Jornada de evaluación de proyectos FPP CREAS de arte, deporte, recreación y cultura para jóvenes

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Esta semana ocho organizaciones referentes de 4 ciudades del Gran Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Resistencia nos reunimos en capital durante un día, para hacer una evaluación respecto a proyectos implementados en los últimos dos años, cuyo objetivo esté relacionado con fortalecer derechos de adolescentes y jóvenes a través de actividades culturales, artísticas, deportivas y/o recreativas y reflexionar colectivamente sobre los efectos que han tenido en el corto y mediano plazo.

En los últimos dos años el FPP ha apoyado más de 60 proyectos y en su historia alrededor de 800.

Estos son algunos de los que han obtenido apoyos del Fondo de Pequeños Proyectos, creado para brindar apoyo a organizaciones comunitarias y al trabajo social de las iglesias, organizaciones ecuménicas y organizaciones basadas en la fe, con un énfasis en derechos de los jóvenes, mujeres, diversidades, y en economía social y solidaria, promoviendo la justicia social, la justicia económica, la justicia de género y la justicia climática. El enfoque en este tipo de públicos tiene en gran parte que ver con las vulnerabilidades que se agudizaron con los efectos de la pandemia y a estas poblaciones en mayor medida.

Los/as jóvenes (considerándolo en un rango de edad variable entre las adolescencias y adultes jóvenes) experimentaron durante las diversas etapas de aislamiento y crisis sanitaria, dificultades en el acceso a derechos económicos como el acceso al trabajo, a la educación y acceso a actividades recreativas, deportivas, culturales o creativas, tanto por las situaciones de vulnerabilidad que ya vivían antes como por las propias de la pandemia Covid, y también con elementos determinantes como la sobrecarga de tareas de cuidado que recae especialmente en las mujeres y estas poblaciones.

Así que ha sido de esperarse que los proyectos implementados en 2021 y 2022 -en este contexto que nos llama a la solidaridad y a la toma de decisiones sabias para el bien colectivo- constituyan oportunidades especiales para mitigar los efectos de la pandemia y expandir las misiones diacónicas.

Estas son las organizaciones comunitarias u organizaciones de base que participaron:

  1. Centro comunitario Belén (Buenos Aires)
  2. Centro comunitario Yakacuaha (Buenos Aires)
  3. Jóvenes por el Juego (Buenos Aires)
  4. Casa Chaco Stylo (Chaco)
  5. Hormigas de barrio (Rosario)
  6. El Ranchito / El transformador (Buenos Aires)
  7. Escuela Deportiva Nueva Generación (Córdoba)

“Para CREAS esto es importante porque nos permite evaluar qué sucede con los apoyos que hacemos a los proyectos 6 meses o un año después de que el proyecto ya se ejecutó y rindió; conocer los efectos a mediano plazo que tienen esos apoyos. Para las organizaciones y para nosotros es una instancia de encuentro e intercambio que resulta siempre muy rica, porque permite reunir organizaciones que por ahí no se conocen, que trabajan en territorios diferentes o cercanos, y compartir el trabajo que están haciendo, sus experiencias. Siempre se produce ahí un momento valioso y lindo de intercambio; aprendizajes“.

Rosaura Andiñach, Coordinadora del Fondo de Pequeños Proyectos de CREAS #FPPCREAS

¿Qué encontramos? Organizaciones fortalecidas.

El objetivo del FPP CREAS es apoyar el fortalecimiento de organizaciones comunitarias y cuando hacemos estas evaluaciones identificamos que se vieron fortalecidas no solo en lo material, con la compra de equipamiento o con mejoras de infraestructura sino que son organizaciones con capacidades nuevas, las cuales han desarrollado a través de la implementación del proyecto. En muchos casos, capacidades de gestión, porque para muchas organizaciones es la primera vez que tienen que formular un proyecto, implementarlo y rendirlo, y eso ya es un aprendizaje, sino también nuevas capacidades que surgen de la oportunidad que brindan los proyectos para que las organizaciones se abran más a la comunidad, atrayendo a muchos/as/es más jóvenes, quienes naturalmente se habían replegado a espacios privados durante la pandemia.

Algunas tuvieron más alcance y otras lo que hicieron fue restablecer los vínculos que se habían diluido. Muchos jóvenes dejaron de participar en las actividades de los centros a los que acudían antes y a través de estos proyectos se abrieron nuevos espacios para intercambiar entre organizaciones, salir a la comunidad y facilitar aprendizajes tanto para los colectivos como para les mismos jóvenes; sobre todo por las conexiones que permite lo cultural; habilitar espacios artísticos, pintar murales, bailar en la vereda, noches de cine en el barrio, entre otras.

“En los jóvenes también identificaron mayor participación y mayor compromiso. Cuando hay una propuesta nueva o que está más o mejor equipada en lo material, genera un entusiasmo adicional que hace que se comprometan más con el proyecto de las organizaciones y con proyectos propios. se generan otros que surgen de los mismos jóvenes y que van autogestionando, lo cual se traduce en mayor autonomía”.

R. Andiñach

 

Así lo vivió Casa Chaco Stylo, de Resistencia:

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