comunicar las luces de esperanza que aparecen en cada uno de estos espacios de trabajo, que día a día se organizan para responder a distintas problemáticas con propuestas de economías inclusivas y sostenibles, de seguridad alimentaria, promoción de la cultura, y la construcción de paz a nivel local, para promover la dignidad humana y el cuidado de la casa común.

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