Fábrica de pelotas: formación y fortalecimiento comunitario

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La cooperativa de trabajo fábrica de pelotas El Brigadier hace parte de la Liga Infantil de los barrios de la ciudad de Santa Fe. La liga es un movimiento que nació en 2013 con el objetivo de unir a los clubes de fútbol de barrios populares que no hacían parte de ninguna oferta social y deportiva o de la liga oficial de la ciudad; y ofrece un espacio recreativo a las familias, niños y niñas que no tienen acceso a los clubes tradicionales.

La fábrica de pelotas surgió como respuesta a una necesidad de la liga: tener pelotas suficientes y en condiciones para que todos los chicos y chicas que juegan fútbol puedan hacerlo de manera digna. Este año con el apoyo del Fondo de Pequeño Proyectos de CREAS, pusieron en marcha un taller de fabricación de pelotas para jóvenes que pertenecen a la liga, y así ampliar la red de personas que saben coser las pelotas al tiempo que ofrece a los jóvenes la formación en un oficio.

“El proyecto del CREAS sirvió para generar y fortalecer un grupo de cosedores y que se inicie un proceso de buscar y pensar como se puede mejorar el pago de los cosedores y las condiciones de trabajo”
Giuliano Carnaghi, coordinador de El brigader.

Un oficio, un espacio de encuentro y un aporte a los clubes

 

El taller no solo brindó formación técnica. También se convirtió en un espacio de encuentro, diálogo y fortalecimiento de vínculos. Durante las clases, se trabajaron temas sociales y comunitarios, y surgieron instancias informales de encuentro.

Participaron 16 jóvenes (8 mujeres y 8 varones) pertenecientes a clubes de la Liga Infantil de los Barrios. El propósito central era formar y perfeccionar a las y los jóvenes en el arte de la confección de pelotas, al tiempo que se fortalecía la red de cosedores que trabaja en la fábrica.
Como trabajo final, cada participante fabricó ocho pelotas. Las 128 pelotas producidas en esta instancia fueron distribuidas entre los 38 clubes que conforman la Liga, así cada institución recibió entre tres y cuatro pelotas.

La calidad de las pelotas producidas superó las pruebas técnicas, garantizando un producto competitivo. Con el apoyo de CREAS, se optimizó la capacidad productiva de la cooperativa y la articulación con la Liga, en lo que va de 2025 han entregado pelotas a los clubes que han beneficiado a más de 8.000 niños y niñas.

“Los mayores cambios los vimos en los jóvenes. Creemos que estos meses fueron un lindo momento de fraternización donde primó la cuestión productiva o laboral pero también surgieron otras inquietudes de índole social, familiar, individual y espiritual. Los terceros tiempos, que consistían a veces, luego del taller, ir a comprar unos maní y unas cervezas para charlar de lo que sea, consideramos relevante estas instancias porque son allí también donde los jóvenes truncan su destino, ya sea laboral o también movilizando preguntas respecto de sus clubes y la función social que cumplen en sus barrios”
Giuliano Carnaghi, coordinador de El brigader.

Desafíos y proyección

 

Si bien el trabajo de cosedor de pelotas es parte de la economía popular y carece de un marco regulatorio formal, la experiencia del taller permitió iniciar un camino para consolidar un equipo de cosedores jóvenes y abrir la reflexión sobre cómo mejorar las condiciones y remuneraciones de este oficio.

El proyecto deja como resultado un emprendimiento productivo con impacto social directo: soluciona la necesidad principal de los clubes, contar con pelotas para sus entrenamientos y torneos, a bajo costo y con un estándar de calidad, al tiempo que forma a nuevas generaciones en un oficio que combina trabajo, comunidad y deporte.

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